miércoles, 15 de junio de 2011

“Tengo pérdida de audición… ¿y?”


Ashkan Tehrani tiene una discapacidad auditiva y lo considera parte de su identidad. Siempre está dispuesto a bromear al respecto con una sonrisa.

Ashkan Tehrani nunca ha ocultado su pérdida de audición, ni que depende de unos audífonos. No ha permitido que su discapacidad frene sus insaciables ganas de vivir, ni le ha impedido alcanzar sus objetivos en la vida. Ser sincero acerca de su discapacidad ha sido siempre su táctica. “Quiero que mi audición sea mi seña de identidad, y si malinterpreto algo, nadie pensará que soy tonto si saben que tengo una pérdida de audición”, explica Ashkan.

Un oyente perseverante

Ashkan no ha conseguido todos sus objetivos cruzándose de brazos. Entrena su audición diariamente escuchando y oyendo la radio, de ese modo, mejora constantemente sus habilidades a pesar de su discapacidad auditiva.
“Entreno mi audición todos los días, igual que un deportista se entrena diariamente para conseguir siempre pequeñas mejoras”, comenta Ashkan, que trabaja en una multinacional que fabrica molinos de viento en Dinamarca. Es ingeniero de desarrollo y adora su trabajo. Tiene incluso dos patentes propias.
Trabaja en una oficina de diseño diáfano, lo que supone un reto para su audición. El ruido de la sala, los teléfonos sonando y la conversaciones pueden ponérselo difícil a la hora de mantener una conversación telefónica y no poder leer en los labios. Sin embargo, Ashkan dice: “mis compañeros y las demás personas tienen ‘el deber’ de repetirme lo que han dicho si no les puedo oír la primera vez”.

La tecnología ayuda

La tecnología en aparatos para la audición ha avanzado mucho desde que Ashkan se pusiera a los tres años su primer par de audífonos de segunda mano fabricados en Rusia. Ashkan nació en Irán donde vivía con su familia. A los cuatro años se mudaron a Dinamarca para obtener un mejor tratamiento para su pérdida de audición. Hoy en día, lleva audífonos con Bluetooth, utiliza un transmisor de señales digitales para audio y video, y usa dictáfono. La tecnología Bluetooth permite que el sonido del teléfono le llegue directamente a los audífonos, además de poder escuchar la música del iPod del mismo modo. Si acude a una conferencia, Ashkan facilita al conferenciante su dictáfono, a través del cual puede escuchar lo que dice directamente en sus audífonos vía señal FM. Sus audífonos no solo amplifican el sonido. A diferencia de los primeros audífonos que tuvo, los actuales filtran los sonidos del entorno y amplifican aquellos que Ashkan no puede oír bien.

Ser optimista es fundamental

El optimismo de Ashkan juega a su favor, siempre ha pensado que su discapacidad no se interpondría en su camino.
“Creo en lo que hago y siempre lo hago con entusiasmo. Además, soy una persona extremadamente curiosa”. Está convencido de que la personas con discapacidad auditiva tienen que ser responsables de su propia discapacidad y deben tomar la iniciativa para resolver los problemas a los que se enfrentan. La autocompasión no sirve de nada, y se enfada mucho cuando conoce a padres de niños con discapacidad auditiva que son excesivamente protectores.
“Si los padres los crían entre algodones, serán los niños los que acabarán pagando el precio. Nunca aprenderán a creer en ellos mismos y en sus posibilidades”, dice Ashkan.
“Tienes que creer en ti mismo y descubrir cuáles son tus habilidades”. Ashkan lo ha conseguido con éxito. Es ingeniero especializado, tiene un buen trabajo, vive con su novia, habla danés, persa, inglés y domina la lengua de signos y el lenguaje corporal. El primer médico que le examinó vaticinó un futuro poco prometedor para Ashkan. Evidentemente estaba muy equivocado.

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