Quién les escribe es una persona que recibió educación oralista, por diez años, eso significó una vida diferente, con momentos de integración y con momentos de soledad.
Sé que los papás y educadores oyentes, piensan que el oralismo nos convertirá por obra y gracia en oyentes. Las ayudas técnicas como audífonos, implante coclear no nos hace oyentes, quizás podemos participar, tal vez poder incrementar nuestra retroalimentación linguística, pero no es instantáneo, no es como ponerse lentes en que si antes veías borroso, ahora ves líneas más precisas, así ocurre con el oído pero diferente porque hay que educar la percepción auditiva, educar la tonalidad, la armonía, es ganarle "tiempo al tiempo", por ello se hace fundamental tener una lengua de base, muchos fonoaudiólogos coinciden en la importancia de una lengua existente, ya que es más fácil ponerle sonido a ella.
Fue una vida diferente, porque siempre tuvo que estar aunque no estuviera, tuvo que reirse aunque no entendiera los chistes, tuvo que callar cuando se perdia, tuvo que volar a su imaginación un montón de veces cuando solo entendió una sola palabra y armar la conversación completa. Cuando le preguntó a una persona oyente, sobre alguna cosa, y esa persona contesta "que ya pasó la vieja", como queda la salud mental nuestra, como queda sentirnos siempre al final de la fila, bueno al menos yo siempre lo tomo como parte de esta vida.
En que no todos están preparados para entendernos, para comprender nuestros sentimientos de no pertenencia, para saber que aunque queramos ser independientes, siempre terminamos de depender de alguien para que nos interprete, o bien para darnos la seguridad de tener alguien en nuestro círculo cercano que nos apoyará
Quizás por ello, para muchas familias, les cuesta mucho asumir un hijo sordo o hipoacúsico, ya que se les cae todo su esquema, pero la verdad es que habilitarnos a la vida es una cosa díficil, requiere trabajo y constancia, llegaremos tan lejos como Uds. como familia lleguen, y al referirme a la familia, me refiero a cada esfera en que nos desarrollamos, a la familia como ese pilar fundamental que nos acoge y nos da seguridad, que sabemos de una u otra forma que tratarán siempre de apoyarnos de forma irrestricta y también de limitarnos (lamentablemente como pueden saber Uds. cuando dejar suelta la soga). Es que somos más demandantes de respuestas, tenemos muchas cosas que decir, y la verdad es que cuando se consiga la palabra, no lo podrá hacer callar, tiene demasiadas cosas guardadas. ¿Está ya atento a lo que él/ella tiene que decir o contar?.
Lo cierto es que de allí viene otra familia, la que nos acoge en el colegio con esos compañeros que no pueden entender que somos sordos y que nos gritan, pensando que les escucharemos, y lo cierto es que solo nos asustan, cuando quieren hablarnos les pedimos que nos miren, que sean expresivos, que sean histriónicos. A esos profesores que sabemos que están asustados, no saben cómo tratarnos, no saben qué hacer, que se preguntan si acaso les entenderemos, si hace clase de pizarrón, gráficas, diagramas y juegos, lo más probable que podamos seguirlos. A los directores de colegio qué se preguntan cómo lo hacen para integrar personas sordas o hipoacúsicas a sus colegios, hay pequeñas consideraciones que pueden hacer la diferencia, señales luminosas para indicar cambio de hora o recreo o peligro, tal vez es un poco más sofisticado contar con equipos FM para hipoacúsicos, contar con intérpretes de señas para sordos profundos, de forma que su comprensión y madurez sea a la par del resto de los niños, tratar de obviar el lenguaje de señas detiene un proceso natural del crecimiento del niño. Al conocer una lengua como son las señas, es más fácil tener una base idiomática para adquirir otra.
Las diferentes habilidades y potencialidades humanas, géneticas, de entorno hacen que algunos sean buenísimos en matemáticas, otros en castellano, ¿ somos los dos iguales ?, por supuesto que no, así como hay niños, hay diversidades y esa diversidad se da en todos los niveles de la vida y esa hace que la sociedad cuente con cada uno de sus miembros para ser ella, como un conglomerado que nos reúne ante conceptos comunes a todos, como el concepto de amor , de familia, que nos reune en el concepto de salud, educación, y seguridad.
Aquí debo aclarar el concepto de sociedad, como la capacidad natural e intrínsecamente humana para asociarnos, para realizar diferentes cosas, con objetivos claros, ninguno de nosotros puede no existir sin la existencia del otro, el otro es necesario a nuestras vidas, nos exige, nos demanda, nos pide desarrollar nuestras habilidades intelectuales, físicas, espirituales, puede alguien quedarse afuera, más allá de sus limitaciones, por supuesto que no.
Muchos padres, se preguntan porque mi hijo se ve tan feliz con otros niños sordos, aunque no sepa la lengua de señas, y es exclusivamente porque se dan cuenta que ellos no son raros, ni diferentes al resto de los niños, por primera vez se saben pertenecientes a algo, y lo más espectacular es que se sienten estando y participando.
En la medida que crecemos, aspiramos a ser parte de la familia laboral, esa donde existe un jefe y compañeros, colegas que también se encuentran perplejos a nuestra presencia, somos capaces, y potencialmente personas con nuestros defectos y virtudes, como cualquier otra, sabemos que existen una infinidad de trabajos para los cuales estamos capacitados, por ejemplo digitador, programador, diseñador, técnico electrónico, técnico mecánico, contador, por solo mencionar algunas.
Y queremos decirle a la gran familia país, al cual pertenecemos es que comprenda la importancia que tiene para el sordo su lengua natural, que es el lenguaje de señas, y tiene importancia porque nos permite crecer integralmente, completamente, nos permite crecer integrados realmente, nos permite ser personas, llevamos mucho tiempo pensando que lo correcto era el oralismo, y lo cierto es que hay distintos tipos de sordos, distintas potencialidades, distintas familias, distintas oportunidades, y lo cierto es que este lenguaje tan nuestro, y lo apropio por el sentido de pertenencia que nos da, por el sentido de la certeza y seguridad de comprender, de estar, de participar, que aunque hablemos correctamente, cómo está nuestra capacidad de comprender todo lo que hemos recibido, todo lo que nos quieren decir.
Cómo ser parte de esta sociedad integradora?, esfuércese por contar con alguien que sepa lengua de señas, lo otro muy importante es que haya un símbolo que le permita a la persona sorda ubicarlo inmediatamente y saber que allí existe alguien que conoce la lengua de señas, o que tendrá más tiempo para escribir la palabra o que comprenderá su disfonía de la voz, sin discriminar por ello como un retraso mental u otra cosa.
Nosotros los sordos, tambien discriminamos por nuestras diferentes oportunidades educativas, y capacidades auditivas, por ello les pido pensar un poco sobre la importancia de darse cuenta que ser hipoacúsico (o medio sordo), que hay distintas capacidades y habilidades y que las oportunidades nuestras, no han sido las de todos, por un permanente prejuicio social que aún como país no ha sido superado, conozco sordos que se averguenzan de ser sordos y prefieren ser pseudo oyentes, pero lo cierto es que después de muchos años, despues de darme cuenta de que vivir con la impotencia de no oír, de no entender, vivir con el stress de escuchar no es sano para nadie, pues somos como cualquier persona con todos los defectos y virtudes, pero con unos tremendos deseos por comunicarnos, una tremenda ganas de participar, de ser considerados y respetados.
Blanca Luz de camucet
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