Pincho, Alexia, Moxi o Sims son perros señal, un tipo de animal guía o asistente que ayuda a personas sordas. “Escuchan un sonido, lo identifican y avisan a la persona que vive con ellos” explica Cris Carles, responsable de Askal, una asociación barcelonesa sin ánimo de lucro que se dedica a entrenar perros para usuarios con pérdida de audición, para que les adviertan de sonidos. “Así, les ayudan a sus dueños a controlar el entorno –matiza Carles– que de esta forma tienen la seguridad de que si hay algún sonido a su alrededor, sobre todo cuando no es habitual, el perro les va a avisar”.
Los perros son adiestrados por expertos del propio colectivo, o de otros que prestan su colaboración, durante un periodo de entre dos a cuatro meses y “siempre en positivo”. Es decir, que los animales nunca reciben ningún tipo de castigo, sino que aprenden mediante el premio a sus avances, con lo que interiorizan las instrucciones con más rapidez y de forma placentera.
Así, reciben dos tipos de formación: la obediencia básica general, “lo que les hace ser buenas mascotas y comportarse socialmente, caminar junto a su dueño o responder a ciertos comandos” comenta la portavoz de Askal, y el entrenamiento específico como perro señal, en el que “aprenden a avisar de ciertos sonidos como distintos timbres, ruidos en la cocina, el interfono, un mensaje del móvil o también algún otro sonido que no sea normal, como el llanto de un bebé porque para un padre o una madre sordos, por ejemplo, es terrible no saber si su hijo llora por la noche”.
Cuando el can escucha alguno de estos sonidos, acude hasta su compañero humano, realiza una señal aprendida como tocar con su pata el pie o subirse con sus patas de atrás y, en el caso que sea posible, lleva la fuente de sonido hasta la persona. En el caso de un sonido peligroso, como una bocina de un coche cuando se está en la calle, el perro salta con sus dos patas delanteras para advertir y frenar a su dueño.
NO SOLO A PERSONAS SORDAS
Y es que Cataluña es la única comunidad del Estado en la que este tipo de animales asistentes tienen derecho de acceso público con lo que pueden acudir, junto con su dueño, a lugares y transportes públicos, espectáculos, restaurantes, centros comerciales, etc.
Un logro para el 2,5% de la población, el índice de personas sordas que existen en el país, según la Confederación Nacional de Sordos de España (CNSE), entre los que la difusión de este animal señal aún no está muy extendida, pero su demanda crece muy deprisa.
Como indica Carles, sus beneficios son múltiples pues las personas sordas “pueden tener mayor dominio sobre su entorno al poder controlar los sonidos y mayor independencia” y de forma añadida, como provecho indirecto, “una disminución del estrés y del sentimiento de soledad, la facilidad de formar más contactos sociales y mejoras en la salud psicológica e incluso fisiológica”.
Pero esta entidad no solo atiende peticiones de usuarios con sordera o problemas auditivos, sino que entre sus solicitantes se encuentran muchos menores de edad sordos, autistas o epilépticos y personas mayores oyentes que han ido perdiendo su capacidad auditiva y que se benefician de los servicios de un perro señal, de su compañía “o de su afecto y el ejercicio que la mascota insta a realizar a su dueño, lo que está demostrado que mejora su salud” añade Carles.
Por otra parte, Askal entrega a los perros de forma totalmente gratuita, lo que también ha hecho que se incremente la demanda, también para formase como educador canino en esta modalidad. De hecho, Askal celebró el año pasado el primer curso especializado en entrenamiento canino para personas sordas de España con el que formó a varios de estos profesionales.
Por otra parte, su labor no acaba ahí, sino que también promueve la concienciación animal pues todos los perros con los que trabajan y que entrenan están rescatados de refugios y protectoras a donde llegaron abandonados o maltratados.
Fuente: www.xornal.com
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