miércoles, 26 de diciembre de 2012

Usar auriculares puede ser tan dañino como el ruido de un avión

Subir demasiado el volumen al usar auriculares para escuchar música puede dañar la capa que recubre las células nerviosas del oído, lo que puede causar una pérdida de audición temporal, según ha descubierto un estudio. Al usar auriculares, los reproductores de audio individuales pueden exponer al oyente a niveles de ruido que equivalen a los que generan los motores de un avión. Se sabe que un nivel de sonido que supera los 110 decibelios causa alteraciones auditivas, como la pérdida auditiva temporal o el tinnitus (zumbidos en los oídos). Por primera vez, se ha podido observar el daño que esto produce en las células auditivas. Subir demasiado el volumen al usar auriculares puede dañar la capa que recubre las células nerviosas del oído y producir una pérdida de audición temporal, según ha demostrado un grupo de científicos de la Universidad de Leicester en el Reino Unido. Recubrimiento de las células nerviosas´ Las células nerviosas que trasmiten las señales eléctricas del oído al cerebro están recubiertas por una capa llamada mielina, la cual es esencial para que estos impulsos viajen a través de las células. La exposición a ruidos altos, es decir, por encima de los 110 dB, puede destruir este recubrimiento e interrumpir el traspaso de las señales eléctricas. Así, las neuronas no pueden enviar la información al cerebro de forma adecuada. Sin embargo, la capa que recubre estas neuronas se puede regenerar, lo que permite que las células puedan volver a funcionar con normalidad. En estas ocasiones, la pérdida de audición es temporal y se puede recuperar totalmente la audición. Pérdida de audición reversible La Dra. Martine Hamman, del Departamento de Fisiología Celular y Farmacología de la Universidad de Leicester e investigadora principal del estudio, explica: “Ahora entendemos por qué en algunas ocasiones la pérdida de audición puede ser reversible. Descubrimos que, en mitad de las células analizadas, el revestimiento del nervio auditivo había desaparecido, era como si se hubiera pelado el cable eléctrico que une a un amplificador con el altavoz. Este efecto es reversible, y trascurridos tres meses, se recuperaba la audición al igual que se regeneraba la capa que recubría el nervio auditivo”. El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

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