miércoles, 26 de diciembre de 2012
Atresia y microtia
Algunos bebés nacen sin el conducto auditivo externo o con una malformación del mismo, lo que provoca que padezcan problemas auditivos.
Cuando el conducto auditivo externo no se desarrolla se conoce como atresia aural congénita. Es un defecto que está presente al nacer y suele ir acompañado de malformaciones tanto en los huesecillos del oído medio como en el pabellón auditivo externo.
Otro defecto congénito de nacimiento es la microtia, que consiste en un crecimiento anormal o malformación del pabellón auditivo externo. Existen varios grados que pueden variar de una malformación leve a prácticamente una ausencia total de la oreja, con tan solo una pequeña porción de piel o cartílago en su lugar. La microtia suele ocurrir junto con la atresia, sin embargo, la atresia puede darse de forma aislada, en estos casos, la oreja parece normal pero se carece de conducto auditivo.
En la mayoría de los casos de atresia, un revestimiento óseo separa el conducto auditivo externo del resto del oído, lo que causa una pérdida de audición. En casos de atresia total, hay una ausencia total del conducto auditivo externo, es decir, hay una obstrucción completa del orificio externo en la piel. En otros tipos de atresia se evidencia un canal auditivo externo pequeño y malformado que muestra un estrechamiento anormal del conducto.
Cirugía
En muchos casos se puede optar por el tratamiento quirúrgico. Depende de distintos aspectos y normalmente la operación no se realiza hasta los cuatro años de edad. Una alternativa a la cirugía es el implante auditivo de conducción ósea, con el que se consigue superar la obstrucción del conducto auditivo y llevar el sonido al oído interno.
Fuente: http://www.earsurgery.org
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