jueves, 2 de febrero de 2012
Por un Carnaval sin barreras
Una intérprete de lengua de signos acompaña desde hace tres años al coro de Triana para reivindicar el derecho de las personas sordas a disfrutar de la fiesta como cualquier otro
Rocío, a la izquierda del escenario del Gran Treatro Falla durante la actuación del coro 'El nombre de la rosa'. /DMR
Se llama Rocío, es gaditana afincada en Sevilla y desde hace tres años acompaña al coro de Triana en el Gran Teatro Falla. No canta ni toca ningún instrumento, pero es una componente más con una misión muy concreta, acabar con las barreras que impiden a las personas sordas aficionadas al Carnaval disfrutar de esta fiesta.
Esta iniciativa surge del ahora director del coro, Víctor Hernández, entonces componente, en 2010, cuando supo de la profesión de Rocío, hija de uno de los componentes del coro, y le propuso formar parte del mismo. Con esto pretenden, según cuenta la propia intérprete, "reivindicar de alguna forma que las personas sordas también tengan acceso a la cultura y a esta fiesta".
Además, su papel en el coro de Triana no se queda en las tablas del Falla. Les acompaña también en todas sus actuaciones para acercar las letras de su grupo a los que lo necesiten "porque las personas sordas tienen derecho a disfrutar de esto como cualquier otro". Recuerda, por ejemplo, que el pasado año "en el carrusel del Tío de la Tiza nos encontramos con un grupo de personas sordas que se acercaron y pasaron un buen rato bailando con nosotros".
Encontrar el cariño de la gente es la recompensa, pero para llegar ahí "hay mucho trabajo". Rocío es la encargada de interpretar las letras, músicas y movimientos del coro al lenguaje de signos y ensaya al mismo ritmo que ellos durante cuatro meses. Todo para demostrar que con voluntad se encuentran los caminos para superar cualquier barrera.
Así interpreta Rocío el segundo tango de 'El nombre de la rosa' ( ver video )
http://www.diariodecadiz.es / DIEGO MARCHÁN /CÁDIZ
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