lunes, 25 de julio de 2011

Se expande la enseñanza del lenguaje de señas


Cada vez más gente aprende el lenguaje de señas en la región. Profesionales, docentes y sobre todo jóvenes buscan adquirir esta lengua para comunicarse con las personas con capacidad auditiva reducida.



Paralelamente a la oferta y demanda de cursos y talleres, las personas sordas van insertándose en universidades, colegios terciarios y espacios académicos, hasta ahora restringidos para ellos. Este fenómeno hizo además que la lengua de señas amplíe su vocabulario.

En Neuquén se están debatiendo en el Concejo Deliberante de la capital y en la Legislatura provincial, dos proyectos para incluir intérpretes en lenguaje de señas y el sistema Braille en todas las dependencias públicas (ver aparte).


Antes sólo lo aprendían los docentes, ahora el interés atraviesa a más sectores.



Las personas que no pueden oír se ven limitadas en actividades de la vida cotidiana tan necesarias como explicarle a su médico los síntomas de una enfermedad, o realizar un trámite en una dependencia pública, o en una ciudad desconocida consultar por una dirección, realizar la compra de un inmueble, consultar a un abogado. Todo es complicado si no cuentan con un intérprete en lenguaje de señas.

Estas realidades tienen su contrapunto en el incremento de la asistencia a los talleres y cursos de lenguaje de señas que se dictan en la región del valle. En la sede de la Universidad de Flores, en Cipolletti, se dicta desde hace diez años un curso de 180 horas. También se dictan cursos en asociaciones de sordos, ONG y entidades intermedias.

"Cada vez más la gente se acerca a aprender la lengua de señas. Los primeros fueron los docentes, algunos profesionales, pero desde hace un tiempo la gente que ni siquiera tiene un familiar con sordera se inscribe en los cursos. Es destacable además la cantidad de jóvenes que asisten", comentó Pablo Baldrich, intérprete de sordos y profesor a cargo de estos cursos.

Baldrich consideró que este incremento de los interesados en aprender el lenguaje de señas, se debe a que cada vez más las personas sordas conquistan nuevos espacios, sobre todo los académicos. Un ejemplo claro es lo que sucede en un colegio terciario de la ciudad de Neuquén.

El Instituto de Formación Docente Nº 4 tiene entre su alumnado que cursa el profesorado en enseñanza primaria, personas sordas. Esto requirió que la institución capacitara a su personal en la lengua de señas.

"Hasta ahora la lengua de señas llegaba hasta el secundario, pero a partir de que los sordos están ingresando al nivel terciario de educación, la lengua tiene que modificarse, incluir otra terminología que antes no se usaba, en materias pedagógicas, filosóficas. Una lengua sirve para decir todo lo que uno quiera, pero sólo lo que uno quiera decir. Para lo que uno no tiene necesidad de hablar no existen palabras. El lenguaje de señas se va ampliando a medida que los sordos van ingresando a otros ámbitos", explicó Baldrich.



Con estructura propia
El lenguaje de señas es para los sordos su lengua madre y como cualquier otra lengua tiene su propia estructura gramatical, su vocabulario y formas de composición.

En Argentina se está instalando cada vez con más fuerza como "segunda lengua", comentó el intérprete de sordos Pablo Baldrich, quien dicta cursos de lenguaje de señas en Cipolletti, Neuquén, San Luis, Buenos Aires, Comodoro Rivadavia y Viedma, entre otras ciudades.

"A esto debe sumarse la tendencia mundial en materia de educación que plantea un modelo bilingüe y bicultural, que presume la creación de un entorno lingüístico apropiado a las formas particulares de procesamiento cognitivo y comunicativo de los niños sordos", agrega el especialista en los fundamentos de su plan de estudio.

Pero aprender este lenguaje no es sólo adquirir las habilidades para representar cada una de las señas. Se requiere además tomar conciencia del entorno no verbal que encierra este lenguaje; comprender el mundo en que se mueven las personas sordas y que para ellos el lenguaje de señas es su lengua "natural".



Intérpretes en los organismos públicos


El Concejo Deliberante y la Legislatura neuquinos discuten dos proyectos para incluir en las dependencias de la administración pública intérpretes de lengua de señas y señalizaciones e indicaciones en Braille.

El concejal de PJ Darío Martínez presentó un proyecto que establece "la obligatoriedad de capacitar e incluir dentro de la planta de personal del edificio municipal, dos personas capacitadas en el lenguaje de señas e instálese un cartel indicativo de las distintas dependencias municipales que deberá estar escrito en sistema Braille".

Por su parte la diputada del Movimiento Popular Neuquino, Elizabeth Obregón, presentó ante la cámara una propuesta similar. " Todos los organismos públicos provinciales, en los lugares claves deberán contar con agentes que conozcan la lengua de señas con el fin de lograr la accesibilidad a los servicios de las personas sordas o con capacidad auditiva disminuida", dicen el texto del proyecto de ley.

Ambas propuestas coinciden en que los intérpretes en lenguaje de señas deben ubicarse en mesas de entradas, oficinas de atención al público y en todas las dependencias donde se realizan trámites de rutina, como pago de impuestos, presentaciones, trámites personales.

Ambos proyectos se encuentran en sus respectivas comisiones para ser discutidos.

"Una inclusión real de las personas con discapacidades, una real igualdad de oportunidades y derechos", son los fundamentos en los que coinciden ambas propuestas.

El proyecto de ley de Obregón propone que se sumen a estas disposiciones comisiones vecinales y entidades privadas.


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