viernes, 4 de noviembre de 2011
Berta Tarrida, un talento sin palabras
* Pese a no oír desde que nació, ha sido titular en la selección campeona de Europa
* Lee los labios cuando le hablan, pero lleva un brazalete que vibra para avisarla
* Como no oye, nunca le afecta el ambiente y es una experta lanzadora de penaltis
Desde que vino al mundo el 24 de enero de 1992 en Sant Sadurní d'Anoia, Berta Tarrida no ha podido escuchar nunca el sonido de los patines cuando derrapan sobre la pista o el del stick cuando golpea la bola, tan típicos del hockey patines. Pero ser sorda de nacimiento no le ha impedido hacerse un sitio en la elite de este deporte y, a sus 19 años, ganarse la titularidad en la selección española absoluta que el pasado sábado se proclamó campeona de Europa en Cronenberg.
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Berta Tarrida, campeona de Europa / RFEP
Berta, hija de Ton Tarrida, un ex jugador de hockey patines que militó durante muchos años en la máxima categoría en el Noia, el Igualada y el Piera, lleva este deporte en la sangre y ha superado los éxitos de su propio padre. Pese a su discapacidad, siempre se mostró como una niña con muchas ganas de aprender y se inició en el hockey rodado a los 4 años en el colegio Sant Josep de Sant Sadurní, donde comenzó a jugar con niños. Su carrera fue meteórica. A los 13 debutó en el primer equipo femenino del Noia Freixenet y ganó su primer Europeo sub-16, título al que después siguieron tres más, y a los 15 debutó en la selección absoluta en el Europeo de Alcorcón con una medalla de plata.
En 2010, cuando era una de las estrellas del CP Vilanova, fue convocada para el Mundial de Alcobendas, en el que ganó la medalla de bronce, pero su consagración definitiva ha llegado en el Europeo de Cronenberg, en el que se convirtió en una pieza básica en el equipo titular de Alberto Mazón, el técnico asturiano que se estrenaba como seleccionador femenino. "No oye nada, pero lee perfectamente los labios de las personas y tiene una percepción de las cosas totalmente diferente, ya que se guía esencialmente por la vista y la intuición. El problema para hacernos entender es más nuestro que de ella, que lo lleva todo con una gran naturalidad y es más lista que los ratones 'coloraos'", dice Mazón, que en los tiempos muertos sólo tiene que hablarle mirándole a la cara para que ella le lea los labios y lo entienda todo.
Eso sí, durante el partido siempre tiene en la mano un impulsor de ondas conectado a un brazalete que Berta lleva en la muñeca y que vibra para avisarla cuando quiere que la mire para darle instrucciones concretas. "Fue una experiencia muy enriquecedora y Berta me demostró que los límites los ponemos los demás, no ella. Estuvo integradísima en el equipo, de la que fue una más, y jugó a la altura de las mejores, defendiendo a un gran nivel y goleando con facilidad. Se ganó la titularidad a pulso", añade el seleccionador.
El campo de visión, su secreto
Marta Soler, la capitana de la selección, ya tenía experiencia de jugar junto a Berta y por encima de todo destaca su inteligencia. "Lee muy bien los partidos y ha desarrollado una virtud muy importante. Siempre juega con la cabeza levantada y ello le permite tener un campo de visión muy amplio, mucho más que cualquier otra jugadora", dice la igualadina. Y pese a no oír, sabe perfectamente cuando el árbitro ha pitado o se ha detenido el juego. "Tiene un sexto sentido. No oye, pero por muchos otros detalles que a todos los demás nos pasan desapercibidos sabe cuándo pitan los árbitros", explica Marta, que descubre otra cualidad en el mundo silencioso de Berta. "Como no oye nada, no se pone nunca nerviosa. No le afecta si el público grita mucho o no. Ella va a lo suyo y tiene un temple de hierro hasta el punto que se ha revelado como una gran lanzadora de penaltis y faltas directas. Como con el nuevo reglamento los árbitros indican con las manos y no con el silbato cuándo se puede mover la jugadora que lanza, es ideal para ella. Y con la tranquilidad que transmite, se ha convertido en una especialista", asegura.
A la Copa América y al Reus
La fortaleza mental de Berta es tan grande que su mejor campeonato ha llegado el mismo año en el que ha perdido a su madre, con la que vivía en Igualada. Ahora vive con su padre, que es carpintero en Sant Sadurní d'Anoia, y cuando a finales de la próxima semana vuelva de jugar la Copa América con la selección catalana en Sao Paulo se irá al Reus para jugar la OK Liga femenina con el equipo rojinegro.
Le han buscado un trabajo en el Decatlón de Vila-seca con el que se ganará un sueldo y vivirá en un piso junto a otras compañeras del equipo, que tendrán la diversión asegurada porque, lejos de encerrarse en sí misma por su discapacidad, Berta es una chica muy divertida. "Es muy simpática y, aunque no puede hablar porque nunca ha escuchado una voz humana, intenta emitir sonidos e incluso canta a su manera la canción de guerra del equipo", explica Marta Soler, aún alucinada con los bailes que se marcó en la discoteca a la que fueron a celebrar el título. "'Escucha' la música por medio de las vibraciones y baila con un estilo y un ritmo que ya nos gustaría a muchas", concluye la capitana.
Carles Gallén // http://www.mundodeportivo.com
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