sábado, 13 de agosto de 2011
Dos peregrinos sordo-ciegos llegan desde Irún en 13 días
Un voluntario de la asociación de personas sordas de Santiago les apoyó en el trayecto, que siguen hasta Fisterra
El vigués Gerardo Fernández y el burgalés Roberto García, dos personas sordo-ciegas, peregrinaron desde Irún a Compostela en 13 días. A mediodía de ayer llegaron a la plaza do Obradoiro, donde les esperaban amistades, familiares, y una representación de la Asociación de Personas Sordas de Santiago, que apoyó la expedición con un voluntario, Luís.
Gerardo y Roberto hicieron el recorrido en sendos tándem, al lado de Javier y Esther, respectivamente, dos guías-intérpretes que les ayudaron a comunicarse, y en bicicleta de apoyo les acompañó Luís todo el trayecto.
A su llegada lo que más repetían eran sentirse «contentísimos» y «muy emocionados» por la experiencia, aunque no finalizó aún, pues hoy parten de nuevo, para acabar en Fisterra.
«Estamos moi emocionados por ter chegado, foi unha experiencia moi positiva», manifestaba Gerardo, a través de una intérprete de la Asociación de Personas Sordas compostelana, que también les aguardaba.
La prueba resultó muy dura, admitía. Tuvieron tres días de mal tiempo, especialmente uno, en Cantabria, porque les llovió continuamente.
Además, otro problema fueron las continuadas cuestas y los escasos tramos llanos. En estos enfrentaban el inconveniente de que pegaba más el sol y lo hacía especialmente difícil.
Gerardo se comunicaba con Javier a través de las manos, mediante un lenguaje de signos adaptado.
Para Gerardo fue su tercer Camino de Santiago: el primero lo realizó en el 2009, la ruta francesa, desde Roncesvalles; en el 2010 vino desde Madrid, y ahora desde Irún. Roberto también lo hizo tres veces.
Camino de los sentidos
A esta ruta la denominaron El Camino de los Sentidos, para rememorar el documental de Víctor Bello con ese título, del 2009.
Según explicaba Javier, el acompañante del peregrino vigués, al ser este sordo y ciego no oye ni ve bien, pero utiliza con ventaja otros sentidos, como el olfato y el tacto: al oler y tocar experimenta sensaciones diferentes y del mayor interés para todos: «no puede disfrutar un amanecer o una puesta de sol, pero sí nota el calor del sol y percibe el olor del mar o del bosque, y a veces incluso consigue anticipar lugares que nosotros tardábamos más en percibir, como ocurrió recientemente al pasar cerca de un bosque en Sobrado», indica Javier.
Miguel Dorado, secretario de la Asociación de Personas Sordas de Santiago, acudió al Obradoiro a felicitarles. Con él estaba Jaime Fernández, quien antecedió a José Antonio Pais en la presidencia de este colectivo en la ciudad.
J.Gómez / http://www.lavozdegalicia.es
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