sábado, 13 de octubre de 2012
Nancy Gladys Cortez se define como una militante de los derechos de los sordos. Desde hace seis años participa del Acto Central de la Vendimia en el teatro griego.
Ella es una de esas personas que encontró, por obra de Dios, del destino o vaya a saber de qué, su gran pasión después de los 40 años. Antes se dedicaba a administrar consorcios. Había llegado un momento de su vida en el que tenía todo lo que alguna vez soñó. "Y fue ahí cuando empecé a preguntarme: ¿a quién puedo devolverle tanto de todo lo bueno que yo he recibido?", recuerda Nancy Gladys Cortez, que hoy es intérprete superior de lengua de señas argentina. ¿Cómo terminó en esa actividad? Así lo cuenta en esta nota...
"Estaba en está búsqueda, preguntándome qué podía hacer por alguien que tuviera algún tipo de necesidad. Y un día fui al almacén a comprar huevos, que en ese entonces los envolvían en papel de diario. Cuando llegué a mi casa desenvolví el paquete y vi un aviso que decía ?aprenda lengua de señas'. Fui a una clase y ahí tuve mi primer contacto con una persona sorda", relata Nancy, que empezó tomando cursos en el Instituto Cervantes. Y luego obtuvo su título actual en la UNCuyo. En total, hace 14 años que la mujer comparte su camino con la comunidad sorda.
Hoy por hoy, las actividades que Nancy realiza para ayudar (y enseñar) a la población de personas con discapacidad auditiva son múltiples; van desde dar clases hasta interpretar una obra de teatro. Lo primero lo hace en un CENS de ciudad, al que asisten 40 alumnos sordos. "Son más de 300 estudiantes los que cursan allí. El abanderado es un chico sordo", acota con orgullo, la señora que bien puede definirse como una militante de los derechos de los sordos.
Es que desde que empezó con esta profesión, Nancy vive abocada a dar lo mejor de sí para que estas personas salgan del anonimato. "Es una comunidad muy oprimida y muy sola. Si bien no hay un censo que defina qué cantidad de habitantes sordos vive hoy en Mendoza, se estima que son alrededor de 4 mil", calcula la especialista, que está dedicando sus sábados por la noche a interpretar la obra de teatro "Justo en lo mejor de mi vida" (ver aparte).
-¿Por qué se le ocurrió interpretar una obra de teatro?
-La comunidad sorda no va al teatro, al cine, no participa de ningún evento cultural porque, claro, no están pensados para ellos y no los contemplan. Entonces, nosotros como intérpretes (son 12 los que tienen título) todo el tiempo buscamos participar en este tipo de espectáculos. Nos ofrecimos con el grupo El Fondo (encargados de la puesta en marcha de dicha obra) y nos dijeron que sí. Estamos muy contentos porque a los sordos que asisten los ubican adelante, donde pueden verme bien y apreciar la obra al mismo tiempo.
-¿Cómo se prepara para interpretar este tipo de encuentros artísticos?
-Lo primero que hago es pedir el guión. Leo toda la obra y luego voy a verla a los ensayos. Te diría que casi que me aprendo el papel de todos los personajes y voy dando el sentido que los actores tienen. A ver "Justo en lo mejor de mi vida" empezaron yendo 4 chicos, ahora son 12 de entre 16 y 60 años. Verles la carita, como disfrutan, como dicen ?bravo' es lo más lindo que hay.
También, Nancy tiene otras dos actividades que realiza desde hace unos seis años: interpreta la Fiesta Nacional de la Vendimia y la apertura de sesiones ordinarias de cada 1 de mayo. "He participado en el Acto Central y en varias departamentales. Para mí, Vendimia significa subir al cerro en el mismo colectivo que van los artistas y bajar con ellos. Sólo que mi nombre no aparece en ningún lado", cuenta sin perder las esperanzas de que en algún momento su trabajo sea reconocido.
-La repercusión mediática que tuvo la intérprete de la presidenta Cristina Fernández (conocida como "La Muda"), ¿los ayudó en algo?
-El trabajo de Mabel Remón (así se llama la intérprete) ayudó en el reconocimiento de la lengua de señas. Gracias a ella hoy se la está empezando a reconocer como una lengua más. De todas formas, hay que seguir peleando por obtener mejoras y reconocimientos. En Mendoza, estamos luchando por la reglamentación de la ley 7.393, aprobada desde 2005.
La legislación
La norma de la que habla Nancy "tiene por objeto la supresión de las barreras comunicacionales existentes entre la comunidad de personas sordas y el resto de la sociedad, mediante el reconocimiento de la Lengua de Señas Argentina, y del derecho que tienen los sordos a usarla como medio de expresión y comunicación válido".
"Queremos que se nos respete, que se reconozcan nuestros derechos lingüístico-culturales", concluye la intérprete de Lengua de Señas, que está tan comprometida con la causa que habla como si realmente tuviera la misma discapacidad que sus alumnos y gente querida.
http://www.losandes.com.ar / Ángeles L. Acosta
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