jueves, 2 de diciembre de 2010

El Hospital General incorpora una nueva técnica para tratar la sordera

El Hospital General incorpora una nueva técnica para tratar la sordera
El servicio de Otorrinolaringología implanta una novedosa prótesis que se coloca debajo de la piel y que, además de no verse, mejora los niveles auditivos convencionales y permite al paciente poder dormir con ella o practicar deportes como la natación

El servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Elche ha realizado este mismo mes el primer implante de una novedosa prótesis a un paciente con hipoacusia, es decir, con pérdida de audición.
Según los datos facilitados por el centro ilicitano, esta nueva técnica (la colocación de una audioprótesis carina), tan sólo ha sido realizada en 96 ocasiones en España. Se trata de una nueva opción de tratamiento de los problemas de pérdida auditiva. "No se trata de un audífono ni de un implante coclear, sino que esta novedosa y revolucionaria tecnología es una audioprótesis que rodea completamente el canal auditivo y la membrana timpánica, superando las limitaciones anatómicas y físicas que impiden a la terapia convencional ofrecer una funcionalidad auditiva máxima a la población con discapacidades auditivas que van desde los niveles moderados a los graves", según el doctor Vicente Cantó, otorrinolaringólogo y encargado de llevar a cabo esta intervención.
El especialista explicó que "la única posibilidad de tratamiento para los pacientes con sordera neurosensorial es la utilización de prótesis convencionales (audífonos), pero estos presentan algunos inconvenientes como la imposibilidad de dormir con ellos o no poder practicar algunos deportes como la natación. En el caso de este nuevo implante esos inconvenientes desaparecen, y a ello hay que sumar que la mejora auditiva que aporta el carina es mayor que la de una prótesis convencional". Ademas, otras de sus ventajas es la estética, ya que como se encuentra debajo de la piel, deja libre el canal auditivo y no hay muestras visibles que la identifiquen.
Cantó aclaró que "el paciente intervenido permanece dos meses con el implante desconectado hasta su recuperación, algo que no es incompatible con la utilización durante ese tiempo de una audioprótesis convencional. Además, las nuevas tecnologías han permitido que se introduzcan importantes mejoras como que el paciente pueda recargar la batería mediante un sistema de bluetooth similar al de los móviles".
Los responsables de Otologics, la empresa encargada de fabricar esta moderna tecnología, aseguraron que "el sistema consta de cuatro componentes principales, el implante, el sistema de programación, el cargador y el mando a distancia. El implante está formado por tres partes principales, una cápsula que aloja los elementos electrónicos, un sistema de micrófono y el transductor del oído medio. Los promotores del sistema indicaron que " el sistema de programación está formado por un software de adaptación y diagnóstico, una bobina de radiofrecuencia y la interfaz de programación, que se lleva alrededor del cuello. Al utilizar el software de adaptación la interfaz recibe señales del ordenador a través de la conexión inalámbrica y envía las señales al implante a través de la bobina de radiofrecuencia. La programación del implante se realiza del mismo modo que la programación de las audioprótesis digitales tradicionales", aseguraron.
En cuanto al sistema de carga el usuario deberá extraer el cuerpo del cargador de la base y colocar la bobina sobre la piel, por encima de la zona de implante. El cuerpo del cargador dispone de un clip que permite engancharlo a una correa del usuario durante la carga. El tiempo de carga del implante es de una hora y deberá cargarse todos los días. Durante la carga del implante, el usuario podrá realizar las actividades diarias habituales, encender y apagar el implante, y ajustar el volumen. Cuando la audioprótesis no esté cargando, se controla a través de un mando a distancia.

Intervenciones a través de la vía ósea
El servicio de de Otorrinolaringología del Hospital General ha realizado desde 2007 un total de 25 intervenciones mediante la denominada "técnica BAHA" (Bone Anchored Hearing Aid). Esta técnica es única por su capacidad para tratar la pérdida de audición a través de la vía ósea directa y es que los implantes BAHA constan de una parte externa o procesador que actúa como un audífono y que es controlado por el paciente, y una parte de titanio que se implanta en el hueso temporal del paciente mediante una sencilla intervención. El servicio está compuesto por nueve especialistas con dos consultas en el hospital y dos más en San Fermín. Alrededor de 3.600 pacientes son atendidos mensualmente por los especialistas de este servicio

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