viernes, 21 de septiembre de 2012

Cómo afrontar la paternidad cuando tu hijo oye y tú no

Cuando una pareja cualquiera se plantea tener un hijo, las preocupaciones y los miedos son inevitables. Pero cuando además, está el hándicap de que esos futuros padres son sordos, es probable que esas dudas se acentúen aún más. ¿Qué ocurriría si tienen un hijo oyente? ¿Podría tener una educación como la de cualquier otro niño creciendo en un contexto familiar donde se comunican por lengua de signos?. Esas mismas dudas, le asaltaron a Ysabel Álvarez. Ella tiene sordera hereditaria y su marido se quedó sordo a los tres años sin saber muy bien el motivo. Toda su familia es sorda y desde siempre ha utilizado la lengua de signos para comunicarse y expresarse. Cuando se quedó embarazada estaba segura de que Adrián, su hijo, sería sordo, pero en realidad la probabilidad de que lo fuese era de un 50%. "Mi hijo ahora tiene 20 meses y es oyente. A pesar de que sabemos que no tiene ningún problema de audición, le tenemos que realizar pruebas hasta los tres años, debido fundamentalmente al caso de mi marido", cuenta Ysabel por correo electrónico.
Los miedos y las dudas son las de cualquier otra pareja de futuros padres Los expertos aseguran que los niños pueden hablar hasta en tres lenguas Con la información adecuada, la educación de los hijos es totalmente normal Los responsables del área de familias y educación de la Confederación Estatal de Personas Sordas, la Fundación CNSE, aseguran a ELMUNDO.es que el niño con las ayudas adecuadas se desarrolla de forma perfectamente normal. El carácter de la sordera no siempre es hereditario, por lo que son muchos los casos en los que padres y madres sordos tienen hijos/as oyentes. "Es una posibilidad que está ahí, que saben que puede pasar", explican. Pero el miedo, la duda y la incertidumbre de no saber cómo educar a un niño oyente se desvanecen con las ayudas que prestan las asociaciones, tanto a nivel informativo como orientativo. "En ellas encuentran un gran apoyo ya que existen servicios profesionales que les pueden orientar, otras familias sordas con hijos oyentes, escuelas de familias, etc.", explican los miembros de la CNSE. Educación y desarrollo Tal es el caso de la Federación Española de Personas Sordas del Principado de Asturias (FESOPRAS). "Ofertamos servicios que respondan a sus expectativas y necesidades, velando en todo momento para que la accesibilidad sea completa", afirma su presidenta, Cristina Sariego. No obstante, los responsables de ambas entidades aseguran que los miedos que pueden tener no distan demasiado de los de cualquier otra pareja de futuros padres. ¿Seré buen padre o buena madre? Y si se pone enfermo, ¿sabré cuidarlo? Ysabel reconoce que al principio, cuando los médicos le confirmaron que su hijo era oyente, no supo cómo actuar. "No sabía cómo íbamos a comunicarnos con él, cómo participar por ejemplo con los juguetes musicales, cómo controlar los ruidos, o qué hacer cuando viera dibujos animados [porque para ellos es difícil controlar su contenido]", relata. Ysabel se ha acostumbrado a vivir sus costumbres, su cultura y comunicación, como ella misma define. Los responsables del área de familias de CNSE aseguran que las preocupaciones de los padres al principio son totalmente normales, pero que se resuelven cuando los profesionales les indican que sus hijos aprenderán a desarrollar las dos lenguas perfectamente la de signos y la oral- al igual que un niño que se cría en un contexto bilingüe. Bilingües y hasta trilingües Al contrario de ser un inconveniente para el desarrollo del niño oyente, tener padres sordos es más una riqueza como aseguran los especialistas que trabajan en las diversas asociaciones estatales. "Al igual que ocurre con los niños y niñas oyentes que crecen en entornos familiares bilingües (español-inglés, español-francés, etc.) el desarrollo de estos niños es totalmente normalizado y no tiene por qué presentar algún tipo de desfase", afirma CNSE. Si hablamos de lengua oral, en el caso de que los progenitores utilicen la lengua de signos, los hijos oyentes crecen bilingües, pues adquieren esta forma de comunicarse, por ser la lengua que hablan sus padres, y desarrollan la lengua oral, por ser la que utilizan los demás miembros de su familia y de su entorno social: escuela, amigos, etc.. En el caso concreto de Adrián, el hijo de Ysabel, está educándose en un contexto no bilingüe, sino trilingüe. Acude a un colegio de español-inglés, en el que además también se enseña la lengua de signos. "Decidimos llevarle a un colegio donde se comunica en los tres idiomas porque para nosotros es muy importante que desde el principio conozca nuestra lengua y de que se integre con los alumnos y profesores sordos. Como padres, también es importante, ya que contamos con una total accesibilidad a la información y a la comunicación en el momento que haya tutorías o reuniones porque conocen y entienden perfectamente nuestros límites y barreras", describe Ysabel. Ahora, y a pesar de su corta edad, Adrián se relaciona con oyentes y sordos de manera paralela, sin ningún problema, y entiende perfectamente las dos lenguas. "Mi objetivo es que mi hijo lo vea todo con naturalidad", confirma. Por ello, tanto las federaciones como las asociaciones inciden en la importancia de la información y el asesoramiento al que deben acceder los padres. Las experiencias que haya tenido el padre o la madre a lo largo de su vida de cómo han vivido ellos la sordera, el nivel de comunicación que posean, el acceso a la información y la formación que hayan recibido son factores que influyen en el futuro desarrollo del niño. Recomendaciones y consejos Sobre todo, información y formación adecuada, vuelven a resaltar los especialistas. Desde la CNSE y la FESOPRAS indican unas pautas fundamentales para un buen desarrollo del niño que son: fomentar un autoconcepto y autoestima positiva de su papel de madres/padres-educadores, conseguir un autoconcepto e identidad positiva como personas sordas, contactar con otras personas sordas y con otros padres y madres que hayan vivido la misma situación, disponer de los servicios profesionales de interpretación en lengua de signos, y aprovechar al máximo las ayudas técnicas de comunicación. Desde CNSE se puede acceder a algunas publicaciones o recursos que facilitan todo tipo de información. La familia Pérez: Guía para padres sordos con hijos oyentes es una de las referencias. Otras pueden ser el Plan de Atención a las familias con miembros sordos. http://www.elmundo.es / Beatriz G. Portalatín
HABLANDO EN LENGUJE DE SIGNOS

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