viernes, 29 de junio de 2012

EL RESPETO AL MOVIMIENTO LGTB Y A LAS PERSONAS SORDAS

Un año más, el movimiento asociativo de la CNSE quiere unirse a la celebración del Día del Orgullo LGTB y reclamar un compromiso social con la diversidad. En momentos de crisis económica como el actual, apostar por una igualdad plena y real, es la única manera de preservar los derechos de la ciudadanía, y especialmente los de aquellos colectivos más vulnerables.

Uno de los rasgos que mejor definen al colectivo de personas sordas es la heterogeneidad. Asimismo, uno de los pilares en los que se sustenta su movimiento asociativo es el respeto, la solidaridad y la defensa de los intereses de todas y cada una de las personas sordas que se enfrentan a situaciones de exclusión.

Precisamente, uno de los colectivos que corre mayor riesgo de ver limitada su participación social, es el de las personas sordas Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, LGTB. Es necesario garantizar que las personas sordas LGTB accedan a la información, a las campañas de sensibilización, a los servicios de orientación y asesoramiento jurídico, los de asistencia sociosanitaria, al tratamiento para los procesos de cambio de sexo, salud reproductiva, etc. sin que las barreras de comunicación se conviertan en un problema añadido. De ahí la necesidad de que la Ley 27/2007 que reconoce la lenguas de signos españolas y los medios de apoyo a la comunicación se desarrolle e implemente de forma eficaz en todas las Comunidades Autónomas por igual.

El compromiso con la diversidad es una cuestión de derechos humanos. En este sentido, desde la CNSE reivindicamos que se de visibilidad a la realidad del colectivo de personas sordas LGTB. La sociedad no puede dar la espalda a sus demandas y anhelos. Las personas sordas LGTB son personas con los mismos derechos que toda la ciudadanía. 
En este Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional, no queremos olvidar a las personas mayores sordas LGTB. Hoy en día es difícil ser mayor. A la soledad y las dificultades económicas, se une la falta de accesibilidad de los servicios sanitarios y de asistencia para personas mayores, lo que repercute claramente en la autonomía de las personas mayores sordas. Para ellas, reclamamos la atención y el apoyo a sus necesidades, porque solo así, lograremos evitar situaciones de aislamiento e indefensión entre este colectivo.
Desde la CNSE y su red asociativa queremos unir nuestras fuerzas a las de todas las personas sordas Lesbianas, Gays, Transexuales o Bisexuales, para que juntas defendamos nuestra propia identidad como personas sordas, nuestra riqueza lingüística y cultural, y el protagonismo que nos corresponde como ciudadanas de pleno derecho.

Fuente: CNSE








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