jueves, 22 de diciembre de 2011

«No nos miren como bichos raros»


Andrés Vázquez, afectado de sordera profunda y cartógrafo, recogerá mañana uno de los premios que entrega Aspaym

«Hola. Soy sordo, pero hablo, ¿eh?» Andrés Vázquez estalla en una carcajada. Es consciente de la sorpresa que causa , ya que su apenas perceptible audífono y su perfecta dicción no hacen sospechar a su interlocutor de que está ante un joven afectado de sordera profunda. Carece del 90% de audición.



Sin embargo, como la mayoría de las personas con discapacidad acústica, Andrés es capaz de «hablar perfectamente. No es verdad que seamos mudos. Ése es un mito que todavía persiste. A pesar de lo que hemos avanzado en integración, para muchas cosas estamos igual que hace 30 años».

Lo dice por experiencia, ya que él fue uno de los alumnos de la primera aula de integración para sordos abierta en Asturias. Ricardo Vázquez, su padre y vicepresidente de la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas), además de fundador de la asturiana Adapas, recuerda cómo «un grupo de padres conseguimos que la Fundación Vinjoy externalizará una de sus clases, en el colegio Buenavista II».
Fin de la segregación

Ese fue el principio del fin de la segregación de los alumnos sordos, que ahora están integrados en la educación reglada, pero que en aquel momento «estaban condenados a no tener educación. Teníamos que pedirles por favor a los profesores que les diesen clase».
Sin perder la sonrisa, Andrés recuerda que «a mi me retrasaron dos cursos sólo porque no oía. Afortunadamente, ahora eso ya no pasa», porque la sociedad, aunque siga pensando que sordera y mudez son sinónimos, «ya sabe que aunque no oigamos, sí podemos estudiar como los demás. Hacer una vida normal. Yo soy cartógrafo y trabajo de ello».

Para acabar con todas las dudas, Adapa ha hecho llegar a todos los colegios asturianos 'Marcos el nadador', 'Nel en el acuario', 'Gnomo y sus amigos' y el más explícito de la colección, 'Oreja'. Se trata de algunos de los cuentos editados por la entidad, con el apoyo de Cajastur, y que Aspaym premiará mañana en el acto de entrega de sus galardones (18 horas, auditorio Príncipe Felipe).

Andrés Vázquez vuelve reír cuando posa con uno de los cuentos «¿qué van a decir mis amigos?», bromea, pero se muestra convencido de que son herramientas «imprescindibles para que los oyentes nos dejen de mirar como bichos raros. Que sepan cómo comportarse con nosotros. Que no por gritarnos vamos a oírles. Si quieren llamar nuestra atención, lo mejor es darnos un toque con la mano y hablarnos a la cara, para que podamos leer los labios».

CHELO TUYA | GIJÓN. / http://www.elcomercio.es

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