domingo, 11 de diciembre de 2011

«Es peor la sordera del intelecto que la del oído»


«Como lo nuestro no es visible, no tenemos las orejas más grandes, pasamos inadvertidos entre las personas con discapacidad»
José Javier García Federación de Personas Sordas


«No ponga lenguaje de signos, ¿eh? Es lengua, ya la tenemos reconocida como lengua. Y, que quede claro que trabajamos por reconocer los derechos de las personas sordas. Pero no somos personas con discapacidad, ¿eh? tenemos autonomía. Y, ¿sería posible ver la información antes de que salga publicada? ¿No? Vaya, pensaba que sí. Bueno, no importa, lo que quiero es que quede claro que las personas sordas tenemos nuestros derechos y la Administración debe cumplirlos». José Javier García suelta las frases como si de una ametralladora se tratase. Porque José Javier García habla, «puesto que ser sordo no significa ser mudo. Es un error muy común y aún hoy seguimos luchando contra esa creencia».





Los actos programados con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrado el pasado sábado, le han hecho vivir una semana muy intensa, ya que además de organizar y participar en las actividades conmemorativas, García ha seguido al frente de sus responsabilidades en la Federación de Personas Sordas del Principado (Fersopras) -donde se hace cargo de la atención a las familias- y de su trabajo como profesor especialista en lengua de signos.

El ajetreo, sin embargo, no distrae su discurso, siempre centrado en «los derechos de las personas sordas», de las que, reconoce, «como lo nuestro no es visible, -no tenemos las orejas más grandes o de otro color- pasamos inadvertidos entre las personas con discapacidad». Un colectivo en el que, no obstante, se incluyen «aunque nosotros no tenemos discapacidad, tenemos plena autonomía, aunque en una situación particular que requiere de la intervención de las administraciones».

Se refiere José Javier a la necesidad de que «las pantallas y los subtítulos se implanten en todos los servicios públicos. Es increíble que en el aeropuerto aún no exista y, por ejemplo, que sigamos sin intérprete de lengua de signos».

«Fue un accidente»

Reconoce el vicepresidente de Fesopras que esa no visibilidad de su no discapacidad ha hecho que sus demandas hayan evolucionado más lentamente que las de otros colectivos, como también que, en pleno siglo XXI, «aún hay padres que llegan preocupados porque creen que su hijo sordo no llegará a la universidad. Confunden la sordera con un problema intelectual».

Y no lo es. Su caso es un ejemplo de dónde llegar «incluso cuando no había ayudas, ni conocimiento, ni apoyos». José Javier no es sordo de nacimiento, sino que «lo mío fue un accidente. Perdí la audición a los siete años...» en una frase que interrumpe para no dar espacio a la compasión «...pero no echo de menos ningún sonido. Soy feliz así». Tanto que no contempló, en ningún momento, intentar la vía del implante coclear, «puesto que ésa no es la cura. Un implantado nunca será un oyente. Es una ayuda técnica más, pero hasta ahí».

«A Rajoy no le entiendo nada»

En su opinión, que las personas sordas tengan iguales derechos que las personas oyentes pasa «por promocionar la lengua de signos, que sea conocida en todos los servicios públicos, así como por la instalación de pantallas». Leer los labios es una opción. «Es fácil según quién hable. Por ejemplo, a Rajoy no le entiendo nada. Aprieta mucho los labios».

De hecho, cree necesario que la población oyente tenga siempre en cuenta esa facilidad de las personas sordas «porque leemos los labios sin problema y, muchas veces, vemos en los demás cómo dicen 'qué pena', cuando nos ven utilizando la lengua de signos».

No entiende José Javier García ese 'qué pena', ni tampoco que aún no sea obligatorio «el apoyo en los centros educativos». En la resaca del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el vicepresidente de Fesopras echa mano de una frase de Víctor Hugo que ha hecho suya « le dijo a un amigo sordo, no te preocupes, es peor la sordera del intelecto que la del oído».

Foto: José Javier García, en clase de lengua de signos en Gijón. :: J. PAÑEDA

Fuente / Autor: http://www.elcomercio.es / CHELO TUYA | GIJÓN.

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