miércoles, 23 de marzo de 2011

Test auditivo neonatal pasa por alto a algunos niños sordos


Por Genevra Pittman

Pasar el test de audición neonatal no es una garantía contra la sordera, según investigadores estadounidenses.

Un equipo halló que un tercio de los niños con implantes cocleares había pasado satisfactoriamente ese control auditivo obligatorio al nacer.

"Esto es importante para que todos recordemos que sólo porque un niño pase el test auditivo, no significa que estará a salvo", dijo la doctora Nancy Young, del Children's Memorial Hospital, en Chicago.

El test auditivo para los recién nacidos se implementó en la década de 1990 para que los niños sordos pudieran recibir audífonos lo antes posible si se los diagnosticaba el trastorno precozmente.

El panel de expertos del Equipo de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda controlar a todos los recién nacidos con el fin de mejorar su desarrollo. Pero los programas no serían tan efectivos.

"El problema es que la sordera es muy difícil de identificar", dijo Young. "Y cuando el pediatra la advierte o la familia se preocupa, ya hubo una demora importante", explicó.

El equipo de Young revisó las historias clínicas de casi 400 niños de Illinois con sordera diagnosticada e implantes cocleares colocados en el hospital de Chicago entre 1991 y el 2008.

Dos tercios habían nacido antes de la implementación del test general auditivo en Illinois en el 2003. Luego, la cantidad de bebés controlados pasó del 33 al 85 por ciento.

El equipo observó que haber aprobado el test demoró el diagnóstico y el tratamiento de los niños con problemas auditivos. Cuando un bebé no aprobaba el control, el diagnóstico de la disminución auditiva demoraba unos seis meses, comparado con más de 18 meses cuando sí lo aprobaba.

"Siempre habrá niños que pasen el test y pierdan la audición", dijo Jeffrey Carron, experto en problemas auditivos pediátricos del centro médico de la University of Mississippi, Jackson. Aun así, expresó su sorpresa por la magnitud del resultado.

En Estados Unidos, unos 30.000 niños sordos tienen implantes cocleares, que se colocan debajo de la piel detrás de la oreja. El dispositivo capta los sonidos del ambiente y los traduce en impulsos eléctricos, que pasan por el nervio auditivo al cerebro.

Los primeros años son un período crítico del desarrollo cerebral y el sonido es clave, indicó Carron.

Al perder la oportunidad más temprana de diagnosticar la disminución auditiva, "habrá que trabajar mucho para compensar el tiempo de desarrollo perdido, se necesitará más terapia y el niño necesitará más asistencia especial", dijo.

Es probable que un segundo control auditivo al año de vida permita detectar más niños con disminución auditiva, pero Young sostuvo que se necesitan más estudios para determinar si el costo extra valdría la pena.

Por ahora, el mensaje, según Carron, es que médicos y padres conversen sobre cuándo los bebés deben comenzar a hablar y comunicarse. Y si los padres consideran que el desarrollo es muy lento, sugirió solicitar una evaluación de inmediato.

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