viernes, 30 de noviembre de 2012

La compañía sorda "Seña y Verbo" interpreta "Música para los ojos"

El grupo de teatro sordo “Seña y Verbo” se ha llevado un palo esta semana cuando se anunciaba la suspensión del proyecto de construcción de una nuevas instalaciones para el teatro sordo en México. Pero ni siquiera eso es suficiente para detener su actividad. El grupo estrenaba hace unos días sú última producción. En "Música para los ojos" han querido hacer una obra de teatro “sobre la música que sólo pudieran interpretar actores y actrices sordos y sordas". En una entrevista, su propio autor, Sergio Bátiz, reconoce que para esta puesta en escena decidieron no utilizar lengua de signos mexicana, ni la palabra. "No se habla nada en las historias, se trata sobre las cosas que suceden y lo que hacen los personajes". Reconoció cómo los actores sordos de Seña y Verbo, Eduardo Domínguez, Roberto de Loera y Lupe Vergara, participaron en el proceso creativo, "nos juntábamos para decidir las historias que nos gustaría contar para los niños preescolares, que es a quienes está principalmente dirigida la obra, aunque es para toda la familia". Precisó que él seleccionó la música para estas historias, "los personajes los fuimos haciendo entre todos utilizando esa habilidad que ellos (los actores sordos) tienen tan maravillosa de contar las historias sin necesidad de palabras". Los tres actores sordos Eduardo, Roberto y Lupe demuestran en su actuación una extraordinaria capacidad para dar vida, muchas veces con sus manos, a los variados personajes de las cuatro historias de "Música para los ojos", entre otros un pez, un pájaro, un borrego o una nave espacial. Abre el "concierto" con Antonio Vivaldi, "La tempestad en el mar"; en esta agitada escena marina un pez diferente a los demás logra integrarse al banco de peces donde vive; cuatro medusas conspiran contra una anguila, le echan montón y resultan electrificadas, y una familia de delfines convierte aquella agitación en divertimento. Luego sigue "La pequeña fuga", de Johann Bach; parece estimular a un par de polluelos hermanos que, dándose ánimos uno al otro van aprendiendo a volar; empiezan desde cero, entrampados juntos, se ayudan e impulsan hasta lograrlo extendiendo las alas, planeando en el cielo. Web: http://www.teatrodesordos.org.mx/senayverbo/

0 comentarios:

Publicar un comentario

cntador de vistas