lunes, 30 de enero de 2012
Hijo de padres sordos en busca de un sueño ............
David Paliza (izq.), se comunica con su padre Alberto Paliza a través del lenguaje de señas durante la entrevista en el Washington Hispanic. Foto: Alvaro Ortiz/Washington Hispanic
Unidos por un amor en silencio y por las ganas de luchar por la comunidad hispana que tiene deficiencias de audición y lenguaje, padre e hijo inician una batalla para lograr que el joven David Paliza se quede legalmente en Estados Unidos y haga realidad sus sueños.
Hijo de padres sordos David llegó a Estados Unidos para reencontrarse con su padre después de 10 años y buscar ayuda para poder aceptar una invitación para estudiar en la Universidad Gallaudet en Washington DC –la única universidad para sordos en el mundo-. Desde su llegada a Estados Unidos David Paliza ha tocado puertas mientras realiza trabajo voluntario en organizaciones como Casa de Maryland para asistir a la comunidad hispana.
Considerado un niño CODA, es decir hijo de sordos, pero que posee un habla y audición perfecta, David Paliza es un excelente candidato para convertirse en intérprete en el lengua de signos americanos (ASL, por sus siglas en inglés), uno de sus principales objetivos. Actualmente David cuenta con una visa de turista, pero necesita de la ayuda de alguna organización que lo patrocine para optar para una visa de estudiante e ingresar a Gallaudet.
Al igual que su padre, David es un apasionado en el estudio del lengua de señas y desea prepararse para abogar por la comunidad sorda en Estados Unidos y en su natal Perú donde ha sido testigo de la falta de acceso a servicios.
En busca de un sueño David Paliza agarró sus maletas dejó su país natal y decidió tocar puertas para tentar a la suerte en la tierra de las oportunidades. Hijo de padre sordo y madre sorda, Paliza consiguió una carta de invitación de la Universidad Gallaudet en Washington DC –la única universidad para sordos en el mundo-, pero debido a su situación migratoria y la falta de recursos económicos podría ver truncadas sus aspiraciones.
De sus padres no heredó la sordera, pero sí la frustración de ser testigo de la falta de acceso a servicios para las personas sordas en su país de origen, Perú. Desde muy temprana edad junto a su padre aprendió el lengua de señas con el que se comunicaba con sus progenitores.
Su padre, Alberto Paliza perdió la audición a los 12 años por lo que pudo desarrollar, en parte, la habilidad del lenguaje. Esta situación le permitió alcanzar una mayor educación y convertirse en un investigador del lengua de señas en el Perú y de cómo éste se ha desarrollado en las diferentes regiones del país andino.
Por su calidad de docente e investigador Alberto Paliza consiguió una visa para venir a Estados Unidos, pero al expirar el periodo de tiempo permitido para permanecer en el país decidió quedarse en condición de indocumentado.
"Vine en busca de un mejor futuro para mi familia, pero por falta de información y de ayuda tuve que quedarme ilegalmente. Ha sido muy difícil porque mi familia se quedó en Perú y yo tuve que enfrentar no sólo el problema de mi estatus migratorio sino también mi sordera en un país desconocido", cuenta Alberto Paliza con su lenguaje entre cortado mientras su hijo David nos interpreta.
Ahora después de 10 años Alberto se reencuentra con su hijo David y juntos han emprendido una lucha para que "por lo menos mi hijo pueda tener un mejor futuro y pueda ayudar a la comunidad hispana sorda de Estados Unidos y colaborar con el desarrollo de la educación de las personas con discapacidad auditiva y del lenguaje en su país", expresó Alberto Paliza a Washington Hispanic.
Los sueños de David
David es una persona oyente que ha tenido que vivir en un mundo en silencio el cual quiere romper para hacer oír su voz y representar a los que necesitan ayuda.
El es considerado un joven CODA es decir hijo de personas sordas. Esta condición según la Universidad Gallaudet le ofrece una mejor facilidad para conducirse entre los dos mundos, el mundo sordo y el mundo oyente. Esta es una de las razones por la cual el centro educativo Gallaudet consideró invitar a David Paliza. Incluso en la carta firmada por el director del centro de programas y servicios internacionales de la Universidad, Asiah Mason alientan el espíritu y el sueño del joven Paliza al resaltar su potencial de convertirse en un líder al poder establecer su propia agencia de interpretación e incluso instaurar un programa de entrenamiento en el lengua de señas en Perú.
David desea convertirse en un experto en el lengua de señas Americano y estudiar historia para ayudar a la comunidad hispana sorda. Al mismo tiempo sueña con iniciar una abogacía a favor de leyes que promuevan la educación de las personas sordas en su país.
Pero para lograr sus sueños necesita una organización o una persona que lo patrocine para gestionar una visa de estudiante y poder aceptar la invitación de la Universidad Gallaudet. Actualmente posee una visa de turista la cual vence el próximo 25 de febrero.
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