domingo, 7 de noviembre de 2010

Los ojos también oyen

Los ojos también oyen
Para una persona con deficiencia de audición usar audífonos es imprescindible. Pero además, puede ser una ayuda complementaria aprender a leer en los labios para que una conversación sea satisfactoria.
Observar los movimientos de los labios, la mímica facial y el lenguaje corporal puede ayudar a una persona con problemas auditivos a entender lo que se está diciendo. Por supuesto, escuchar con ambos oídos y ambos ojos al mismo tiempo no se consigue de forma natural, se requiere de esfuerzo y energía.

Es aconsejable aprender a leer en los labios en grupos y entornos de apoyo. Por tanto, es una buena idea comprobar si existen cursos de lectura de labios cerca de donde usted vive. Si no existen, sería de gran ayudar buscar apoyo en su familia y sus amigos cuando intente aprender a leer en los labios con cintas de video.

El proceso de aprendizaje nunca termina. Las caras y los dialectos varían, pero cuanto más aprenda mayor confianza tendrá y mejor será su capacidad para comunicarse con el resto del mundo.

Para aprender a leer en los labios se necesita tiempo, paciencia y comprensión, pero al final merecerá la pena. Por tanto, pida siempre a su interlocutor que le mire directamente a la cara, que mantenga una posición adecuada para leer los labios y que hable con claridad.


Consejos


Consejos

A continuación encontrará algunos consejos útiles para aprender a leer en los labios:


Sitúese de forma que pueda ver con claridad la cara de su interlocutor.


Siéntase cómodo e intente estar relajado.


Intente recordar el tono del habla y el modo de articulación de diferentes palabras. Usando su memoria podrá aprender a reconocer los sonidos que ya no puede oír.

Preste atención a los movimientos de la boca, la lengua y la mandíbula del hablante. Pídale que repita o utilice otras palabras cuando no pueda comprender una frase.


Preste atención a las expresiones faciales de su interlocutor. Puede obtener información sobre el tema y el estado de ánimo de la persona a través de sus expresiones faciales.


Fíjese en los gestos del hablante, como por ejemplo, asentir con la cabeza, señalar con la mano o mirar a otras direcciones.


Intente descubrir el tema de la conversación lo antes posible. Es más fácil comprender las palabras cuando se conoce el contexto.



Recuerde que leer en los labios es una combinación de ver, escuchar y sentir. Es completamente natural que se canse con facilidad. Deje que sus ojos descansen durante unos momentos y reanude la conversación.

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