El apoyo emocional
El trabajo emocional con los padres de niños sordos es una tarea muy delicada y compleja que requiere por parte de los profesionales una formación variada: conocimiento del desarrollo infantil y especialmente del niño sordo, conocimiento del funcionamiento individual y del sistema familiar…
Es importante ser capaces de tranquilizar a los padres respecto a su papel y saber transmitirles la sensación de que no van a estar solos. No hay que olvidar que el estado emocional en el que aquéllos se encuentren va a influir directamente en la mayor o menor eficacia de las interacciones con sus hijos sordos.
Las reacciones psicológicas de los padres ante la constatación de que su hijo es sordo siguen una serie de etapas bastante comunes. Conocer estas etapas puede ayudar a determinar el tipo de intervención más adecuada en cada momento. Luterman (1985) describe las siguientes:
1. Choque emocional.
2. Reconocimiento (aflicción activa).
3. Negación (retirada defensiva).
4. Admisión o negación.
5. Acción constructiva o adaptación.
Es preciso que el asesor sea un elemento facilitados de este proceso de crisis-reacción, adoptando un papel de escucha en vez de convertirse únicamente en un suministrador de información.
La necesidad de recibir apoyo emocional está estrechamente ligada a la necesidad de información. Con una información adecuada y convenientemente dosificada los padres pueden asimilar mejor su situación, disipar algunas de sus dudas e inquietudes y manejar mejor sus propios sentimientos. Pero también es cierto que su situación emocional y las actitudes que manifiestan pueden dificultar la asimilación de la información que se les proporciona, impidiendo su necesario análisis.
Se apuntan algunas de las orientaciones que actualmente, tanto en nuestro país como fuera, se están llevando a cabo en relación a las necesidades de información y apoyo emocional que manifiestan las familias con hijos sordos.
Grupos de padres
Los beneficios que las familias obtienen cuando trabajan conjuntamente unas con otras han provocado una extensión de este recurso. Trabajar con un grupo de padres puede ser más útil que hacerlo con una familia individualmente, siempre que aseguremos de verdad que así cubrimos las necesidades de todas las familias.
La gran ventaja es que los padres pueden ayudarse unos a otros. Las familias con hijos sordos valoran el apoyo recibido por otros padres que comparten los mismos problemas que ellos, y les ayuda mucho comprobar que otros han encontrado soluciones a sus dudas, miedos o problemas.
Los objetivos de estos grupos de trabajo son:
Promover el conocimiento y la comprensión de los sentimientos que produce a los padres el hecho de tener un hijo o hija con pérdida auditiva reducir la ansiedad.
Hacer a los padres más conscientes de los sentimientos de su hijo sordo y de los sentimientos de los demás miembros de la familia.
Ampliar sus habilidades para educar a su hijo o hija sordos: adquirir conocimientos y técnicas relacionadas con su capacidad de observar, de comprender los cambios de conducta de sus hijos, etc.
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