domingo, 27 de abril de 2014

COBAYAS SORDAS VUELVEN A OÍR CON UNA TERAPIA GÉNICA

Un equipo de investigadores de la Universidad de New South Wales (UNSW), en Australia, se ha propuesto mejorar la eficacia de los implantes cocleares una tecnología que no ha avanzado prácticamente desde que fuera inventada en la década de los setenta combinándola con terapia génica. Los resultados del trabajo se publican hoy en la revista Science Translational Medicine. En un experimento llevado a cabo con cobayas completamente sordas, el equipo dirigido por Gary Housley, director del departamento de Neurociencia de la universidad y autor principal del estudio, utilizó un tipo de terapia llamada suministro electrogenético, que emplea campos eléctricos para colocar de forma precisa los genes cerca de los electrodos en la cóclea. Los científicos inyectaron una solución de ADN que contenía el denominado factor neurotrófico derivado del cerebro, una proteína codificada por el gen BDNF, en los implantes cocleares de las cobayas, y utilizaron una serie de electrodos para conducir unos pocos pulsos eléctricos cortos a la cóclea. Según explica Housley, "a las pocas horas, las células de la cóclea cogieron el ADN y empezaron a expresar neurotrofinas, proteínas que ayudan en el desarrollo de las células nerviosas". Luego se sometió a los animales a pruebas auditivas, utilizando la técnica de respuesta auditiva del tronco cerebral (ABR, por sus siglas en inglés), usada habitualmente para este tipo de mediciones en recién nacidos. Los investigadores detectaron una notable mejora en la audición. Animales que eran completamente sordos, lograron una restauración de su audición hasta niveles casi normales, indica el estudio. El placer de la música El autor principal señala además que este tipo de técnica podría ayudar en el futuro a que los pacientes con implantes mejoren la calidad de su percepción auditiva. "Las personas con implantes cocleares logran una buena comprensión del habla, pero no son capaces de percibir toda la riqueza de la gama de sonidos, por lo que normalmente no disfrutan del placer de oír música", dice. Los científicos australianos, que están ahora organizando los ensayos de la nueva técnica en clínica, creen que la nueva tecnología podría emplearse también en combinación con otros dispositivos biónicos como los electrodos utilizados en estimulación profunda del cerebro para el tratamiento de párkinson y depresión, por ejemplo. En opinión de Matthias Klugmann, otro de los autores del estudio, "el trabajo tiene implicaciones mucho más allá de los trastornos de la audición. La terapia génica puede ser adecuada para el tratamiento de las enfermedades neurológicas más devastadoras y nuestra tecnología proporciona una novedosa plataforma para la transferencia genética segura y eficiente en tejidos tan delicados como el cerebro», destaca. El trabajo ha tardado cinco años en completarse y ha contado con el apoyo de la asociación australiana Cochlear Limited. Fuente: larazon.es

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