miércoles, 20 de marzo de 2013

LA CINEASTA SORDA AYAKO IMAMURA CAPTURA EL TORMENTO QUE PASARON LAS PERSONAS SORDAS EN TOHOKU

LA CINEASTA SORDA AYAKO IMAMURA CAPTURA EL TORMENTO QUE PASARON LAS PERSONAS SORDAS EN TOHOKU Nobuko kukichi, de 72 años, no pudo oír las sirenas de emergencia que siguieron al terremoto de 9 grados de magnitud que sacudió la zona el día 11 de marzo de 2011. Tampoco pudo oír cómo la gente se avisaba unos a otros de que debían subir a las zonas más altas porque un enorme tsunami se acercaba a la costa de la región noreste de Japón, Tohoku. Kikuchi es sorda y sigue viva gracias a la ayuda de un vecino que vino a avisarla. Por suerte escapó de la ola gigante que arrancó su casa. En la otra parte de la ciudad dos personas sordas que se dirigían a un salón de belleza se salvaron por un olor extraño que detectaron después del terremoto, aún así, su casa fue destrozada y tuvieron que pasar la noche solos sin saber dónde podían ir para informarse de la magnitud del problema. Estas y otras horribles experiencias están recogidas en 3. 11 Sin sonido. También hubo personas sordas en la zona del desastre, un documental de 23 minutos publicado recientemente por la directora sorda Ayako Imamura. Imamura, de 33 años, ha realizado varias visitas a Miyagi, Fukushima e Iwate, los lugares afectados por el desastre, para conocer y entrevistar a las víctimas. Su película es un amargo recordatorio de cómo las personas con discapacidad son abandonadas durante los desastres y de cómo se les niega el acceso a la información que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Las cifras exactas sobre el número de víctimas sordas afectadas durante el desastre es difícil de conseguir. El Ministerio de Salud, Trabajo Y Bienestar Social, aseguró que 14 personas sordas que fallecieron en Miyagi, el resto de personas sordas, un total de 736 sobrevivieron. El ministerio no tiene datos sobre la zona de Iwate y Fukushima. En cambio, Imamura, en su película cita un informe de la cadena pública NHK que el número de víctimas mortales sordas fue de 75. Ahora que la directora ha terminado la película, que cuenta con subtítulos en inglés, coreano y portugués, reivindica que todo el mundo en Japón, independientemente de si es o no discapacitado, debe tener acceso a información vital, a través de sistemas de vibración o de sistemas luminosos. El mensaje que quiere transmitir en todas sus películas es claro y contundente una sociedad cuyas personas viven la vida que quieren vivir es una sociedad mucho más rica. Este es el trabajo de una mujer que desde pequeña soñó con ser directora de cine. Explica que cuando era pequeña no había subtítulos, su padre un día la vio muy triste y decidió alquilar una película extranjera con subtítulos �E. T. Desde que la vio, su ilusión es poder hacer una película con la que la gente se conmueva por la historia que explica. Con 19 años se trasladó a Nueva York para estudiar dirección técnica. Ahora se dedica a rodar películas documentales sobre la vida de las personas sordas. El documental será mostrado el próximo 3 de mayo en el campus la Universidad de Rikkyo.

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