Bellos ojos, ¡que un día me miraron!
Con los cuales, traspase montañas y llanos
Oh! ¡Dulce mirada!
En los cuales… se refleja el amor
¡Y que es, en ella, en la que me perdí!
Sin querer volver.
Tus ojos, eran la paz
Y tú mirada… la quietud de mi alma.
Cuando me mirabas yo sabía lo que querías,
Y aun cuando los mantenías cerrados
Yo sabía…que querías seguir siendo amada y besada.
En tus ojos y tu mirada tu cuerpo descansa
Y mi mirada deja de ser mía
Y solo te veo recorrer las estrellas saltar de una en una
Queriendo ser alcanzada, solo, por la ternura de mis besos.
¡Que bellos ojos!
Colocados en un rostro perfecto.
¡Cuántas veces te bese!
¿Cuantas veces, tu mirada y la mía fueron una sola?
Ganando batallas, olvidándonos del mundo
Y de los que nos separaba.
Oh, bellos ojos que al igual que yo
fundimos en una sola mirada,
que derretía el hielo y opacaba el Sol.
Las aves y el mundo… se guiaban por el calor y la luz
De aquella nuestra mirada.
Los jardines, con sus rosas jazmines y lirios
¡Con tu mirada enmudecían!
Ellas detenían el tiempo para ti
Y simulaban estar dormidas
Simulando… que no te veían.
Oh, bellos ojos
Que iluminaron mis días
¡Con un amor intenso!
¡Bellos ojos! que se pierden con el cielo
¡Y que ni el mar es su frontera!
¡Que un día me miraron!
¡Y Me quise perder en esos ojos!
¡Y me quise perder en esa mirada!
¡Una vida… entera!
Alejandro Ayala E
Kayros-poetaerrante.
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