Para los que no oyen bien
1Para conversar con otra persona, escoja el mejor lugar o, en su caso, el mejor asiento; de frente al que se dirige a usted y favoreciendo siempre al oído donde usa el auxiliar auditivo o, si no cuenta con uno, al mejor de los dos oídos.
Preste atención a la persona que le habla. Mire su boca y su cara. Esto le dará claves visuales de la conversación.
Hágale saber cuando no entiende. En ese caso, pida que le repitan lo que no entendió.
Anticipe posibles interferencias. Por ejemplo, si se encuentra en un restaurante, pida una mesa tranquila; lejos del ruido. En general, evite lugares ruidosos.
Explique a sus familiares y amigos lo que tienen que hacer para que usted los entienda mejor. Dígales de qué lado oye mejor. Pídales que le hablen de frente e indíqueles qué tan fuerte y rápido deben hablar.
Trate de tener papel y lápiz siempre a la mano para que le escriban las palabras que, a pesar de habérselas repetido, no logra entender. Esto evita que se pierda el hilo de la conversación al interrumpir excesivamente a su interlocutor.
Para los que conviven con aquellos que sufren de pérdida auditiva
Antes de hablar, asegúrese de que le están prestando atención.
Hable de frente y ponga el énfasis en el lado que la otra persona oye mejor.
Hable claro y no muy rápido.
No grite. Hable a un volumen normal, a menos que le indiquen lo contrario.
Evite los lugares ruidosos para conversar con alguien que tiene problemas de sordera. No importa si esa persona cuenta con un auxiliar auditivo; el ruido causa interferencia en el audífono.
Cuando no le entiendan, aclare la frase usando palabras más sencillas. Escríbalas en caso de ser necesario.
Use gestos para explicarse. Dé claves o pistas visuales cuando quiera cambiar el tema de la conversación.
No hable con la boca llena. No mastique chicle ni fume al hablar. Recuerde que la persona con problemas de audición se auxilia leyendo sus labios.
Sea paciente, positivo y alegre.
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