viernes, 3 de junio de 2011

mas sobre ayudas tecnicas

DISCAPACIDAD AUDITIVA

Introducción

Hay que saber oír con el Corazón

A la hora de atender de formar organizada la diversidad de ayudas que, desde un punto de vista técnico, se encuentran presentes en la vida de las personas con deficiencia autitiva podemos acudir a múltiples criterios de clasificación. Así, se puede partir de dos grandes grupos en función de su objetivo: si persiguen restituir en cierto modo la función auditiva se hablaría de “técnicas aumentativas” en el sentido de compensación; en cambio, si buscan hacer accesible toda la información circundante a la persona sorda a través de, fundamentalmente, la vía visual, o en su defecto la estimulación vibrotáctil, se hablaría de “técnicas alternativas”. En esta misma concepción hay quien diferencia las “prótesis”, incluyendo aquí los aparatos que intentan suplir la deficiencia (audífonos, sistemas de F.M., implantes cocleares…), de las “ayudas técnicas” en donde tendrían cabida los instrumentos que ayudan a las personas sordas a superar las barreras de comunicación. En cualquier caso, partiendo de los supuestos previamente tratados, todas quedarían bajo el paraguas de las tecnologías de ayuda (Hewrd, 1998).
istemas de entrenamiento

1. El SUVAG
Uno de los dispositivos más conocidos en el entorno educativo especializado para personas con sordera es el SUVAG, instrumento que forma parte de la intervención propuesta desde el método verbotonal de Guberina. De hecho, sus siglas significan Sistema Universal Verbal Auditivo de Guberina.

Dicho aparato cumple funciones de amplificador y filtrador de sonidos con finalidad diagnóstica y de intervención (Velazco, 1997).

Estimuladores vibrotáctiles
Son aparatos que recogen el sonido, especialmente el correspondiente al habla, convirtiéndolo finalmente en vibraciones cuya naturaleza depende del tipo de sonido captado. En función de las características y prestaciones puede servir para simplemente entrenar la presencia de sonido, o para llegar a apoyar el desarrollo de la lectura labiofacial al transmitir la presencia de algún sonido del habla.

Algunos modelos incorporan la posibilidad de dar lugar a señal auditiva, que irá a parar al audífono por un canal (pudiendo también conectarse a aparatos electrónicos como la radio o el televisor), además de la vibrotáctil que se conducirá a través de otro canal. Lo más común es que cada uno de los canales tenga posibilidad independiente de control de la intensidad y la sensibilidad (Velazco, 1997).

Sistemas de entrenamiento basados en software
Ante todo, la informática, o siendo todavía más concretos, los ordenadores y sus distintos periféricos, ofrecen a las personas sordas la posibilidad de potenciar el uso de la información visual. En este sentido sus fines pueden ser múltiples, comprendiendo la mejora de determinados aspectos del habla, la estimulación de niveles constitutivos del lenguaje (el vocabulario, los marcadores morfológicos, la sintaxis…), independientemente de su naturaleza oral o signada, o específicos para el desarrollo de la lengua de signos (Alcantud, 1998).
Sistemas informáticos para la visualización de parámetros del habla
En este apartado recogemos dos ejemplos de programas en cuya base está ofrecer una retroalimentación visual de la expresión oral para que la persona pueda, en ausencia de un feed-back auditivo, corregir determinados patrones relativos al modo de articulación, la entonación, la intensidad (Alcantud, 2000).

El sistema VISHA (VISualización del Habla)
La tarjeta VISHA, creada por el Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica de Madrid, compatible con cualquier ordenador PC contiene en sí misma un procesador que, en conjunción con los programas de que se acompaña puede, entre otras funciones, analizar y parametrizar la voz. En consecuencia, el sistema VISHA a través de los diferentes programas que desarrolla, es útil en tareas de estudio, educación y rehabilitación del habla (Alcantud, 2000).

De entre los múltiples programas que acompañan la tarjeta VISHA destacamos a continuación aquellos de probable aplicación en personas con alteraciones en la expresión oral a causa de una sordera:

El PC Vox es un sistema que permite almacenar unos segundos de voz para estudiarla mediante la extracción y representación de los parámetros más representativos. Estos parámetros son espectogramas, o sonogramas (de banda ancha y estrecha), que permiten la visualización del sonido en forma de onda, es decir, permiten una representación gráfica de aspectos como la entonación y la intensidad.

El ISOTON (Intensidad, SOnoridad, TONo) constituye un verdadero feedback para personas con deficiencias auditivas de los parámetros relativos a la intensidad, sonoridad y tono, ofreciendo una visualización de un modelo a imitar que puede servir como referente para la ejecución de quien esté trabajando ante el micrófono.
Como complemento al anterior, el SAS (Sistema de Análisis de Sonido), está concebido como un programa para el entrenamiento articulatorio de las vocales. Permite realizar un estudio de las articulaciones en comparación a un modelo “ideal”, configurado en función de variables de sexo y edad.

Por su parte, PC-AUD es un módulo que permite la realización de audiometrías tonales y su almacenamiento.

El visualizador fonético de IBM (Speechviewer 3.0)
Este programa, al igual que el anterior, pretende dar información visual acerca de diversos parámetros acústicos relativos al habla: presencia/ausencia, intensidad, tono, segmentos fonológicos, espectogramas…, como podemos contemplar en su menú de opciones recogido en la figura 3. Frente al anterior, cuenta con la ventaja de ofrecer interfaces más amigables para niños tanto para comprender la relación entre el fenómeno visual y oral como para la motivación (Velazco, 1997).

De entre los muchos objetivos que el programa plantea, aquellos que podrían resultar de mejor aplicación en personas sordas serían los siguientes:

Aumentar conocimiento de la presencia de sonido
Control de vocalización sostenida a intensidad especificada
Discriminar diferentes grados de intensidad y potenciar su control tanto para incrementar como para disminuir
Aumentar definición de sílabas en personas que las omiten, marcando los distintos golpes de voz
Mostrar diferencias entre sonidos sordos-sonoros
Es importante tener en cuenta que cuando hagamos uso de los ejercicios relativos a segmentos lingüísticos (precisión, encadenamiento, contraste de fonemas), el programa siempre compara la ejecución que recoge del niño/a en cuestión con un modelo. Los patrones orales de personas sordas están muy alejados de lo normativo, de modo que, aun consiguiendo producciones que para el oído humano resultan completamente inteligibles respecto a su objetivo, el programa puede estar continuamente considerándolas como erróneas al contrastarlas con el modelo. Por tanto, se debe ser muy cuidadoso en los objetivos que se persigan en niños con sordera a la hora de utilizar programas informáticos de estas características.

Software para la estimulación del desarrollo lingüístico
Son múltiples los programas que han sido creados, y que siguen surgiendo, en relación con el desarrollo del lenguaje. Muchos de ellos tienen como esquema general la presentación de estímulos gráficos a través de la pantalla del ordenador que se convierten en la excusa para trabajar determinadas áreas como el nivel léxico (generalmente deficiente en niños con sordera), la construcción de frases utilizando correctamente todos sus componentes… En esta línea cabe destacar programas como el Phonos, el Exler o el LAO (Logopedia Asistida por Ordenador) con todos sus componentes (SIFO, para la segmentación silábica y fonológica; INTELEX, diccionario que ofrece la definición de 12000 términos en lengua de signos; y EL, programa generador de entornos lingüísticos). Queda fuera de los objetivos de esta capítulo la descripción detallada de estos programas. Si bien, éste último, pensado y diseñado para el aprendizaje de la lengua oral en niños sordos, merece ser punto de reflexión respecto a uno de los puntos al inicio comentados, la rápida evolución de las nuevas tecnologías. En este sentido hemos de decir que se trata de un programa en que, a pesar de sus cualidades y méritos, el largo tiempo invertido en su desarrollo lo convirtió prácticamente en un producto desfasado para cuando se iniciaba su difusión en relación con las prestaciones que las plataformas multimedia comenzaban a ofrecer (Alcantud, 2000).

Software para el desarrollo de la lengua de signos
Es importante tener en cuenta que el hecho de que los ordenadores ofrezcan la posibilidad de un manejo ágil de la imagen, así como de su análisis pormenorizado, abre las vías al desarrollo de materiales destinados específicamente al aprendizaje y desarrollo de la lengua de signos. En esta línea cabe destacar los materiales de formación elaborados por la Confederación Nacional de Sordos, así como el diccionario de neologismos que, sin duda contribuye a la consolidación y avance de la lengua de signos para toda la población que a ella desee aproximarse. Así mismo, la propia Federación Valenciana de Sordos cuenta con materiales de apoyo para el aprendizaje de la lengua de signos que se sirven de un soporte tecnológico, este es el caso del CDRom A Signar (1999) .
Software para la instrucción de la comprensión lectora
En la misma línea del epigrafé anterior, el SIMICOLE es un sistema multimedia de Instrucción de la Comprensión Lectora que integra las facilidades que ofrecen los ordenadores modernos a la hora de integrar imagen, texto y video en los llamados hipermedia. El SIMICOLE ha sido desarrollado por la U.I. Acceso (Alcantud, F. et alt (2000) y consiste un sistema cerrado donde al alumno se le presentan textos con apoyo de un interprete de signos gravado previamente. En la figura 4 se puede observar una imagen de la interface de este software (Alcantud, 2000).

Sistemas alternativos y aumentativos de acceso a la información del entorno

Comúnmente de uso individual (a excepción de determinados amplificadores como el bucle magnético), cuya finalidad es de carácter compensatorio intentando, en la medida de las posibilidades de cada persona, restablecer hasta donde sea posible la función auditiva (Alcantud, 2000).
1. El audífono
Dentro de esta función compensadora la ayuda más clásica y comúnmente conocida es el audífono, amplificador diminuto que en el caso de algunas pérdidas auditivas puede proporcionar información sonora a la persona sorda. En las sorderas más ligeras o moderadas, el audífono puede ayudar a captar el lenguaje oral, conforme avanzamos en la severidad de la pérdida auditiva puede colaborar en la aportación de matices acústicos que en conjunción con la lectura labiofacial u otros métodos de apoyo también contribuirán a cierta comprensión del lenguaje oral. En otros casos tan sólo cumplirá la función de detección de presencia de sonido en el medio circundante a modo de alerta, mientras que habrá algunos casos donde la naturaleza de la sordera hace inviable su aplicación (Villalba, 1996).

Con respecto a las clases de audífonos, la variedad de formas y funciones aumenta en relación con el desarrollo tecnológico. Así, también pueden ser clasificados atendiendo a múltiples criterios. Si atendemos al control que ejercen sobre el sonido, a las respuestas que pueden dar para tratar el sonido y las posibilidades de control, se distinguen tres tipos:

Audífonos analógicos, poseen controles para ajustar la tonalidad, potencia y compresión, siendo su precio el más económico de entre todos los modelos.
Audífonos digitales. Procesan el sonido, lo digitalizan, dando como resultado un sonido mucho más claro y natural. Mejoran la discriminación de la palabra, reduciendo la distorsión y el ruido de fondo. Se ajustan automáticamente a los cambios acústicos del ambiente. Todas estas características favorecen la adaptación al mismo por parte del individuo. Existen en diversas versiones según donde se ubiquen:
Audífonos digitalmente programables. Son aquellos que permiten la programación por parte del usuario en función de distintos ambientes, de modo que pueden determinar su respuesta a un entorno ruidoso, al que normalmente hallan en su trabajo, en su hogar…
Otra de las formas más comunes de clasificar tipos de audífonos es basándose en el lugar en el que se sitúan. De este modo contamos con:

Retroauriculares. Se colocan en la parte posterior del pabellón auditivo, comunicándose con el canal auditivo a través de un molde auricular diferente para cada persona.
Intracanales. Son aquellos que incorporan todos los elementos dentro del canal auditivo, apenas visible desde el exterior, al contrario de lo que ocurre con los retroauriculares. Hay que tener en cuenta que estos audífonos no se adaptan a pérdidas muy severas, ni tampoco son utilizados en niños cuyo conducto auditivo todavía está sujeto a cambios por el crecimiento físico.
CIC (de inserción profunda). Se hallan ubicados por completo dentro del canal auditivo, completamente invisibles desde el exterior. Se arman dentro de una cápsula a medida de cada persona. Se extraen mediante lo que se denomina cabito extractor. Pueden ser igualmente analógicos o digitalmente programables.
1. Amplificadores de la señal acústica
Comprenden un conjunto de dispositivos que se acoplan a aparatos como el teléfono, la radio, el televisor u otras fuentes de sonido, aumentando la intensidad del volumen que puede ser regulado a voluntad del usuario. La estructura más común comprende, además del dispositivo, un cable de longitud variable que sirve de conexión para comunicar el aparato emisor del sonido con la entrada de audio del audífono.

El grado de amplificación que permite determinará lo adecuado que sea para un usuario en concreto en función de su pérdida auditiva. De hecho existen amplificadores que ni siquiera están indicados para personas que utilicen audífonos (Villalba, 1996).

Existen igualmente amplificadores por bobina de inducción que, como en el caso anterior, vienen a ser dispositivos portátiles que amplían la intensidad, si bien, incorporan características técnicas que ayudan a eliminar ruidos que dificultan o entorpecen la audición, mejorando también la calidad del sonido que se recibe. Para su uso es indispensable la utilización de audífonos preparados con bobina de inducción (Posición T) o entrada directa de audio (Villarba, 1996).

Receptores infrarrojos
Para personas con pérdidas leves o moderadas, se pueden utilizar en aquellos aparatos que posean toma de auriculares (televisión, equipos de música…) receptores de infrarrojos para el sonido. Estos se componen de un transmisor que recoge la señal de audio del aparato y la envía por infrarrojos al receptor que lleva el usuario permitiendo una llegada mucho más nítida del sonido. La mayoría de los modelos no están indicados para usuarios de audífonos, aunque sí existen algunos específicamente diseñados para éstos. También contamos con modelos que incorporan micrófono de modo que se pueden utilizar igualmente en conversaciones, además de para mejorar la audición de la televisión o los equipos de música (Villalba, 1998).

Ayudas para entornos amplios: amplificadores de bucle o aros magnéticos.
En el caso de las personas usuarias de audífonos con suficientes restos auditivos para captar el lenguaje oral, cuando nos hallamos en contextos muy amplios, donde es poco probable que el emisor se encuentre a la distancia adecuada para la sensibilidad prevista en las prótesis auditivas, tal y como ocurre en salones de conferencias, aulas, iglesias, cines…, es donde mejor provecho podemos obtener de la opción “T”, de la bobina telefónica, a través de la cual conseguiremos que la voz sea enviada directamente a cada audífono (García, 1988).

Estos sistemas, aun en distancias cortas, evitan que la pérdida de información sea muy cuantiosa en situaciones donde el emisor está en continuo movimiento, llega a hablar de lado o de espaldas, lo hace muy rápido, o no hay una buena vocalización.

En recintos o estancias amplias existe la posibilidad de instalar a su alrededor, o en determinadas superficies de la sala que posteriormente estarán reservadas para personas con deficiencias auditivas, un aro o bucle de diámetro variable capaz de convertir una fuente sonora en magnética pudiendo llegar con mayor claridad a los audífonos o aparatos preparados para la recepción de señales de esta naturaleza.

La superficie que sea capaz de abarcar estará en función de la potencia de
salida que tiene la señal desde el aro magnético, en relación directa con su diámetro. Así por ejemplo, un bucle de 1 mm. de diámetro y una potencia de salida de unos 5 W. puede ser adecuado para unos 25 m2, un aro de igual diámetro pero con una potencia de unos 33 vatios alcanza una superficie de 220 m2, mientras que bucles de 2,5 mm. y potencia de salida de 150 W. pueden cubrir unos 1000 m2. En cambio, algunos bucles pueden ser individuales, es decir ser portados por la misma persona alrededor del cuello, mejorando la calidad del sonido que se produce a su entorno inmediato. Estos pueden incluir cables para conexión directa a aparatos de TV., emisoras de FM. u otros equipos de audio.

Sistemas de FM
Las emisoras de frecuencia modulada consisten en sistemas que transmiten la señal sonora mediante ondas de alta frecuencia a un receptor que se conecta por entrada directa de audio o por inducción magnética al audífono en su posición T.

Suelen usarse también en conferencias o clases permitiendo al usuario de audífonos evitar las interferencias, reducir el ruido ambiente, disminuir el efecto de la movilidad de los interlocutores y de la distancia (Villarba, 1998).

El Implante Coclear
Desde un punto de vista técnico el “Implante Coclear” viene a ser un transductor por cuanto su función es la de transformar la naturaleza de señales físicas, en este caso desde señales acústicas, ondas sonoras, a impulsos eléctricos.

En un oído sin alteraciones, y de forma sucesiva, las ondas sonoras atraviesan el oído externo, hacen vibrar el tímpano, activan la cadena osicular (martillo, yunque y estribo), y movilizan los fluidos del oído interno estimulando las células ciliadas contenidas en la cóclea; momento en el cual se producen los impulsos eléctricos que se conducirán a nuestro cerebro para su interpretación. Así, desde un punto de vista fisiológico, nuestro oído funciona igualmente como un transductor (Villalba, 1998).

Este paso de señales sonoras a eléctricas no puede llevarse a cabo en algunas sorderas profundas debido a disfunciones en estas células ciliadas. En este caso, es el Implante Coclear quien pretende sustituir sus funciones.

Así, el implante coclear, técnicamente funciona de la siguiente forma:

Existe un “micrófono” que recoge los sonidos
Los sonidos pasan a un “procesador” que regula el nivel de corriente que se proporciona, analiza la señal de entrada desmenuzándola en tantas bandas frecuenciales como electrodos tenga el sistema y la codifica bien analógica (cada electrodo recibe la porción de señal analógica correspondiente a la banda que se le ha asignado), bien digitalmente (cada electrodo recibe un tren de pulsos de amplitud proporcional a la intensidad de la señal detectada en cada banda) según el modelo utilizado.
A continuación, la codificación del sonido pasa a través de un “transmisor”, mecanismo impulsor de radiofrecuencia, hacia el denominado “receptor-estimulador”, ubicado en el hueso mastoides detrás del pabellón auricular. Ambas partes se ponen en contacto por imanes. Este es el caso de los denominados implantes transcutáneos, más utilizados en la actualidad que los llamados percutáneos en que un
conector sale hacia el exterior del cráneo a través de la piel.
El “receptor-estimulador” transmite la información recibida a un conjunto de “electrodos” situados en el interior de la cóclea que se encargarán de estimular las fibras nerviosas del VIII par craneal que suben hacia la parte de nuestro cerebro encargada de interpretar la información de carácter auditivo.


En este caso la tecnología ha procurado grandes avances al tratar de sustituir y reproducir un determinado proceso fisiológico. De hecho, se ha recorrido mucho camino desde las primeras experiencias de implantes realizadas sobre la década de los cincuenta cuando tan sólo se aplicaba un electrodo, esto es, un canal de información, hasta llegar a la actualidad en que se suelen aplicar conjuntos de electrodos (extra o intracocleares) en un número que oscila según casos entre 4 y 22 electrodos con funciones programadas específicamente para estimular el nervio auditivo de una forma concreta, de modo que se transmita la información precisa para ubicarse dentro del rango de frecuencias conversacionales.

En cualquier caso, cabe recordar que:

No es la disfunción de las células ciliadas el único problema que causa la deficiencia de la audición, por ello no toda sordera profunda y bilateral es susceptible de solución mediante implante coclear. Es de notar que el proceso de selección de candidatos a un implante coclear implica una rigurosa evaluación. En este sentido es necesario cumplir una serie de criterios, a saber: poseer una pérdida neurosensorial bilateral profunda o total (en ausencia de malformaciones o calcificaciones en la cóclea y con capacidad de generar sensaciones auditivas a partir de estimulación eléctrica del nervio auditivo) que no obtiene beneficio de audífonos convencionales y la convicción por parte de la persona de que la mejoría auditiva que le pudiera aportar el implante le beneficiaría personal y socialmente.
Un implante coclear no restituye la audición en las mismas condiciones de un oído sano. Todavía conocemos muy poco acerca de cómo se integra la señal bioeléctrica a nivel cerebral, pero sabemos que la percepción de un implantado no es ni tan siquiera parecida a la que recibe una persona oyente.
Ayudas para mejorar la lectura labial
Se han probado diferentes soluciones a este problema, la mas eficiente es obviamente hacer una reserva de plaza para que el alumno sordo se ubique en los primeros sitios del aula con la finalidad de que tenga un adecuado campo de visión del profesor. De forma complementaria se puede utilizar también un circuito cerrado de televisión (tal como se observa en la figura 12) que enfoque la cara del profesor y amplié su imagen en una pantalla de forma que el alumno sordo, desde cualquier sitio del aula tenga una adecuada visión del profesor. Este sistema puede ser eficaz en determinadas situaciones aunque tiene como inconveniente el obligar al profesor o emisor a estar ubicado siempre en el campo de enfoque de la cámara o disponer de personal auxiliar que enfoque la misma (Villalba, 1998).

Sistemas de reconocimiento del habla
Los sistemas de reconocimiento del habla son programas residentes que permiten que el ordenador, dotado con el hardware necesario (tarjeta de sonido) pueda identificar los sonidos (fonemas) y trascribirlos sobre la pantalla del ordenador como caracteres escritos. En principio existen dos sistemas comercializados el Dragon Dictatet y el Viavoice de IBM. La aplicación de estos sistemas sobre alumnos sordos se ha experimentado en la Saint Mary’s University de Nueva Escocia (Canadá) con un buen nivel de éxito. Nosotros mismos hemos realizado una prueba con las versiones en castellano no alcanzando una utilidad satisfactoria (villalba, 1998).

El uso de estos sistemas, requiere que el locutor (profesor) entrene durante un tiempo su voz, requiere situaciones de uso no ruidosas y por último, también requiere la existencia de una persona de apoyo oyente que introduzca los signos de puntuación en el texto con la finalidad de separar unas ideas de las otras. Aunque desestimemos en la actualidad esta herramienta, sin embargo creemos que la evolución tecnología la convertirá pronto en una herramienta indispensable.

Ayudas para el hogar
Existen múltiples situaciones diarias como el timbre de una puerta, el teléfono, el despertador, o incluso el llanto de un bebé que precisarían de la audición. En este caso, para que la persona sorda sea consciente de la emisión de estos sonidos, se utilizan aparatos que se activan ante su presencia, traduciendo la señal acústica a otra modalidad sensorial, bien auditiva transformada, bien táctil, o generalmente visual a través de diversos aparatos (Villalba, 1998).

Es de vital importancia considerar estas ayudas. Que alguien pueda acceder a todas ellas significa ni más ni menos que puede desarrollar una vida INDEPENDIENTE, AUTÓNOMA.

Imaginemos la vida social de una persona sorda. Cómo podría recibir una visita en su casa si ni siquiera es capaz de saber que alguien desea entrar en ella, cómo podría mantener su trabajo si es incapaz de llegar a la hora convenida de inicio de su jornada laboral, cómo podría una pareja de personas sordas decidirse a tener un bebé si no puede dar respuesta a las necesidades que expresa a través del llanto a no ser que estuvieran todo el día vigilándolo estrechamente, cómo podrían saber mientras atienden otras tareas de la casa que el horno terminó su tiempo de cocinado… Estas y otras muchas cuestiones que encierra nuestra vida diaria, y que, al igual que el lenguaje, también nos definen como seres sociales, son resueltas a través de las ayudas técnicas que se presentan a continuación.
1. Despertadores
Para que las personas sordas sean capaces de despertarse necesitan percibir algún tipo de vibración, luz constante o destello luminoso de intensidad suficiente que les arranque del sueño. Así, existen utilidades que recogen la señal acústica del despertador y, bien conectados a un vibrador (despertador vibratorio) o a una luz (despertador luminoso), originarán respectivamente una vibración bajo la almohada o un encendido y apagado intermitente de una luz, o ambas señales de forma simultánea (despertador combinado).

Intercomunicadores o avisadores del hogar
Son sistemas que permiten recoger el inicio de una señal acústica proveniente de fuentes sonoras habituales en el hogar (teléfono, portero automático, timbre de la puerta, llanto del bebé…) convirtiéndolo según modelos en un avisador lumínico o en una vibración.

Ayudas para la comunicación a distancia
Resulta paradójico que Alexander Graham Bell diera paso a la aparición del teléfono cuando trataba de investigar soluciones a la deficiencia auditiva de sus familiares directos. Tanto más cuanto precisamente este medio, capaz de transmitir la voz sin límites de distancia, pasó a convertirse durante una época en una de las principales limitaciones que la persona sorda podía encontrar en su desempeño diario.

Con el teléfono podemos charlar con un amigo, consolidar una relación afectiva, saber de nuestra familia, facilitar nuestra vida en el hogar demandando servicios, organizar nuestro trabajo, realizar transacciones comerciales… Contar con alternativas que puedan soportar estas funciones sociales, afectivas, comerciales o laborales que el teléfono abarca resulta fundamental para una persona sorda (villalba, 1998).

1. Ayudas para el teléfono convencional
Existe un conjunto de personas con deficiencias auditivas cuyos restos u equipamientos protésicos les permiten acceder al teléfono ordinario con más o menos problemas. En el caso de usuarios con audífonos, estos pueden experimentar problemas al colocarse el auricular del receptor telefónico sobre el oído, escuchando un molesto pitido (acoplamiento), o bien simplemente no recibiendo correctamente la conversación telefónica (problemas de amplificación). Ello puede solventarse a través de la anteriormente descrita utilización de la bobina telefónica (posición T). Para ello necesita adaptar el auricular de cualquier teléfono a un pequeño aparato que va a enviar directamente el sonido telefónico al audífono, siempre y cuando situemos previamente el conmutador de encendido en “T”.
El fax
La aparición y progresiva difusión en el ámbito de las empresas del FAX, sistema que posibilita la reproducción de mensajes impresos de cualquier naturaleza gráfica, no sólo de texto; supuso en su traslación al mundo de las personas sordas una de las alternativas más extendidas para la comunicación a distancia.

De este modo, personas sordas pueden compartir situaciones de comunicación a través del lenguaje escrito, contando como inconveniente más destacado la imposibilidad para que el intercambio sea fluido en el tiempo ya que para recibir una contestación, se debe dejar de emitir.

El teléfono de texto
Para soslayar el inconveniente recién mencionado cabría el envío y recepción de texto a través del cableado telefónico. En esta línea, una de las primeras formas para transmitir texto utilizando la red telefónica fue la posibilitada por las denominadas terminales Videotex Amper. A estas le siguieron los denominados teléfonos de texto o DTS (Dispositivos telefónicos para sordos) ya sean fijos o portátiles.

Los teléfonos de textos son unas pequeñas terminales con un teclado alfanumérico y una pequeña pantalla, que permiten la comunicación a las personas sordas mediante texto a través de la línea telefónica. Los modelos difieren unos de otros en características tales como la posibilidad de contar o no con contestador automático, el número de entradas que permite la agenda, el tamaño del visor, su autonomía, el ser portátil o no, la presencia o ausencia de teclas especiales para enviar un mensaje de socorro…

Por lo que respecta a las dificultades, hay que tener en cuenta que el nivel de uso dependerá en gran medida de la capacidad que la persona tenga sobre el lenguaje oral escrito, y no hay que olvidar que muchas personas sordas, fundamentalmente aquellas que poseen una pérdida profunda y prelocutiva, presentan un deficiente dominio del mismo.

Desde el punto de vista técnico, estas ayudas presentan a día de hoy otro problema. No todos los modelos no comparten los mismos protocolos de comunicación por lo que pueden no resultar compatibles entre sí. En consecuencia, sólo pueden comunicarse utilizando esta vía dos personas sordas cuyo aparato comparta el mismo protocolo para la transmisión/recepción de la información. En caso contrario, la conexión sería imposible. Por otro lado, estos teléfonos no permiten la comunicación con la mayoría de las personas, que tan sólo tienen un teléfono convencional.

La telefonía móvil
Dentro de las últimos avances cabe destacar la posibilidad de contar con unidades de telefonía móvil que permiten la comunicación mediante texto. En concreto, los modelos Nokia 9000 Comunicator y Nokia 9110 permiten la recepción y envío continuo de texto. Además es capaz de recibir fax y correo electrónico, siendo compatible con teléfonos de texto fijos. Así, este dispositivo posibilita la comunicación a distancia por texto en tiempo real, estableciendo una auténtica conversación escrita entre comunicadores e incluso entre un comunicador y un ordenador cualquiera.

Vídeotelefono
La incorporación reciente de cámaras y monitores posibilita la aparición de modelos de teléfono capaces de sumar a la voz, la imagen. El inconveniente de estos sistemas utilizando líneas convencionales es que debido a la baja velocidad de trasmisión que soportan la imagen que trasmiten, en ocasiones se visualiza como a cámara lenta por lo que, considerando la utilización de Lengua de Signos para la comunicación, dificultaría la comprensión del mensaje. Además los sistemas que se han llegado a desarrollar imponen un reducido campo visual por lo que su utilidad es escasa.. Para que las prestaciones de este sistema fueran rentables deberíamos utilizar una línea de alta velocidad (RDSI), cuyos costes de contratación y mantenimiento, a pesar de ser cada vez más bajos, continúan siendo mucho más elevados que los de la línea analógica común. Estos sistemas están quedando obsoletos incluso antes de que se generalice su utilización debido a la aparición de sistemas informáticos conectados en red que facilitan los mismos servicios y que comentaremos seguidamente (González, 1995).
Internet y la comunicación a distancia: correo electrónico, IRC y videoconferencia.
Una forma de replicar el fax, salvo que el mensaje de texto se envía a través del ordenador, vendría a ser el correo electrónico. En muchos aspectos, el correo electrónico o e-mail (electronic mail) es similar al correo postal. Al igual que éste se utiliza para enviar cartas u otra información a gente conocida. Sin embargo, el correo electrónico, en lugar de ser repartido a domicilio por un servicio postal, se envía a través de una red de ordenadores llegando al ordenador que utiliza la persona a quien va dirigido. Una de las ventajas que plantea es que el mensaje llega a su destino en segundos, o como mucho en minutos. Como inconveniente, plantea el mismo que el fax, la falta de intercambio simultáneo de mensajes (González, 1995)..

Ayudas para el acceso a los medios de comunicación
Dentro de los medios de comunicación, el que ocupa un lugar importante respecto a las posibilidades reales de acceso frente a las dificultades que implica para personas sordas, es la televisión. Romper barreras de comunicación en este sentido pasa por dos posibilidades complementarias, el uso de intérpretes en lengua de signos y del subtitulado.

La lengua de signos es utilizada en muy pocos casos (González, 1995).

Conclusiones:

Las personas con discapacidad no son discapacitadas por su condición,

Sino por el prejuicio, la falta de accesibilidad y la discriminación de la sociedad.

Ciertamente la tarea de una sociedad equitativa no es sencilla, sin embargo, cuando se comprende y valora la labor tan importante y creativa que se realiza, es más fácil de asumir y responder con acciones responsables a este reto, superando los obstáculos e involucrando, a la vez, la propia realización personal en el campo profesional.

Bibliografía

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Heward, W. L. (1998) Niños excepcionales. Una introducción a la educación especial. Madrid. Prentice Hall.
Ruíz Paredes, C. y Sáiz Alonso, F. (1998) Informática aplicada a la rehabilitación logopédica. Minusval, 110, 14-15.
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