jueves, 9 de junio de 2011

LA COMUNIDAD SORDA E INTERNET :La comunidad Sorda e Internet: Ver el sonido y oír la imagen


Víctor Amar es profesor de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación en el departamento de Didáctica de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad de Cádiz.
(Revista “Faro del Silencio” nº 180, enero/febrero 2001, páginas 44/49.)

“La comunicación es el arte
y la ciencia de la convivencia”

José Luis Aranguren


INTERNET: RED DE REDES
Hace años, el cineasta soviético Sergei Eisenstein, cuando fue testigo del advenimiento del sonoro, comentó que a partir de entonces habría que “ver el sonido y oír la imagen”. Esta reflexión nunca perdió sentido y hoy en día, sin género de dudas, ha cobrado de nuevo cierto protagonismo. Han cambiado los tiempos. Mientras que la información y la comunicación continúan generándose, se siguen consumiendo, lo que realmente se ha modificado son los diferentes modos con que ésta se presenta y, sobre todo, el medio por el que se transmite. Sin embargo, la comunicación en todas sus manifestaciones sigue siendo una de las grandes preocupaciones de la Humanidad. Un desafío por superar. Una barrera por quebrantar.

Una de las comunidades que, gracias a la extensión de Internet, cuenta con más posibilidades para acabar con la incomunicación es la Sorda. A raíz de las prestaciones que ofrece la red de redes, entre ellas la de romper con la incomunicación y el bloqueo sensitivo de esta amplia población, puede ser una inexorable realidad. Con la utilización de Internet se normalizará la cotidianidad comunicativa, que anteriormente estaba limitada por la improbabilidad de hacerse oír.
Con Internet la comunidad Sorda podrá comunicarse no sólo entre ella, sino también con el resto de los oyentes. El hecho de escuchar se suple por la evidencia de ver en la pantalla, de manera impresa o a través de imágenes en movimiento, al interlocutor que se vale de la palabra escrita o bien de la lengua de signos.

ADAPTACIÓN: NAVEGAR POR LA COMUNICACIÓN
A través de la red no sólo navega el conocimiento y la información, sino también la posibilidad de que estas personas completen el proceso natural de la comunicación signada o escrita, pues ahora podrán relacionarse sin la necesidad de un intérprete o de tener que desplazarse a un lugar indicado para verse los unos a los otros.
Simplemente hay que imaginar una situación inverosímil. Varias personas Sordas podrían comunicarse, en tiempo real, a través de la videoconferencia. También podrían mantener una conversación igualmente “on line”, valiéndose del “chat” escrito. Ahora bien, las ventajas y riesgos, mejor que denominarlas como limitaciones o inconvenientes, radican en el uso, abuso y mal uso que se haga de ellas.

De igual modo sería conveniente establecer pautas de utilización, pues Internet puede y debe adaptarse a las deficiencias auditivas. No sería del todo descabellado que las personas Sordas conocieran, que fueran alfabetizados en este nuevo lenguaje. Por ejemplo en la actualidad es posible, cuando las personas Sordas utilizan la videoconferencia, grabar la comunicación que hayan mantenido con el objeto de usarla de la forma que ellos crean pertinente, inclusive a modo de documento visual. Igualmente cabría compartirla con otros miembros una vez que ésta haya transcurrido, o bien compartirla con oyentes subtitulándola.

No obstante, cuando utilizan el “chat” escrito, la lista de distribución, el tablón de anuncios o el simple
correo electrónico, el gran inconveniente que existe son las dificultades que esta comunidad todavía tiene para decodificar la escritura. Claro que este insoslayable riesgo se agudiza en el momento que mantienen algún tipo de comunicación escrita con los oyentes y sus conocimientos sintácticos, semánticos, gramaticales y ortográficos no están del todo adquiridos.

WEB: LA NUEVA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA
Hasta el momento no hemos hecho la más mínima alusión a la “World Wide Web”. Un amplio mosaico de sitios virtuales donde está recogido una parte muy importante del conocimiento, una especie de nueva memoria digital almacenada en un interminable libro organizado en páginas entrelazadas y en continua actualización. Un lugar que se encuentra encendiendo el ordenador que te conecta a cientos, mejor dicho a miles de entornos. Una manera contemporánea de aprender, de continuar rompiendo con la falta de comunicación que padecen las personas Sordas. Un modo de acceder no sólo a la información, sino también al aprendizaje, aquél que –párrafos atrás- aceptábamos como una necesidad para acceder plenamente a la comunicación y romper de manera definitiva con el aislamiento sensitivo.

Ahora bien, en la “web” también podríamos encontrar algunos riesgos, pues la mayoría de las veces las páginas se realizan emulando a las de los oyentes, sin detenerse demasiado en las limitaciones que, en cuanto a lecto-escritura, la población sorda aún mantiene. Sería todo un acierto que las páginas diseñadas para esta comunidad de deficientes auditivos obedecieran a unas pautas diferentes a las anteriores. Es decir, para facilitarles la comprensión escrita se abogaría por un lenguaje conciso, depurado y exacto, con oraciones simples y desprovistas de fórmulas retóricas.

De la misma manera sería conveniente, para que se lleve a cabo el ejercicio de la navegación por la “web” de modo acertado y evitando el naufragio, establecer esquemas del momento del recorrido o de la exploración multidireccional en que se encuentra, así como crear resúmenes de contenidos. Aunque también sería necesario atender al apartado estético, en relación con la discriminación cromática, la escala, los iconos significativos de enlaces, y un largo etc. de aspectos aparentemente insignificantes que resultan de suma importancia para las personas Sordas.

SORDOS: PROTAGONISTAS DE LA COMUNICACIÓN
La población Sorda tiene en Internet una amplia gama de recursos que los erige como protagonistas activos y no sujetos pasivos del venidero siglo XXI. La innovación tecnológica ayudará a que ellos mismos sean los que construyan y difundan el conocimiento en los próximos años. Además, por primera vez en la historia de este colectivo, los cambios tecnológicos serán utilizados por el propio colectivo para interrumpir el tradicional proceso de incomunicación que padece.

Internet se muestra como una herramienta interactiva, motivadora y seductora del proceso de comunicación. Estamos ante un nuevo mecanismo que propicia la conexión con otros colectivos, además de la adquisición de educación y cultura, mientras que facilita su transmisión. Sobre este último ítem cabría hacer hincapié en las posibilidades que se inician a partir de la socialización de cómo son los sordos, las problemáticas que les ocupan, de las necesidades que les sostienen… A la postre, de hacerse oír.

Internet es una herramienta integradora en la mayoría de las facetas de la vida. Cada día que pasa es más fácil la conexión a la red desde cualquier lugar (facultades, centros de estudio, bibliotecas, hogares o cibercafés). De la misma manera, sería de justicia ofrecer a sus afiliados las prestaciones con que ésta cuenta. Con Internet es posible desde mantener una correspondencia electrónica, con la posibilidad de transferir archivos, gráficos, etc., hasta ver la televisión, participar en un “chat” entre conocidos o amigos, pasando por una videoconferencia, acceder a una base de datos o realizar una búsqueda de documentación. Es decir, desde el mero divertimiento a la consulta formativa o al ejercicio informativo de leer un periódico en la red, sin soslayar el apartado comunicativo.
SOLIDARIDAD: UNA HERRAMIENTA IDÓNEA
Muy pocas son las personas que no ven en Internet una herramienta solidaria con una importante función motivadora, de difusión, de asesoramiento…Internet incentiva la capacidad de transmisión de experiencias, además de potenciar la simultaneidad y la interactividad impulsando el desarrollo de la capacidad autónoma formativa, así como ser un útil de uso sencillo y de gran inmediatez.

La información y la comunicación navegan sin fronteras y acercan a los hombres y las mujeres de diversas condiciones sociales, niveles culturales y características personales. Con Internet se han establecido nuevos escenarios para la formación e información y nuevos puntos de encuentros o comunicación. Lo presencial adquiere un rol secundario, mientras que la comunicación, en el amplio sentido de la palabra, desempeña un papel importantísimo, prioritario.

Internet es un elemento facilitador de la cotidianidad. Es, a la vez, una herramienta solidaria entre la comunidad Sorda y la Oyente. Igualmente, es un mecanismo que potencia la autonomía y fortalece los vínculos solidarios entre comunidades.
Ahora bien, como en todas las cosas de la vida, Internet también puede levantar ciertas actitudes de rechazo propiciadas por la creencia de la complejidad en su uso, la existencia de basura en la red, etc. En resumidas cuentas, cabría considerar a Internet como una herramienta idónea para la solidaridad y el desarrollo de la comunidad Sorda. Internet lleva implícito una inusitada dimensión social, económica, lúdica, de servicio, formativa y comunicativa, que la abre al siglo XXI. Establece las pautas para crear las bases en donde se lleve a cabo la verdadera accesibilidad de las personas Sordas… Para su normalización todavía más, si cabe.

COMPATIBILIDAD: MULTIPLICIDAD DE ENFOQUES
Asimismo, Internet no está reñido con la simultaneidad trabajo-aprendizaje o vicerversa, inclusive en grupo (on line). Es decir, sería acertado encuadrarlo en el contexto de la integración laboral, atendiendo a la formación que se llevaría a cabo de forma abierta, flexible y a distancia, además de la disponibilidad a la información del mercado de trabajo. En este sentido podríamos hacer extensible el uso de Internet a todas las facetas de la vida para aquellos que hemos determinado en aceptar la cotidianidad de la población Sorda. Nos encontramos ante una herramienta viable de comunicación sin necesidad de tener que estar especialmente adiestrado para utilizarla. Estamos frente a unos nuevos escenarios para la información e innovadores puntos virtuales de encuentro.

Con Internet ha nacido una nueva era comunicativa para la comunidad Sorda, aquella que tiene como denominador común la ruptura del aislamiento. De esta forma estas personas podrán comunicarse de un modo nuevo con miembros de su mismo colectivo, pero además tendrán la oportunidad de acceder a la información y mantener contactos con los oyentes. Es decir, estamos frente a una tecnología dúctil, fascinante y con unas prestaciones valiosísimas para la población Sorda. Estamos frente a una nueva plataforma de comunicación.

Sin embargo, lo más esperanzador de todo esto es que Internet no ha hecho más que comenzar, mientras que la comunidad Sorda cuenta con una amplia experiencia de carencias comunicativas y éstas han empezado a retroceder gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC).

PRESENTE: LA ESPERANZA QUE SE INICIA
De un tiempo a esta parte la vertiginosidad de las nuevas tecnologías ha sorprendido a propios y extraños. Es casi imposible seguir la secuencia de progresos e innovaciones tecnológicas. En este sentido los avances preconizan un futuro alentador repleto de esperanzas. Simplemente, añadir un dato. En la actualidad es posible, a través de la telefonía móvil, enviar un fax e, incluso, la transmisión de datos de diferente naturaleza. En un futuro no muy lejano (las previsiones apuntan para el año 2001 con unas características de uso genérico) con las nuevas tecnologías será habitual la utilización de nuestros ordenadores o nuestros teléfonos móviles como auténticas terminales multimedia, con la incorporación de pantallas táctiles o bien la utilización de videoconferencias.
Sin género de dudas, la profunda transformación que ha experimentado la comunidad Sorda se ha producido por diversas estrategias organizativas del propio colectivo, además de por la receptibilidad de la comunidad oyente y por la incesante actividad de los intérpretes (verdaderos artífices del desbloqueo comunicativo, ejes entre la población Sorda y la oyente). Ahora bien, en este triunvirato establecido a partir de la actividad organizativa de los sordos, la buena disposición de los oyentes y el quehacer comprometido de los intérpretes, cabría establecer un denominador común, aglutinante, en torno a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Estamos ante un novedoso concepto social del acto comunicativo, mínimamente excluyente, sin apenas necesidad de intermediarios, y fundamentalmente necesario para acompañar y ser protagonista del proceso esperanzador que se ha iniciado.

FUTURO: LA ESPERANZA QUE CONTINÚA
Los buenos augurios no restan zozobras sobre el futuro. El trabajo, el compromiso y las miras a un horizonte venidero deberán ser las consignas de este colectivo. Sin embargo, los tiempos están cambiando y la capacidad de lucha y de adaptación también debería modificarse. La población Sorda no puede quedarse recluida argumentando en exclusiva sus limitaciones para la inclusión social, económica, afectiva… a tenor de sus limitaciones sensitivas y comunicativas. Con las nuevas tecnologías se ha abierto, se mantiene, un horizonte de futuro muy alentador.

Claro está que aún queda mucho que mejorar, que trabajar. Que las nuevas tecnologías deben registrar un considerable abaratamiento, pero también las personas Sordas deben preocuparse todavía más por las innovaciones tecnológicas y la aplicación a sus necesidades. Ya no se podrá argumentar la distancia comunicativa que separa a ambas comunidades con respecto al mercado laboral (existe el teletrabajo). Tampoco se podrán esgrimir aspectos que hagan relación a la imposibilidad de la formación (se ha extendido la educación a distancia). De la misma forma que la independencia de las personas Sordas conseguirá un logro inconmensurable, ya que existirá la posibilidad de establecer comunicación con el intérprete de otro modo: el teleintérprete, gracias a la telefonía móvil con los sistemas GRPS o UMTS.

La preocupación, aunque priorizamos las concernientes a las nuevas tecnologías, radicaría en cómo suplir las carencias de alfabetización escrita, audiovisual e informática… además de la formación continuada que precisa el crecimiento tecnológico. Pese a todo, el futuro es esperanzador y las nuevas tecnologías todavía tienen mucho que aportar a la comunidad Sorda.

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