jueves, 2 de junio de 2011

HIJOS OYENTES DE PADRES SORDOS: SU EXPERIENCIA Y NECESIDAD DE APOYO

HIJOS OYENTES DE PADRES SORDOS: SU EXPERIENCIA Y NECESIDAD DE APOYO

PARA QUE LA SOCIEDAD INTEGRE A SUS PROGENITORES
Conocen sistema visual, gestual, lectura labial, podrían desempeñarse en instituciones educacionales o como psicopedagos dada su experiencia; hay que valorizar a los sordos; inserción laboral y sociaL

A los hijos oyentes de padres sordos se los considera trilingües, ya que pueden entender a sus padres mediante el sistema visual, gestual y la lectura labial (leer sin voz cuanto dicen sus progenitores, quienes remarcan las palabras con sus labios).

Forman una increíble historia real, que la vida supo explicarles sólo a aquellos hijos que saben entender y expresarse a padres sin capacidad auditiva.

El sistema visual es muy utilizado por los sordos, ya que en su mayoría tienen la costumbre de hablarse entre ellos sin voz, sea tanto oral, mediante señas, como a través de la lectura labial.

Ernesto Carlos Davis (ya fallecido), perteneciente a la Asociación Mendocina de Intérpretes de Lengua de Señas Argentina -AMILSA- siempre abogó por la importancia y la necesidad de que "los hijos oyentes trabajen en un establecimiento educacional, psicopedagogo, u otro oficio relacionado a la discapacidad auditiva, ya que reúnen mucha más comprensión de lo que requiere una persona sorda, en relación con profesionales sin relación familiar con discapacitados auditivos. Los profesionales sin vinculación familiar con el sordo, que ejercen estos oficios, no alcanzan a comprenderlo en su problema comunicativo y su personalidad. "


Esfuerzo de padres oyentes

Por otra parte, consideró necesario " el esfuerzo de los padres oyentes en su apoyo y empuje al sordo para integrarse a la sociedad oyente y tratar "algo" de desprenderse del grupo de sordos, ya que muchos de ellos recluídos entre sí se vieron más aislados y con mayor dificultad de integración con la sociedad." Aclaró Davis que no es cuestión de "presionar al sordo, sino motivarlo a generar vínculos con oyentes, de manera que se anime a mostrar su identidad, no se cierre en su círculo, y no empobrezca la capacidad de conversar".
Valorizar al sordo

Las personas sordas necesitan comunicarse y contactarse con los demás como cualquier otra persona. No hay que aislarlos ni mantenerlos en silencio por su problema. Sienten, viven, sufren y se alegran como cualquiera. Entonces, tantos los padres como la escuela, deben promover su contacto con la sociedad en su conjunto; está perfecto que tengan amigos sordos, pero también es imprescindible que los oyentes respeten las diferencias y se predispongan a considerarlos con todas las necesidades, voluntades y valores que reúnen; ellos, no cargan culpa alguna por no contar con el privilegio de escuchar y son tan inteligentes como los oyentes.



"Siempre se debe valorizar al sordo, brindarle un destino escolar y la posibilidad de participación en grupos de oyentes y de sordos". dijo Davis. En este aspecto, si bien los sordos concurren a escuelas específicas para cursar la primaria, los especialistas sostienen que para la secundaria o carreras terciarias se integren a instituciones donde concurren oyentes, dada la importancia que reviste su integración con la sociedad.

"Los hijos oyentes de padres sordos, pueden subsanar principalmente las áreas comunicativas de sus progenitores". Están capacitados para romper la brecha comunicativa, propulsar la participación de sus amigos con sus padres, ampliar el espectro de los vínculos sociales y que no se limiten únicamente al "mundo de los sordos". Estas actititudes de los hijos facilitan muchola inserción laboral, donde los padres deben transmitir y recibir información de los compañeros de trabajo.



Davis supo reconocer la calidad de los interpretes de señas, " que tienen la mayor fe y amor sobre el desarrollo de la comunicación de señas, como base para la comunidad sorda, favoreciendo su participación desde establecimientos establecimientos escolares, hasta asambleas y actividades públicas". Agregó: "los intérpretes incrementan el diálogo con los oyentes y rompen el miedo de la gente por "temor" de que el sordo no lo entienda y no sepa cómo responderle."

Muchos sordos saben leer los labios (lectura labial) por lo que entienden cuanto se les dice y, de igual manera, se expresa con palabras a los oyentes. Fuera de la Argentina, los interprétes han coloborado para que los sordos comprendan otros idiomas, además de enseñarles un mayor desarrollo de otro sentido: el tacto.


Davis, durante toda su vida, no se permitió un minuto de descanso, centrado en la idea de propiciar que los hijos de oyentes formen una importante base comunicativa para que sus padres se contacten con el exterior. Estos hijos son los ideales para ayudar a toda una comunidad de sordos, no únicamente a sus progenitores, porque además ya se acostumbran desde su infancia con artículos especiales para sordos (timbres que vibran con luz, relojes que vibran para anunciar la hora, teléfonos celulares que anuncian mensajes con encendido de luz, entre otros) y, además, se adaptan al silencio reinante en la casa, "ya que nacieron desde la generación de sordos no por la vía oyente."

Con el transcurso de los años muchos países incorporaron en su legislación la aseguración de un porcentaje de puestos laborales para discapacitados (entre los que se contemplan las personas carentes de audición), al igual que subsidios de capacitación y jubilaciones especiales.


Los profesionales que trabajan en beneficio de los derechos de los sordos "deberían contar con el asesoramiento de sordos" para una mayor comprensión de instituciones públicas y privadas", defendió Davis, al punto de enfatizar que sería " una gran ventaja que sus hijos oyentes asumieran puestos estatales, ya que reúnen mucho más experiencia que los profesionales -por su historia de vida- para luchar por la comprensión de la problemática que implica la sordera".

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