martes, 7 de junio de 2011

El adolescente Sordo


El adolescente Sordo
Como es por todos sabido la adolescencia es el paso hacia la adultez, la transición de la infancia ala edad adulta que comienza alrededor de los 12 años y termina entre los 19 a 21 años. Es un periodo que se inicia con cambios físicos de forma acelerada que incluyen el aumento de peso y estatura y el desarrollo de las funciones sexuales. Los adolescentes tienden a asilarse, se vuelven independientes y buscan su propia identidad. Sus pensamientos se vuelven más abstractos, lógicos e idealistas de acuerdo a la etapa operacional formal de Piaget. Esta es una de las razones por las cuales nuestros adolescentes se fijan y comprometen con unas metas e ideales y van tras ellas aunque suenen algo descabelladas. Estos pensamientos pueden caer en la fantasía al creer que ellos y ellas son invulnerables, que a todos les pasa menos a ellos, que ellos y ellas se la saben todas.
El problema de la identidad
Erickson (Papalia, 2004) mencionó que la identidad está formada por metas, valores y creencias sobre uno mismo que cobran mayor importancia durante la adolescencia. Para lograr su propia identidad el adolescente tiene que pasar por ciertas crisis entre los modelos de la infancia y los que a diario ve, lo que piensan ellos de sí mismos y lo que piensan los otros de ellos mismos entre otras cosas. Estas crisis perdurarán a lo largo de la vida adulta y aflorarán una y otra vez problemas relacionados con la identidad. Erickson pensaba que el peligro de esta etapa era la confusión de identidad aunque sea algo normal en el proceso de madurez lo cual explica la supuesta conducta rebelde de los adolescentes. La identidad se forma, de acuerdo a Erickson a medida en que los jóvenes resuelven tres problemas: la elección de una ocupación, la adopción de unos valores en qué creer y por qué vivir y el desarrollo de una identidad sexual satisfactoria. Muchas de las creencias y valores que los jóvenes oyentes adquieren en su proceso de maduración hacia el logro de su identidad lo hacen en el hogar cuando sus padres les hablan al respecto, oyen a sus familiares hablar de ello, escuchan y ven la televisión, hablan con sus pares del vecindario.
Los adolescentes Sordos pasan por las mismas etapas de maduración que los oyentes pero de diferente manera ya que muchos de los Sordos de padres oyentes confrontan problemas a la hora de comunicarse con sus padres y familiares más cercanos. Cabe preguntarse entonces, en el caso de los jóvenes Sordos de padres oyentes los cuales son la mayoría, ¿cómo logra su identidad un joven Sordo o una joven Sorda en medio de un mundo oyente?, ¿cómo un niño Sordo o una niña Sorda encontrará modelos a seguir en una familia oyente donde pocos o ninguno habla o entiende su idioma?, ¿cómo logrará aceptarse a sí mismo o a sí misma y encontrar su lugar dentro de su familia oyente? Las interrogantes a estas preguntas se contestan en el hogar. Sentirse aceptado por los que los rodean supone que se hable el mismo idioma, que se compartan las ideas que surgen en el compartir diario, que se tomen en cuenta las opiniones, que se discutan entre todos los asuntos concernientes al grupo. Es muy común encontrase jóvenes Sordos que prefieren pasarse un día de navidad con su grupo de amistades Sordas que en familia y si lo hacen es por poco tiempo ya que dicen disfrutar más con sus pares Sordos que con sus familiares porque se sienten aislados. ¿Cuántos jóvenes Sordos prefieren quitarse sus audífonos a la hora de salir a la calle, de montarse en el transporte público o para ir a la escuela? El adolescente Sordo desea identificarse con lo que le rodea y al no saber cómo hacerlo sin dejar de ser él o ella mismo, se frustra y se rebela contra sí mismo o contra el mundo que los rodea. Muchos optan por copiar la conducta de los oyentes pensando que así serán aceptados y aceptadas en el mundo al cual ellos quisieran pertenecer. Esta situación se da mucho entre los Sordos cuyos padres no han aprendido

a aceptar la sordera de sus hijos y siguen cargando ese peso de culpa que los obliga a hacer de sus hijos e hijas oyentes sin serlo.
El Sordo, como la Sorda de padres oyentes, si no cuenta con unos padres que se comuniquen de manera efectiva y total con ellos y ellas, que les hablen de las reglas sociales, las costumbres, los cambios físicos éstos tenderán a generalizar partiendo de lo que observan a su alrededor a veces sin entender del todo lo que sucede y por qué sucede especialmente en situaciones fuera del hogar. Por supuesto, el éxito o fracaso de dicha empresa dependerá de factores tales como la flexibilidad del niño para adaptarse a un mundo diferente, las personas con quien interactúen, y el contexto en que se de dicha interacción. La falta de una comunicación efectiva entre los jóvenes Sordos, sus pares y sus padres oyentes es con frecuencia el mayor impedimento para el adecuado ajuste social del joven Sordo ya que, típicamente, ellos y ellas reciben muy poca explicación sobre las reacciones emocionales y sociales de los demás por lo que sus destrezas de autorregulación e interacción social se ven afectadas. Cuando el joven Sordo crece en un ambiente familiar donde existe la aceptación de su sordera y se le proveen los medios para vivir adecuadamente con ella hay más probabilidades de que este joven tenga más éxito en sus relaciones socio emocionales y vocacionales que aquellos cuyos padres siguen sin aceptar la sordera de sus hijos.
El autoconcepto y la autoestima
La autoestima es la evaluación global de nuestra dimensión del yo, la autovalía o la autoimagen reflejada en la satisfacción con uno mismo. El nivel de nuestra autoestima influye en nuestra manera de actuar y nuestra forma de actuar influye en nuestro nivel de autoestima. Cuanto mayor sea nuestra autoestima más fuerte será el deseo de expresarnos y de reflejar nuestra riqueza interior. Por ejemplo, un niño Sordo puede percibir no sólo que es una persona, sino que es una persona buena y aceptada por todos los que le rodean. Para muchos jóvenes Sordos la autoestima baja es algo temporal. Sin embargo, para otros la autoestima se puede traducir en problemas más serios tales como el bajo rendimiento escolar, depresión, desórdenes alimentarios y a la delincuencia. Cuando la baja autoestima se combina con aceptación de la sordera de parte de sus padres o de los mismos jóvenes, el rechazo de sus pares oyentes, el divorcio de los padres, los problemas del adolescente Sordo se pueden intensificar. Los adolescentes Sordos pueden sentirse confundidos al no poder explicar lo que sienten y se meten en problemas. A veces ellos mismos buscan otros jóvenes que como ellos y ellas experimentan las mismas inquietudes. Otros comienzan a usar drogas y alcohol para sentirse mejor. En los Estados Unidos existen altos índices de abuso de sustancias controladas en la comunidad Sorda (Determan, Kordus, Decarlo, 2000). El uso y abuso de drogas puede ser un factor de riesgo para contraer el VIH ya que reduce la inhibición y altera el juicio, lo cual puede llevar a la personas a conductas sexuales poco seguras. Existe muy poca educación sobre el VIH o sobre sexualidad en las escuelas para Sordos. Por consiguiente, los Sordos poseen un menor conocimiento y están menos concientes de los riesgos de transmisión del VIH, tratamiento y prevención. Si los Sordos no aprenden sobre el VIH y sobre enfermedades de transmisión sexual, van a carecer del vocabulario adecuado para hablar del tema entre ellos. Por consiguiente, es importante crear material educativo y buscar la forma de llegar a la comunidad Sorda para orientarlos sobre estos y otros temas de su interés. Los programas de educación o prevención para personas Sordas deben ser lo más claros y visuales posibles y evitar quedarse en meras presentaciones. Hay que dedicar tiempo al debate, a la discusión, incorporar fotos, vídeos subtitulados, actividades físicas entre otras.

Otro tema que no podemos dejar a un lado cuando se habla de adolescentes es la depresión. La depresión es uno de los problemas que más afectan a nuestros jóvenes tanto Sordos como oyentes siendo los Sordos los que peor salen por la falta de información sobre cómo lidiar con la situación y buscar ayuda. Recordemos que los adolescentes Sordos pueden sentirse muy solos y diferentes a los otros jóvenes de su edad por lo que los padres deberán tener esto en cuenta a la hora de procurar amistades Sordas a sus hijos e hijas. Al sentirse deprimidos los jóvenes se toman riegos mucho más peligrosos. Dicho comportamiento es como su manera de pedir ayuda. Conocer a otras personas Sordas podría ayudar al joven Sordo a no sentirse solo en el mundo por lo que es importante evitar que los hijos Sordos se sientan solos o aislados. Es bueno que los padres se sienten con sus jóvenes Sordos y les hagan saber que ellos los entienden y que con su ayuda la depresión se puede superar, que ellos y ellas no son los únicos que la padecen y que existe tratamiento para ella.
¿Qué pueden hacer los padres y las madres de adolescentes Sordos?
*Déjele saber lo mucho que lo quiere. Amor y apoyo moral ayudarán a su hijo e hija Sordo a sobrepasar cualquier momento difícil en que se encuentre en un mundo de oyentes.
*Anime a toda su familia a que le brinden apoyo a su hijo adolescente. Anímeles a aprender a comunicarse con él o con ella. Hágale saber a su hijo e hija Sordo que él o ella es una persona fuerte y capaz de sobrepasarlo todo.
*Ayude a su hijo a que se una a un grupo, como por ejemplo un equipo de deporte. Esto lo ayudará a que conozca a otros jóvenes.
*Deje que su adolescente Sordo exprese sus sentimientos para ello necesitará conocer el lenguaje que su adolescente emplea para comunicarse.

*Continúe mostrándole a su hijo e hija Sordo que usted lo ama y que lo quiere mucho. Trate de no juzgarlo. Esto ayudará a que su hijo e hija adolescente hable más con usted. También ayudará a que su hijo e hija Sordo se sienta con más esperanza en el futuro.
*Haga contacto con otras familias que tienen hijos e hijas Sordos y visítelos con su adolescente. Ayude a su hijo e hija Sorda a encontrar otros jóvenes Sordos que atraviesan por las mismas situaciones por las que ellos y ellas pasan.
*No presione a su hijo e hija Sordo a tener amigos y amigas oyentes. Para los jóvenes Sordos les es más difícil comprender la labiolectura cuando están en grupos grandes.
Con esta y otra información que los padres oyentes recopilen sobre cómo vivir con un hijo o una hija Sordo adolescente haremos que su calidad de vida sea óptima.

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