martes, 7 de junio de 2011

Lengua de señas chilena


La lengua de señas chilena o lenguaje de señas chileno (LSCH en Chile) es la Lengua de señas que utilizan los sordos chilenos. Como todo lenguaje, posee su propia sintaxis, gramática y léxico, la cual difiere del idioma tanto del español como de otros lenguajes de señas.
Al igual que otras lenguas minoritarias usadas en Chile, no está reconocida por el estado, ni regulada por organismo alguno.
El término que se emplea en LSCH para nombra al lenguaje es "señas", el mismo que se usa para referirse a cualquier sistema de signos usado por sordos.
Histlasificación, características y valores de la cultura sorda

Algunos lingüistas[cita requerida] han hecho una especie de clasificación de las características y los valores de la cultura de los sordos y enumeran como más comunes e importantes los siguientes:
El ser miembro de la Comunidad Sorda tiene como base la sordera.
La mayoría de los sordos tiene altamente desarrollada una memoria visual de lo que sucede a su alrededor.
Hay un conjunto específico de normas sociales, de manera que los miembros siguen algunos hábitos sociales diferentes a los de la sociedad general.
Cuando los sordos se comunican entre sí generalmente no usan su voz, únicamente lo hacen con los oyentes; incluso muchos sordos no hacen nunca uso de la lengua oral.
Para llamar la atención de un sordo se realizan acciones visuales, tales como agitar la mano, golpear ligeramente el hombro, lanzar un pedazo de papel, encender y apagar la luz, etc. (adaptaciones visuales).
Los sordos se comunican con lengua de señas al mismo tiempo que comen.
Para sustituir los instrumentos domésticos sonoros (despertadores, alarmas, timbres, etc.), utilizan dispositivos luminosos o vibratorios especiales.
Utilizan teléfonos celulares para comunicarse por medio de mensajes de texto (SMS).oria


La primera escuela de sordos de Chile fue fundada en 1852 y hoy es llamada Escuela de Niños Sordos Anne Sullivan. Los primeros profesores de esta escuela fueron profesores franceses que trajeron la lengua de señas usada en Francia en ese tiempo. Actualmente aún hay similitudes, que alcanzan apenas al 40% de la lengua de señas chilena, ya que esta ha ido cambiando con el tiempo.
Se sabe que hacia los comienzos del siglo XX un grupo de quince sordos se reunía en la Plaza de Armas, formando así la primera "Asociación". En el año 1913, Robert Kelly Gray, quien era sordo, inició los trámites para la fundación de la “Sociedad de Sordomudos de Chile”, denominada actualmente "Asociación de Sordos de Chile", lograda finalmente el 24 de octubre de 1926.
La "Agrupación Chilena de Instructores e Intérpretes del Lenguaje de Señas" (ACHIELS) creada en 1996 es una corporación nacional privada, autónoma, filantrópica y sin fines de lucro, cuyos miembros trabajan en conservar, investigar y difundir la lengua de señas. Esta agrupación empezó a funcionar como respuesta a la carencia de un diccionario que recopile las diversas señas del país. Algunas instituciones de sordos han confundido el rol de ACHIELS, y le han atribuido un estatus de autoridad en la lengua de señas chilena, sin embargo su labor se limita a la investigación de esta lengua a nivel nacional para el beneficio educativo de miles de niños y jóvenes sordos.
Organizaciones como la Corporación ProSordos-Chile, Capacitando Enseñ@s, LENSE, CELENSE y otras, realizan cursos de capacitación y perfeccionamiento en Lengua de Señas Chilena, orientados a profesionales y la comunidad en general, prestando valiosos servicios de apoyo en aprendizaje, manejo y difusión de este medio de comunicación.
Por otro lado, originalmente el LSCH recibe influencias tanto del antiguo lenguaje de señas francés como de la lenguaje de señas americano con significativas variantes del sistema de señas doméstico empleado por los niños sordos (véase idioma de señas de Nicaragua).
Actualmente, en algunas escuelas para sordos se ha comenzado a utilizar gestos y señas propios del lenguaje de señas americano (ameslán o ASL) con jóvenes sordos, lo cual ha dado pocos resultados positivos, debido a que limita a los sordos mayores, la mayoría de los cuales son analfabetos.
La lengua de señas chilena consta de aproximadamente unas 3.000 señas que, solas o conjuntas, tienen significado. Para la lectura y escritura es básico el manejo del lenguaje dactilológico, ya que dada la poca retroalimentación auditiva de las personas sordas, estas solo aprenden a escribir correctamente, en la medida que leen y también en la medida que son reforzados en el uso correcto de la lengua.
La lengua de señas chilena, al igual que muchas otras lenguas, no es uniforme a nivel nacional, ya que se desarrolla de acuerdo a la realidad geográfica, histórica,


política, económica, social y cultural de determinados lugares.
La cultura del Sordo

Artículo principal: Cultura Sorda
En Chile, la mayoría aún cree que la sordera es solo una limitación física y no parte de una identidad cultural; es decir, un "grupo-cultura" orgulloso y distinto llamado Comunidad Sorda.
Esta comunidad cultural está compuesta por personas que tienen como forma de comunicación primaria (lengua materna) la lengua de señas, además de haber desarrollado una vida y folklore ricos en costumbres diferenciales por más de medio siglo.
Con la idea de resolver sus necesidades, la gente sorda, con la ayuda de los oyentes, ha formado una red nacional de asociaciones de distintas categorías: atléticas, dramáticas, estudiantiles, literarias, solidarias como ASOCH ACHIELS, CRESOR, FENASOCH, Corporación ProSordos-Chile entre otras, y también religiosas
Alfabeto dactilológico en LSCH
Está compuesto por 27 letras, mediante las cuales es posible conformar, por deletreo manual, cualquier palabra. Alguien sordo utiliza este alfabeto manual solo para deletrear palabras que no tienen una seña convencional, como nombres propios, siglas, neologismos, etc.

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