domingo, 9 de octubre de 2011

LOS HERMANOS ZUBIAURRE


Son dos de los principales representantes de la pintura regionalista vasca del siglo XX y originarios de la localidad de Garay.
Pintor vizcaíno, nacido en Madrid el 22 de agosto de 1879, donde su padre Valentín de Zubiaurre Urionabarrenechea era compositor musical y director de la capilla del Palacio Real. A pesar del gran deseo paterno de que alguno de sus hijos siguiera la vocación musical, la fatalidad quiso que ambos nacieran sordos. La condición de sordo, al igual que a su hermano Ramón, le inclinó hacia la pintura.

Comenzó sus estudios artísticos con su hermano en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo por maestros a Moreno Carbonero, Carlos de Haës, Ferrant y Muñoz Degrain. En su primera etapa estilística practica el paisajismo “plenairista” en la casa familiar de Garay, acusando la influencia de Haës y la del viaje que efectuó en 1898 por Francia, Italia y los Países Bajos. También estuvo influenciado por Regoyos y por Anglada Camarasa.

En 1902 obtiene una Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Becado en 1905 por la Diputación vizcaína, marcha –con Ramón- a París. En 1908 comienza a tomar parte en muestras internacionales, siendo premiado ese año en las exposiciones de Valencia y Munich; Buenos Aires 1910; Barcelona 1911; San Francisco 1915; San Diego 1916; Panamá 1916. Es durante este período de la Gran Guerra cuando obtiene sus mayores éxitos internacionales. Entre 1910 y 1923 residió con frecuencia en Segovia, atraído por los tipos y el paisaje castellano, que tan profusamente utilizó en su pintura. Durante su estancia en la localidad residió en el Palacio del Conde de Cheste.

En la edición de 1917 de la Exposición Nacional de Bellas Artes gana una Primera Medalla con su cuadro “Los Bersolaris”. La etapa comprendida entre esta época y la Guerra de 1936-1939 marca el momento de máximo éxito y difusión de su obra tanto a nivel estatal como internacional. Expone frecuentemente, además de en Bilbao y Donostia, en las principales capitales españolas, así como en París, Bruselas, Buenos Aires, Rosario, Santiago de Chile, Nueva York, Texas, Pittsburgh o Tokio.
El 12 de octubre de 1942 se casa en la Basílica de Begoña con Pilar Elejoste Astarbe.
En 1945 es elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, pronunciando la lección de ingreso sobre “Pintores mudos y sordomudos en la historia de España”.

En 1952 presenta “Apoteosis de la pelota” a la Exposición Nacional. En 1956, con motivo de su exposición en la madrileña galería Toisón, recibe un homenaje nacional; el año siguiente recibe la Medalla de Honor (que le sería entregada en 1963) en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en el centenario de estas muestras. Murió en Madrid el 24 de enero de 1963. Durante toda su vida artística mantuvo estudios en Madrid y en la casa natal de Garay. Estaba en posesión de la cruz de Alfonso el Sabio, era caballero de la Legión de Honor y miembro de la Société des Beaux Arts de París y de Hispanic Society of America.


Obras.- Poseen obra suya algunos de los principales museos del mundo: París, Luxemburgo, Munich, Berlín, Tokio, Pittsburgh, San Diego, Buenos Aires. El Museo de Arte Moderno de Roma posee “Encajeras de Lagartera”. El Museo de Arte Moderno de Madrid, “Segovianos y Hombres de Castilla”. Guardan obra especialmente característica pinacotecas vascas. El Museo de Bellas Artes de Bilbao: “Versolaris” (1916-1917), “Las Víctimas del Mar”; el de Alava: “Familia Vasca” (1953), “Manzanas y peras” (1952) y “Salida de las lanchas”; el Museo de San Telmo de Donostia: “La Merienda”. El palacio de la Diputación Foral de Bizkaia posee los retratos de “Ceferino de Urien y de Esteban de Bilbao”. La Colección Kutxa: “Reunión de Autoridades”. Otras obras son “Regatas”, “Paisaje de Mañaria”, “Paisaje de Durango”, “Altos Hornos”, “Cabo Machichaco”, “Cabo Ogoño”, “Amarretako”, “Iruguisalde”, “Euskotarrak”, “Viejas Leyes y Nueva Flor”, “Día de Fiesta” o “Procesión en Segovia”.

Relacionado con el Novecentismo vasco y pertenecientes a la generación de Tellaeche, los Arrue, Arteta y Salaberría, denota un espíritu confrontado a las dos generaciones anteriores, tanto a los historiadores académicos “nazarenos” como a la más moderna de Guinea, Iturrino, Guiard, Regoyos o Durrio. Considerados ambos hermanos pintores costumbristas, tanto de lo vasco como de lo castellano (en lo que sus detractores acusaban la influencia de Zuloaga), en Valentín, más que el costumbrismo, destaca el simbolismo de sus retratos encuadrados en escenas populares. En palabras de José Francés, el mayor de los Zubiaurre es un espíritu reflexivo y melancólico. Ama las notas un poco apagadas, el misticismo primitivo de Vasconia. Pilar Mur por su parte, señala: “Aplicar la fácil receta de pintores costumbristas a los Zubiaurre resulta peyorativo.

Bien es cierto que su obra se circunscribe al ámbito de la pintura regional que tiene en la temática rural y marinera su principal soporte, pero en los Zubiaurre lo que podría ser una simple caracterización diferencial, trasciende para plasmar una suerte de pintura ritual en la que los oficiantes serán los arquetipos de su devoción”. Lo legendario, según Xavier Saénz de Gorbea, adquiere el carácter de documental. Las trayectorias de ambos hermanos fueron ideológica y conceptualmente distintas, en contra de lo que generalmente se ha hecho: asimilarlos a una vasquidad que parece pertenecer más a Ramón que a Valentín. Según Juan de la Encina se caracterizarían por “una propensión a la representación simbólica, pero de un simbolismo realista”. Atribuye a Valentín “la gravedad reflexiva, el sentimiento doloroso de vivir, la religiosidad triste, la apacibilidad patriarcal y simplicísima de la vida campestre”. De Ramón dice “nos da la medida del humor alegre, el goce de vivir simple y sensual, los ímpetus aventureros y triunfadores de la gente del mar”. Sobre esto, Javier Tusell (Paisaje y Figura del 98, Madrid, 1997) afirma: “en Ramón la condición simbolista –indicativa de una superior modernidad de concepto- aparece más clara mientras que en el caso de Valentín nos encontramos con una propensión más marcada por mantenerse en los planteamientos artísticos de la escuela tradicional de pintura española, es decir… más cercano al Zuloaga del estricto fin de siglo”.

En una época en la que el naturalismo y el impresionismo eran las tendencias dominantes, Zubiaurre realizaba una pintura más “intelectual”, aunando por un lado la maestría de su arte con la elaboración intelectual de la “idea”. También se le achacó el haber caído en el vicio de la repetición machacona de ciertos tipos y composiciones una vez obtenida cierta popularidad, elaborando una y otra vez las mismas fórmulas. En la pintura de Valentín hay menos socarronería, predominando una cierta “melancolía” que no está presente en los cuadros de Ramón.
Ramón de Zubiaurre Aguirrezábal.-

Pintor vizcaíno nacido en el caserío Landaberena de Garay el 1 de septiembre de 1882. Aunque los primeros años de su niñez transcurren en Garay, muy pronto se trasladará a Madrid, dado el puesto de maestro de la Capilla Real de Madrid que ocupaba el padre. Nacido sordo, al igual que su hermano Valentín, en 1893 comienza a estudiar dibujo con Luis Cartiedo, asistiendo a la vez a la Escuela de Artes y Oficios, hasta que en 1896 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde permanecerá hasta 1905 siendo discípulo de Carlos de Haës y Jaime Morera. También serán sus maestros, Muñoz Degrain, Luis Madrazo, Alejandro Ferrant, Luis Alvarez, y Moreno Carbonero, de los que recibió una sólida formación académica, plasmada en los paisajes vascos de su primera etapa representativos del naturalismo a veces preciso y otras más impresionista.

A partir de 1899 comenzó a participar en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, concurriendo a las de 1901, 1904, 1906, 1908, 1910, 1912, 1915, 1920, 1924, 1952 y 1957. Ramón mantendrá a lo largo de su vida una importantísima actividad expositiva que le llevará a recorrer Europa y América. En 1903 obtuvo diploma en la Exposición del Círculo de Bellas Artes y es pensionado por la Diputación vizcaína.
En 1905 viaja a París junto a su hermano Valentín, asistiendo durante algún tiempo a las clases de la Academia Julien. Posteriormente recorrerán Italia y diversas ciudades europeas, abriéndose un importante período formativo que fraguó la personalidad artística de los dos hermanos, en el contacto con los grandes maestros y la pintura moderna. En los años de juventud Zubiaurre frecuenta la tertulia del Café Nuevo Levante en compañía de literatos y artistas como Anselmo Miguel Nieto, Julio Antonio, Ricardo Baroja, Arteta y Gutiérrez Solana, a quien le une una estrecha amistad.

También participarán en la fundación de la Asociación de Artistas Vascos en cuyos locales expondrán sus obras en repetidas ocasiones. En 1910 ilustra la novela “Las inquietudes de Shanti Andia” de Pío Baroja. A partir de entonces, la sucesiva concesión de premios y el favor de la crítica, le proporcionará una notable proyección exterior. Entre 1912 y 1913 vive en Holanda produciéndose la evolución de su obra hacia la configuración de su estilo personal, dejando de un lado el naturalismo pictórico, para acercarse a la plenitud del color conectando con las tendencias alemanas, sobre todo a Roerich.

En 1917 contrae matrimonio con Isolina Gallego, mujer de cultura que mantenía amistad con la familia Baroja, contándose también entre sus amigos Ortega y Gasset, el Marqués de Lozoya, Eugenio D’Ors y otros intelectuales.

En 1918 fue nombrado miembro de la Hispanic Society of America, y al año siguiente participa en la Exposición Internacional de Pintura y Escultura celebrada en Bilbao. Asimismo obtuvo medallas en las exposiciones internacionales de Munich (1909), Buenos Aires (1910), Universal de Santiago de Chile (1910), Barcelona (1911), San Francisco (1915), Exposición de Artistas Vascos (Bilbao, 1915) y Exposición Hispanofrancesa (Zaragoza,1919). En 1920 expone su obra y la de su hermano en Buenos Aires. También París recibirá su obra en 1923 concediéndosele la Legión de Honor.

El mismo año los dos hermanos exponen en el Carnegie Institute de Pittsburgh, comenzando así una serie de exposiciones organizadas entre 1926 y 1936 en Nueva York, Boston, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. En 1921 celebró exposiciones en Buenos Aires, Montevideo y Rosario, y a partir de esta fecha en París, Valparaíso, Madrid, Bilbao, Caracas, México, etc., y en la Bienal Hispanoamericana de Arte de 1954. En las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes obtuvo Mención Honorífica con “Amor y juventud” (1906) y tercera medalla en la edición de 1908, segunda medalla con “Los remeros vencedores de Ondarroa” (1915).

Su prestigio se afianza decisivamente en 1924 con la obtención de la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes con la obra “El marino vasco Shanti Andia el Temerario” (Museo de Arte Moderno de Madrid). Durante la Guerra de 1936-1939 Ramón de Zubiaurre acusó en su pintura una etapa marcada por cierto ascetismo, sentido de depuración y síntesis. Acabada la guerra, marcha a América, instalándose en Chile de donde era natural su mujer, continuando su extensa actividad expositiva.
A su regreso a España en 1951, continúa pintando y repitiendo los mismos modelos empleados anteriormente, siendo fiel a su personal estilo hasta su muerte, acaecida en Madrid el 9 de julio de 1969. Presintiendo el último suspiro, recoge en una caja tierra de Vizcaya y una semilla del árbol de Gernika, para ser enterrado junto a ella, para que creciera un árbol sobre él, atento al ciclo natural de la vida y la muerte.

Obra.- “Apoteosis de la pelota vasca”, “El limosnero de Ondarroa”, “Mary”, “Las autoridades de mi aldea”, “Viejos ondarreses”, “Segovianos”, “Retrato de Miguel de Unamuno” (Museo de Chicago), “Paisaje de Durango”, “Paisaje de Garay”, “Encajeras lagarteranas”, “La partida” (Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires), “Esperando la barca”, “Danza vasca”, “Puesta de sol en Garay”, “El cabo Ogoño de Bermeo”, “Un caserío en Mañaria”, “Regreso de pescadores”. El Centro de Arte Reina Sofía conserva “Marino Vasco”. La Diputación Foral de Guipuzkoa posee su “Pescadores de Ondarroa” (1914). Uno de sus cuadros más representativos, “Autoridades de mi aldea (1909-1910), como “Dulcísima Mirentxu” (1954), pertenece a la colección del Museo de Bellas Artes de Alava. En el Museo de Bellas Artes bilbaíno destaca “Los intelectuales de mi aldea” (1912-1913). El Museo de San Telmo de Donostia, “Fruteras de Ondarroa”.

Pilar Mur dice sobre Ramón: “Más colorista y expresionista que Valentín, más optimista y alegre, compartió con su hermano éxito y fama, así como una particular visión del País Vasco. De perspectivas a menudo engañosas, los planos sucesivos –precisados en armonía de color y dibujo- adquieren a medida que se alejan del espectador una coloración clara y translúcida como si tratara de acuarela, hábil recurso para sugerir profundidad al espacio sin horizontes”. José Francés, contrapone la melancolía dulce de Valentín al optimismo de Ramón que “pinta en clave… un poco burlona. Ama los acordes luminosos, las notas vibrantes, lo que pudiéramos llamar lanzadas de color”.

Fuentes: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=22984386
http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=24639899
http://www.euskomedia.org/aunamendi/148270
http://www.euskomedia.org/aunamendi/148269
http://www.arteespana.com/valentindezubiaurre.htm

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