sábado, 15 de octubre de 2011

DESCUBRIMIENTOpor Ixchel Solís García Artista Visual

por Ixchel Solís García
Artista Visual
Mi nombre es Ixchel Solís García y mi seudónimo es “El jazmín”. Soy oriunda del Tlalpan, Distrito
Federal y nací un día del mes de mayo de 1971. Soy Artista Plástica, esposa y madre de dos bellos
hijos y hay un detalle de mi persona el cual considero más importante: soy sorda profunda desde mi
nacimiento.
La historia de mi vida se parece a la de casi todos los sordos: el trabajo exhaustivo, las terapias de
lenguaje, las dificultades de comunicación y la soledad.
Los juegos y las actividades de una niña normal, eran reemplazadas por los actividades escolares
rigurosas y estrictas, siempre orientadas a la adquisición de una lengua oral que me resultaba casi
imposible entender. Así transcurrieron gran parte de los primeros años de mi vida y debido al
cansancio de 17 años de trabajo, decidí no estudiar la preparatoria.
Cuando era ya una adolecente se advertía en mí una clara inquietud por lo creativo, por lo artesanal.
En compensación a mi carencia de herramientas de comunicación verbal, aprendí que el dibujo, la
pintura, el grabado y la escultura funcionaban como un medio de contacto con el mundo. Fue así
como comenzó una odisea que aún no termina: las Artes Plásticas.
Gran parte de esta inquietud, fue inculcada por una tía mía muy querida, hermana de mi madre. Ella
me condujo por los caminos de la estética y las artes visuales. A partir de esas lecciones, de los
viajes, de las visitas a exposiciones y museos, y a las horas de convivencia con ella, nació en mí, por
fin, la firme convicción de convertirme en Artista Plástica.
En el año de 1989 y gracias a la buena voluntad de varias personas, ingresé a la Escuela Nacional de
Artes Plásticas de la UNAM como alumna especial, ya que para ese entonces aun no contaba con mi
educación preparatoria. Fuí admitida, aunque el término resulte un tanto inapropiado, como alumna
“oyente” y tuve la gran oportunidad de conocer, trabajar y aprender de varias personas importantes
en la materia. Fueron años muy dichosos, conocí personas y conviví con ellas de manera muy
especial.
Hubo varios momentos en los cuales casi olvidaba mi condición de mujer sorda, pero cuando venían
a mi mente los recuerdos de mi infancia, extrañaba a mis compañeros sordos de manera muy intensa.
Viví apartada de la comunidad de sordos durante muchos años. Durante este tiempo pinté obras que
expresaban y representaban intensamente la manera como me sentía: aislada, carente de identidad,
etc. Presenté muchas muestras de mi obra plástica de manera colectiva e individual. Siempre tuve la
fortuna de que mi trabajo llegara a presentarse en lugares concurridos y como resultado, mi trabajo
encontró nuevos caminos de difusión. Los años pasaron , conocí a mi actual esposo, también pintor,
y con él formé una familia. Las experiencias como madre me han enriquecido enormemente.
Durante aquel tiempo mi tía murió y ese acontecimiento tuvo consecuencias en mi trabajo; por otro
lado, mi vida seguía transcurriendo con plena normalidad junto a mi familia, mis compañeros
pintores y los amigos de mi hermano.
Fue hasta el mes de julio de 1999 que asistí junto con mi familia, a un evento que hasta la fecha
recuerdo con gusto y algo de nostalgia: la presentación teatral de una serie de obras ejecutadas por
actores sordos provenientes de Estados Unidos. El evento, incluía también a un actor sordo
mexicano, quien era integrante de una compañía teatral, hasta ese día, desconocida por mí: Seña y
Verbo. Ése fue el primer día que tuve contacto, aunque breve y sublime, con el mundo de Seña y
Verbo, con sus integrantes y sus colaboradores.
A partir de esa fecha comencé a involucrarme de nuevo con la comunidad de sordos. Regresaron a
mi memoria eventos y vivencias del pasado y reviví momentos muy agradables. Conviví con
integrantes de la compañía de manera muy afectuosa y siempre fui correspondida. Me sentía
abrazada por un grupo de gente trabajadora e interesante, pero sobre todo, por gente igual a mí:
sordos.
Gracias a Seña y Verbo tuve también la oportunidad de conocer a integrantes del grupo Enséñame, a
intérpretes y maestros de señas. Todos ellos tenían conocimiento de mi trabajo, aunque para esas
fechas, mi producción plástica aun no se enfocaba en el terreno de las señas.
Cierto día, mi esposo recibió una llamada telefónica de parte de Enséñame. Se había contemplado la
posibilidad de mi participación en un concurso de selección que organizaba la Universidad de
Gallaudet en Estados Unidos, con el fin de realizar un congreso muy importante: Deaf Way.
Trabajé durante varias semanas en muchas ideas. No tenía claro qué tipo de obra sería la más
indicada para tan valioso evento. Uno de los requisitos más importantes, para tener más
posibilidades de selección, era que el contenido conceptual e iconográfico de las obras, representara
la vida de los sordos, sus costumbres, su lenguaje, sus experiencias en el mundo oyente.
Decidí entonces realizar varias pinturas y algunos dibujos en los que el Lenguaje de Señas
Mexicanas, fuera el “protagonista”.
Deposité en esas obras toda mi pasión, mi amor, mi desgarro, mis anhelos. Cuando por fin concluí
los trabajos, envié fotografías de las obras, un currículum y una breve descripción de mi obra.
Para mi fortuna, después de varios meses de larga y angustiosa espera, recibí noticias de Gallaudet.
Después de una rigurosa selección, fuimos elegidos 60, de entre 600 artistas plásticos de todo el
mundo. Más tarde, de entre esos 60 artistas seleccionaron a solo 4 personas que merecían -a criterio
del jurado- una muestra individual de su trabajo, dada la originalidad y complejidad de su obra.
Entre esos 4 artistas figuraba mi nombre.
En julio de 2002 la muestra titulada “Delicate Sound of Silence” fue inaugurada en el Instituto
Mexicano de Cultura, en la ciudad de Washington DC, dentro de las actividades artísticas del
Congreso Deaf Way II.
La Universidad de Gallaudet adquirió 5 de mis obras. Mi trabajo gustó a mucha gente de diferentes
puntos del planeta y la satisfacción que sentí aun no termina. En abril de 2003, fui invitada de nuevo
a exhibir mi trabajo, pero esta vez dentro de la galería del Washburn Art Building, dentro del
campus de Gallaudet. Facing Worlds fue el título de esta nueva muestra individual. Justamente en
este mes, terminé mi preparatoria, gracias a un examen único de conocimientos convocado por laSEP.
Hasta hace unas semanas recibí un correo electrónico de una buena amiga, donde me hace saber que
mis obras están colocadas justo en la oficina presidencial de Gallaudet y en especial una de ellas
“Three Stages of my Life -Tres etapas de mi vida” se encuentra justo a espaladas del escritorio del
presidente King Jordan.
Actualmente, me encuentro produciendo obras que concentran su temática conceptual en mis
experiencias como persona sorda. Siempre he sido una persona a la que le gusta tener retos. Parte de
los logros que he tenido, se los debo a Seña y Verbo, a sus integrantes, a su director y a sus
colaboradores más cercanos. Guardo gran estima por Seña y Verbo, no solamente porque gracias a
su trabajo conocí la Lengua de Señas Mexicana, también les tengo cariño por su amistad y su apoyo
incondicional
Ixchel Solís García
Artista Visual Sorda

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