viernes, 7 de octubre de 2011

Alto índice de infecciones de oído entre los niños aborígenes de Australia


En Australia, cuatro de cada cinco bebés aborígenes sufren infecciones de oído que pueden llegar a provocar una pérdida de audición. Además, el 20% de los niños aborígenes padecen de tímpano perforado.


Más del 80% de los niños aborígenes australianos sufren infecciones del oído medio antes de los 12 meses de edad, según un estudio publicado en la revista Medical Journal of Australia. Este índice es el más alto del mundo.

Las infecciones de oído recurrentes, las cuales producen una acumulación de fluido detrás del tímpano, llegan a causar perforación del tímpano al 20% de los niños aborígenes australianos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que cualquier patología con un índice superior al 4% supone un “problema de salud pública a gran escala que requiere de acción inmediata”.

El índice entre los niños aborígenes australianos puede equipararse con países como Tanzania, India y las Islas Salomón, y supera los porcentajes de Nigeria y Mozambique. El resto de la población australiana, por el contrario, tiene uno de los índices más bajos del mundo.

Gran impacto en el futuro de los niños
El estudio demanda que se realicen de forma urgente más investigaciones para reducir las enfermedades de oído entre las comunidades indígenas, e indica además la necesidad de evaluar el efecto que puede tener en las infecciones de oído la higiene, la lactancia materna, la exposición al humo del tabaco y los hogares de familias muy numerosas.

“Cuanto más tiempo demoremos en actuar, más niños sufrirán daños severos en su capacidad auditiva que pueden tener un impacto negativo en su educación, ocupación y calidad de vida futuras”, explica la catedrática Deborah Lehmann del Instituto de Investigaciones en Salud Infantil Telethon.

Lea-Ann Kirkham, investigadora asociada en salud infantil de la Universidad de Western Australia, apunta que las revisiones auditivas para detectar infecciones de oído entre los niños no aborígenes se realizan antes y con más frecuencia que entre los niños indígenas.

“Los síntomas de esta patología en los niños no se manifiestan hasta que no se produce la rotura del tímpano. El niño ni llora ni está molesto, debido principalmente a su sistema inmune”, explica la doctora.

Australia gasta más de 100 millones de dólares al año en el tratamiento de las infecciones del oído medio.

Fuente: www.watoday.com.au

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