Francia, Charles-Michel de l’Epée (1712- 1789) fue el fundador de la primera escuela oficial en todo el mundo para personas sordas (1760)
L’Epée nació en Versalles, su familia era adinerada pues su padre trabajaba como arquitecto para el rey. Estudio teología pero se dedico a la enseñanza de alumnos sordos cuando otro sacerdote compañero suyo murió, quedándose así sin tutor sus pupilos sordos. L’Epée sintió mucha compasión por ellos y los tomo a su cargo. Su método estaba basado en el uso de algunos signos acordados con anterioridad que formaban un sistema alfabético. L’Epée tuvo bastante éxito así que llego a la conclusión de que “a las personas sordas se les debería enseñar por medio de la vista lo que otros pueden aprender por el oído”.
L’Epée se dedicaba a ayudar a los mas necesitados de Paris, visitaba las viviendas mas pobres y se dio cuenta de la situación tan lamentable en la que se encontraban los sordos. Así, fundo una escuela para personas sordas con su propio dinero y se dedico por completo a establecer un método sistemático que fue exportado años mas tarde a Estados Unidos.
Aunque L’Epée y otros educadores se hacían más y más populares por toda Europa, todavía era muy extraño ver a un sordo que supiera leer y escribir: tanto que Jacobo Rodríguez Pereira llevo a su alumno sordo ante la Academia de Ciencias de Paris para presentarlo como un caso extraordinario.
A finales del siglo XVIII, los educadores de personas sordas se empezaron a dividir en dos corrientes educativas:. Aquellos que defendían el método español, es decir, la enseñanza de personas sordas por medio de signos.. Los profesores oyentes que querían imponer el oralismo (o método alemán, propuesto por Joseph Konrad Amman).
Aunque todavía en los siguientes años hay muchas personas importantes que usaron la lengua de signos para enseñar a sordos (por ejemplo, Hervás y Panduro, Sicard, Massieu, Bébian, etc…), en Francia ya se empieza a discutir sobre qué método era el mejor.
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