martes, 5 de julio de 2011

Testimonio: buscando un trabajo en el que acepten mi discapacidad


Hoy en día, encontrar empleo es en sí una tarea titánica y si además queremos trabajar en lo que nos gusta, es casi un imposible. La crisis, aunque suene a argumento algo trillado, está haciendo que sea aún más complicado si cabe, el hecho de encontrar un trabajo, cualquier trabajo. ¿Qué pasa si además, hablamos de colectivos específicos como las personas con diversidad funcional? Pues que la cuestión se agrava aún más.


Somos más de 3,8 millones de personas con alguna diversidad funcional reconocida. De ellos, más de la mitad somos mujeres. Según la "ENCUESTA SOBRE DISCAPACIDAD" de 2008, hay 1,48 millones de personas con diversidad funcional en edad laboral, de los cuales, sólo hay activos 526.000.



El empleo es superior en los hombres que en las mujeres en un 10% y la gente con mayor porcentaje de empleo son quienes tienen deficiencias visuales y auditivas en contraposición de los que tienen limitaciones en el aprendizaje, que es el grupo con menor porcentaje de empleo. Así pues, vemos que el género también pesa para las mujeres con diversidad funcional ya que suelen tener mayor dificultad para encontrar un empleo remunerado que las mujeres en general y que los hombres discapacitados.

La diversidad funcional es un término bastante novedoso que está empezando a usarse como sustituto del término de discapacidad, donde se suprime el hecho de la carencia de capacidades por una diversidad en la manera de vivir y actuar. La diversidad funcional es un concepto heterogéneo ya que encontramos muchos tipos en ella: gente con diversidades funcionales físicas, sensoriales, intelectuales... y dentro de estas categorías, hallamos subcategorías más específicas.

Recuperando el tema laboral, si nos fijamos bien, en el ámbito de la discapacidad, cuando hablamos de quienes sustentan el mayor porcentaje de empleo, hablamos de personas con deficiencias visuales y auditivas, es decir, que su capacidad visual y o auditiva se ve mermada en algún grado. ¿Por qué estoy recalcando esto? Porque hay que distinguir entre las personas deficientes auditiva y visualmente, con las personas sordas y ciegas totales.

Según estudios, los ciegos españoles son de los que menos desempleo sufren y eso tiene una explicación y viene dada por la ONCE. El mayor volumen de empleo que genera esta organización es a raíz de la venta del cupón. En este trabajo hay actualmente unos 19000 vendedores, esta cifra es menor a años anteriores dada la disminución de ventas y por tanto de vendedores. También afecta que los cupones y productos ONCE ya no solo se pueden adquirir gracias a los vendedores de la ONCE, sino también en bares, estancos y gasolineras. Asimismo es reseñable que esta organización, tiene preferencias en cuanto a la contratación por gente con deficiencias visuales más que por ciegos totales, arguyendo que los primeros, tienen "mayores capacidades" para desplazarse por distintos lugares y por tanto aumentar las ventas.

He aquí donde quería llegar cuando hice especial hincapié en la distinción entre sordera y ceguera totales y deficiencias auditivas y visuales. Las empresas no suelen contratar a sordos y ciegos totales por el desconocimiento de nuestras capacidades. Asusta mucho el hecho que necesitemos de adaptaciones concretas para poder trabajar, pero eso no significa que no podamos desempeñar igualmente bien nuestro trabajo.

Entrando en mi caso particular, soy una chica ciega total que lleva 9 meses buscando empleo sin éxito. Soy licenciada en psicología y tengo un master en estudios interdisciplinares de género. Con esto quiero decir, que soy una persona con formación pero me encuentro que por mi diversidad funcional, se me cierran muchas puertas, no digo todas porque en el inicio de este artículo ya comenté que la crisis también está causando estragos pero sí que es cierto que en cuanto las empresas se percatan de mi ceguera, no me dan la oportunidad siquiera de una entrevista.

¿Cómo puedo afirmar esto? Pues por dos motivos, uno porque en mi currículum puse que tengo certificado de discapacidad y he comprobado que gente también con diversidad funcional que no lo ha puesto ha sido llamada para entrevistas y otro, porque alguna vez me han llamado empresas interesadas en mi perfil, pero en el momento que me han preguntado sobre mi diversidad funcional y les he dicho que es ceguera total, me han dicho que ya me llamarían y nunca más se supo.

Estas experiencias me llevan a pensar que es mejor borrar de mi CV el hecho de mi ceguera y así almenos tener el derecho que tiene todo el mundo de la oportunidad a la entrevista, a que me conozcan en persona y entonces, puedan juzgar con conocimiento de causa si yo soy válida o no para el trabajo que la empresa oferte.

En todo este tiempo que llevo de búsqueda activa de empleo, solo he tenido una entrevista presencial y ha sido en un centro especial de empleo, es decir, que no les es ajeno para nada el mundo de la diversidad funcional. Y la entrevista, era para un trabajo que no tiene que ver con mi formación.

Sinceramente, estaría contenta si me contrataran, lo que quiero decir, es que casi no tenemos opciones. Para la mayoría de ciegos, que es el colectivo que más conozco, la telefonía y la venta del cupón son las opciones más extendidas. Ambos son trabajos como cualquier otro, pero es una lástima que se nos limite a esas opciones por prejuicios y desconocimiento, cuando estamos capacitados para realizar también otros muchos trabajos

Me gustaría que este pequeño artículo sirva para contribuir a visibilizar el estado de tanta gente que se encuentra en mi misma situación y animar a quienes lo lean a perder el miedo a lo desconocido y a ser más curiosos, que además es un rasgo natural del ser humano, y preguntarnos y acercaros a nosotros, que a la mayoría no nos importa resolver vuestras dudas y creo que puede ser una fuente de enriquecimiento para ambas partes. Construyamos entre todos una sociedad abierta e inclusiva para todas las personas que en ella vivimos.

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