domingo, 15 de abril de 2012

LA LENGUA DE SIGNOS GANA TERRENO EN LOS MERCADILLOS DE BANGKOK


La proliferación de personas sordas al frente de los puestos de las zonas más turísticas, sobre todo en Bangkok, está reduciendo las muchas veces interminables y acaloradas discusiones que surgen en los mercadillos a raíz de ese tira y afloja que el mercader y el extranjero mantienen por el precio de un artículo.

A su vez, en un país como Tailandia en el que la persona con una discapacidad carece de facilidades para acceder al mercado laboral, este trabajo de vendedor supone una oportunidad para poder vivir sin depender de la beneficencia.

"Es muy complicado para nosotros encontrar un trabajo debido a nuestra discapacidad comunicativa", explica por medio una intérprete, Joun una joven de 19 años, que desde hace varios meses trabaja en un puesto de venta de recuerdos de Silom Road, uno de los mayores mercados nocturnos de la metrópoli tailandesa. "Yo no quiero ni mendigar ni vivir de las ayudas, pero tampoco estoy dispuesta a que me exploten a cambio de un salario muy bajo", apunta la joven vendedora.

Sirin, portavoz de la Asociación Nacional de Afectados por la Sordera denuncia que la mayoría de las personas sordas que se ve en los puestos, son explotadas por los diversos grupos que controlan la venta callejera, que les pagan ínfimos salarios por trabajar casi todo el día y hasta altas horas de la noche. "Los principales obstáculos para acceder al mercado laboral son la escasa cualificación del colectivo, unido a un bajo nivel de estudios y el temor del empresario a contratar a personas sordas formados por los problemas de comunicación�.

Esta organización dispone de una bolsa de trabajo para personas sordas, ofrece planes de enseñanza gratuita, asesora a aquellas que pretendan montar un negocio y hace de mediadora en la obtención de préstamos oficiales.
New, un pequeño empresario sordo de 28 años, decidió hace tres abrir un negocio después de trabajar durante años varias fábricas. "Comencé con un pequeño tenderete en el que vendía imágenes de Buda y hace poco tiempo he abierto otro en el mercado de fin de semana de Chatuchak".

Además de New, en sus puestos trabajan otras cinco personas sordas cuya comunicación se basa en el lenguaje de signos.
La Asociación Nacional de Afectados por la Sordera cuenta con cerca de un millón personas con discapacidad auditiva y sostiene que pese a la discriminación �"el número de empresarios aumenta desde hace unos años", en parte, "gracias al apoyo de las instituciones".

Fuente: ABC

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