viernes, 17 de febrero de 2012

HISTORIA DEL MÉTODO BÉRARD AIT



HISTORIA DEL MÉTODO BÉRARD AIT

Desarrollo Temprano del método

Aunque muchas personas han conocido recientemente la Reeducación Auditiva (AIT), de Bérard, este programa fue desarrollado en los años 50 en Annecy (Francia) por el otorrino Guy Bérard. Durante los primeros años de su aplicación, el doctor Berard, utilizó su programa sobre todo para tratar ciertos casos de pérdida auditiva. Pero, una vez que descubrió que, con frecuencia, las destrezas y capacidades relacionadas con el aprendizaje, como la escuchar con, la atención, la concentración, la discriminación auditiva y la memoria mejoraban con su programa de Reeducación Auditiva, éste se convirtió en una técnica asociada a la educación.

Dr. Bérard cita muchos informes de clientes que referían la mejoría obtenida con el programa AIT. Algunos cuentan que han mejorado la facilidad para recordar información, como los números telefónicos o las instrucciones verbales, o que son capaces de entender lo que se habla incluso en un ambiente ruidoso, como un restaurante. Otros, que eran muy sensibles al sonido, se sienten mucho más cómodos en su ambiente y ya no les inquietan los sonidos irritantes inesperados.

Este método para reequilibrar el sistema auditivo se desarrolló gradualmente con el trabajo clínico del doctor Bérard mediante ajustes y cambios, tratando de mejorar su técnica constantemente. Tomaba nota del progreso de sus clientes y hacía cambios en el protocolo basándose en observaciones clínicas y en los informes de aquellos. Su filosofía y enfoque de la vida se basó siempre en la “eficiencia”.

Difusión del método

El método Bérard comenzó a tener reconocimiento como remedio para problemas de conducta y aprendizaje con la publicación del libro The Sound of a Miracle (El Sonido de un Milagro) en 1991. Este libro relata la historia de la hija de Annabel Stehli, Georgiana, que experimentó un progreso lento pero impresionante con la reeducación auditiva de Bérard a los once años de edad. Georgie, que había estado internada en Childville, una residencia neoyorkina para niños con autismo severo, se integró gradualmente en el sistema escolar gracias al programa de Bérard y a una enseñanza intensiva iniciada por su madre. En 1991 la publicación del libro de Annabel The Sound of a Miracle, atrajo rápidamente la atención pública. Los padres, especialmente los que tenían hijos de espectro autista, empezaron a buscar esta ayuda para ellos.

Annabel se dedicó a promover apasionadamente el método Bérard. Como madre de una niña que tenía la etiqueta de autista, se puso en contacto fácilmente con otros padres y, a menudo, daba sugerentes conferencias a grupos de apoyo a los padres. Intervino en programas de radio y televisión motivando a los padres para que consiguieran este programa para sus hijos.

El libro del Dr. Berard Reeducación Auditiva describe meticulosamente su comprensión del desequilibrio auditivo que afecta a la escucha y al aprendizaje eficientes. La primera edición, Audition égale Comportement, que apareció en 1982, estaba escrita en francés y, hasta 1993 no se dispuso de la traducción al inglés para poder presentar a profesionales y padres de habla inglesa la idea de que la forma de oír tiene una notable incidencia en nuestra manera de comportarnos y de aprender (la edición española es de 2003). Hasta entonces, el interés profesional se centraba en el diagnóstico y tratamiento de la pérdida auditiva, más que en evaluar cómo percibe los estímulos auditivos quien no ha perdido agudeza auditiva. Por desgracia, aún hoy, muchos profesionales desconocen que numerosas personas que luchan con problemas académicos y de conducta, tienen fallos auditivos que afectan a la escucha efectiva y, por consiguiente, son una gran desventaja en el aula y en el trabajo.

Inicio de la investigación científica del método

El difunto Dr. Bernard Rimland, por entonces Director del Instituto de Investigación del Autismo, se interesó por el método del Dr. Bérard y animó a Annabel a compartir la historia del éxito de Georgie. Dado que nunca se había hecho investigación clínica del método Bérard, el Dr. Rimland y su asistente el Dr. Stephen M. Edelson promovieron investigaciones para documentar la eficacia del método. Reconocieron que, sin estudios científicos, el programa de Bérard no sería aceptado como un método válido para problemas de aprendizaje. La publicación del libro de Annabel y la investigación de los doctores Rimland y Edelson suscitaron entusiasmo por esta forma de equilibrar el sistema auditivo, que rápidamente se propagó por todo el mundo. La cadena de televisión ABC dedicó uno de sus programas “20/20” a la investigación patrocinada por el Instituto de Investigación del Autismo, animando a muchos profesionales a estudiar este método y a entrenarse para practicarlo.

Los estudios de Rimland y Edelson se centraron en los niños autistas, pero estudios posteriores de otros investigadores incluyeron sujetos con Trastorno del Déficit de Atención (TDA), Desorden de Procesamiento Auditivo Central (DPAC) y otras disfunciones. En 1998, había 28 estudios completos y el 82% demostraron efectos positivos de este programa.

Elección de las siglas AIT

Originalmente, cuando el Dr. Bérard empezó a formar a unos cuantos discípulos en Francia, llamaba a su programa “Reeducación Auditiva”. Al hacerse popular en los EE.UU., se cayó en la cuenta de que este término crearía confusión puesto que “reeducador auditivo” se empleaba también para referirse al sistema FM usado por los que tienen dificultad para escuchar la voz del maestro en el aula. En ocasión de un encuentro celebrado en San Luis (Missouri) y presidido por los doctores Rimland y Edelson, los nuevos practicantes del método trataron de la creación de una asociación y del uso de la expresión “reeducación auditiva”. Con el fin de diferenciar a los dos programas, el doctor Rimland propuso el uso de “Reeducación para la Integración Auditiva” (AIT) para referirse al método Bérard. Se aprobó la expresión porque incluye la “integración” de los sentidos y el procesamiento que se dan con el método Bérard.

Por desgracia, no se registró la expresión como marca comercial. Al crearse nuevos programas auditivos, también ellos utilizaron esa expresión, y “AIT” se ha convertido en una denominación genérica para referirse a diferentes tipos de programas auditivos. Con el fin de distinguir el método del doctor Bérard de cualquier otro, los discípulos de Bérard decimos ahora “AIT de Berard” en lugar de sólo “AIT”. No obstante, sigue siendo confuso para los padres pues tal vez no sepan que todos los AIT no son lo mismo y que la investigación sobre el método Berard no es aplicable a otros.

AIT de Bérard en los Estados Unidos

En Abril de 1992, el Dr. Bérard comenzó a viajar a EE.UU. para formar a otras personas. El Instituto Georgiana ofreció seminarios, organizados por Peter y Annabel Stehli en Westport, Connecticut, a los que acudieron profesionales de todo el mundo para formarse con el doctor Bérard.

La difusión del método Bérard se ralentizó en 1993 cuando la FDA investigó denuncias de que AIT se estaba utilizando para tratar a pacientes con DDA(H), autismo, problemas de aprendizaje, etc. Cuando se anuncia que los trastornos humanos pueden curarse o tratarse con aparatos o métodos específicos, es responsabilidad de la FDA asegurarse de que el equipo usado para esos tratamientos médicos sea seguro. La FDA también etiqueta el equipo usado para tratamiento médico como “aparato médico” y queda entonces bajo la jurisdicción de la FDA. El Audiokinetron, el aparato utilizado para el programa de Bérard en aquel tiempo se clasificó como aparato médico debido a la naturaleza de las atribuciones que se habían hecho. Esto significó que el Audiokinetron ya no podría ser importado ni cruzar las fronteras de los estados porque no era un aparato médico aprobado por la FDA. Para conseguir la aprobación de la FDA, había que realizar estudios exhaustivos aprobados por la FDA que demostraran su seguridad. Debido a su costo prohibitivo, no se hizo ese tipo de estudio.

Desarrollo del nuevo aparato AIT

Después de estos hechos, hubo muchos intentos de desarrollar un aparato con el que se pudiera aplicar bien el método Bérard para fines educativos. Muchos de esos intentos no tuvieron éxito. Finalmente, se creó y se puso en el mercado un aparato llamado Aeróbic Auditivo Digital (DAA). Consultadas las regulaciones de la FDA, ésta declaró en 1999 en una carta que mientras se utilizara el aparato únicamente para fines educativos, no estaría sujeto a las normas de la FDA. Esto significa que los aparatos usados para formación, aprendizaje y ayuda educativa, no necesitan someterse a una investigación exhaustiva ni recibir la aprobación de la FDA.

Por desgracia, hasta este momento nunca se ha realizado una investigación clínica con el aparato DAA que demuestre su efectividad para producir cambios benéficos. Dada esa falta de datos, no se ha aceptado el DAA para la práctica del método Berard. Sin embargo, en el año 2000 se supo que se había creado un nuevo aparato en Sudáfrica con la cooperación del Dr. Berard.

En enero de 2000, los practicantes del método Bérard celebraron en Bélgica una Congreso Internacional en el que Rosalie Seymour, reeducadora auditiva de Sudáfrica, anunció la disponibilidad del Earducator. Rosalie había facilitado el desarrollo del aparato comprometiendo al ingeniero electrónico Tim Hagen a reemplazar los viejos Audiokinetrones. El Dr. Bérard estuvo involucrado en su evolución durante los años que requirieron los ajustes.

Dado que el Earducator se había utilizado varios años en Sudáfrica con informes anecdóticos sobre su eficacia, Sally Brockett se encargó de traerlo a los EE.UU. para someterlo a pruebas clínicas comparativas con el Audikinetron. Si se comprobaba que era, al menos, tan efectivo como el Audiokinetron para causar resultados positivos en los clientes, se le aceptaría como un aparato para aplicar el método Bérard para fines educativos. Tres profesionales del método Bérard pusieron a prueba al Earducator en diferentes lugares de EE.UU. Cuando se recogieron y se analizaron los los datos, los resultados indicaron un beneficio comparable entre los dos aparatos. Por eso, se aceptó el Earducator y empezó a utilizarse en todo el mundo como un aparato educativo para practicar el método Bérard.

Programas Auditivos derivados del Método Berard AIT

Algunos años después de la introducción del método Bérard en EE.UU., empezaron a surgir otros programas auditivos. Algunos, como el BGC o método de Bill Clark, eran muy similares al AIT de Bérard, pero se desviaban de su protocolo y utilizaban aparatos diferentes que se habían creado. El método BGC utiliza un aparato híbrido, entre el aparato de Bérard y el de Tomatis. Este método sigue el protocolo de 2 sesiones de 30 minutos durante diez días, pero la utilización de los filtros es muy diferente a la del método Berard. El BGC se incluyó en la investigación que realizaron los doctores Rimland y Edelson en 1994 y produjo buenos resultados. Pero, aunque era una técnica comprobada, no es el AIT de Bérard.

Otros programas auditivos que se han creado exigen que se escuche muchas horas la música procesada. Este es uno de los elementos que más trabajó el doctor Bérard para mejorar su método. Quería que su programa fuera eficiente en el empleo del tiempo y, por consiguiente, de los costos. También quería minimizar el número de horas de exposición a los auriculares. Como otorrino, conocía los riesgos del uso de auriculares y se esforzó por mantener al mínimo su uso en la reeducación del sistema auditivo. Como no creía que la exposición prolongada a los auriculares fuera beneficiosa para sus clientes, diseñó un método que permitiera un uso rápido y eficiente de ellos para no volver a usarlos más.

El AIT de Bérard en el siglo XXI

El método Bérard se ha expandido por muchos lugares de todo el mundo. Está a disposición de la gente en más de 28 países y sigue difundiéndose en nuevas regiones. Actualmente hay instructores en 7 países y se ofrecen seminarios para profesionales en varios idiomas.

Nuevas investigaciones siguen documentando los beneficios derivados de este método que se aplica actualmente a niños desde los tres años de edad. No hay tope superior de edad pues el cerebro es capaz de reorganizarse hasta la muerte gracias a su plasticidad neuronal.

Con el avance de la neurociencia y el desarrollo de nuevas tecnologías, puede que se produzcan cambios en el protocolo del método Bérard. Podrá disponerse de un nuevo equipo y el programa podrá experimentar algunos ajustes. Pero cualquier cambio deberá someterse primero a una investigación científica de gran calidad, para comprobar si el cambio sugerido produce un beneficio igual o mayor en el comportamiento funcional de los clientes.

© Sally Brockett 2008

© Berard AIT Website.com 2012

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