martes, 28 de diciembre de 2010

UNA MENTE MARAVILLOSA

UNA MENTE MARAVILLOSA
A los 13 años Bailey Mills de Carolina del Sur se sube al escenario para hablar por los niños discapacitados auditivos.
A Bailey Mills le gusta destacar, siempre le ha gustado y ahora más que nunca.
No siempre fue fácil. Al principio, destacaba por ser discapacitada auditiva. Después destacó por la forma en que la superó. Hoy día, es un modelo a seguir para todo el mundo, con título propio.
En agosto de 2003, Bailey fue coronada "Miss Teen International" (Miss Adolescente Internacional), concurso en el que participan concursantes de Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. Con 13 años, apenas alcanzaba la edad requerida para participar en el desfile. Era la concursante más joven, con una diferencia de dos años. Pero al final, se impuso. No solamente porque es guapa, sino porque además tiene una mente maravillosa y unos planes extraordinarios.
Sus planes de futuro son ayudar a otras personas, ser tutora de niños con discapacidad auditiva, decir a las personas que está bien ser diferente y que llevar puestos unos audífonos es tan normal, como llevar aparato o gafas. Además, su mensaje para los niños que sufren las burlas e insultos de sus ignorantes compañeros de clase es: "Mantén la cabeza bien alta."
Bailey sabe lo duro que puede ser. Le diagnosticaron pérdida de audición a los tres años y no podía oír sonidos de alta frecuencia. Le recetaron unos audífonos que llevó puestos hasta los ocho años. Cada día era una lucha, no le gustaban ni los audífonos ni las burlas.
"Pero recibí mucho apoyo de mi familia," dice Bailey.
Siempre ayuda tener una madre profesora de educación especial y un padre abogado, que sigue manteniendo sus conocimientos jurídicos aun cuando hace ya tiempo que encontró su vocación como pastor baptista en la iglesia baptista de Garden City, cerca su ciudad natal, Pawley Island, en Carolina del Sur. Sus padres pusieron a prueba todos sus conocimientos para informar a la escuela local, a la que asistía Bailey, de las necesidades especiales que necesita un estudiante con discapacidad auditiva. En algunas ocasiones, tuvieron que amenazar con tomar acciones legales para que les prestaran atención. Bailey se las apañaba sin audífonos. Su audiólogo descubrió que en el caso de Bailey, los audífonos eran tan perjudiciales para las frecuencias en las que su audición era normal, como eran favorables para las frecuencias en las que su audición estaba dañada. En su lugar, Bailey recibe ayuda en la escuela con un sistema de FM, que consta de un micrófono inalámbrico que se pone el profesor y unos pequeños altavoces situados en el pupitre de Bailey, en la primera fila de la clase. Además, Bailey asiste a menudo a tutorías con su profesor de educación especial.
"Todavía hay algunos profesores a los que les molesta que venga la profesora de educación especial de Bailey, y se la lleve de clase," dice su madre, Carolina Mills. "Si tuviera que dar un consejo a otros padres de niños discapacitados después de todos estos años, diría que encontrar la solución correcta para un hijo no depende de lo que le convenga a la escuela. Tú eres el mayor abogado de tu hijo: descubre lo que es mejor para tu hijo y mantente firme."
En el caso de Bailey ha funcionado tan bien, que ha superado todos los retos y se ha convertido en una persona muy fuerte gracias a ellos. Es la delegada de la clase, la capitana de las animadoras y participa activamente en la Sociedad Nacional Junior de Honor de su escuela. Fuera del colegio, es entrenadora en las Olimpiadas Especiales, es voluntaria para ayudar a dar de comer a los ancianos en "Meals on Wheels" (Comida sobre ruedas), y además, trabaja como voluntaria para personas sin techo y casas de acogida de las parroquias de Street Reach. Lo que más le gusta hacer es ayudar a los demás, este es su objetivo profesional. De mayor quiere ser enfermera en pediatría.
Los desfiles de belleza se han convertido en otra fuente de fuerza. Cuando Bailey tenía cinco años, su madre la llevó a un concurso de belleza en el "Peach Festival" del condado local, con la esperanza de que la experiencia le ayudaría a desarrollar confianza en sí misma. No funcionó. Mientras esperaban para subir al escenario, Bailey no podía oír lo que pasaba, y cuando llegó su turno empezó a llorar y se le pasó el turno. Hubiera sido el final de su carrera en concursos de belleza, si no hubiera suplicado por que la dejaran participar de nuevo al siguiente año. Esta vez, consiguió subir al escenario, pero se quedó paralizada ante el micrófono. La tercera vez, fue imparable y le coronaron Miss Peach Festival infantil.
Como Miss Teen Internacional, Bailey ha ganado una beca para estudiar, dinero de bolsillo, un viaje a Australia, honores y popularidad. Sin embargo, su título es más un servicio público que otra cosa. Bailey ha emprendido su viaje de un año como portavoz de niños con pérdida de audición, confía en poder marcar la diferencia en la vida de otras personas, y le entusiasma esta tarea que tiene encomendada.
"Puedo decir honestamente que he andado un largo camino," dice Bailey. "Y estos son los mejores años de mi vida."
Fuente: www.spanish.youth.hear-it.org/

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