sábado, 12 de marzo de 2011


El ruido excesivo puede tener un impacto negativo en la capacidad auditiva y causar una pérdida de audición permanente. Cuanto más fuerte es el ruido, el riesgo de que se produzca un daño es mayor. De tal manera que cuanto más elevado es el ruido, el tiempo de tolerancia antes de que el daño se produzca es menor.
La mayoría de las personas saben que escuchar ruidos fuertes durante un largo periodo de tiempo puede causar un daño auditivo, es sencillamente de sentido común. Sin embargo, lo que quizás no está del todo claro es la forma en la que se mide el sonido. El sonido se mide en decibelios en una escala logarítmica. Esto quiere decir que cuando el ruido se incrementa en un solo decibelio el nivel de sonido es mucho mayor. De hecho, el nivel de sonido se duplica si el ruido aumenta en tres decibelios. Como consecuencia, el incremento en tan solo unos pocos decibelios acorta drásticamente el tiempo en el que se puede escuchar un sonido sin que provoque un daño auditivo.

Más ruido, menos tiempo
Si se pone el volumen del reproductor MP3 a un nivel medio, lo que supone un nivel aproximado 85 dB, se puede llegar a tolerar durante cerca de ocho horas. Si se sube el volumen a 88 dB, los oídos solo pueden resistir este nivel durante unas cuatro horas. Al nivel máximo de volumen, muchos reproductores de audio pueden alcanzar niveles de 120 dB, significa que los oídos pueden dañarse después de tan solo ocho segundos. Un nivel sonoro de 120 dB equivale el ruido que hace un avión a reacción al despegar.

En resumen, el nivel de sonido se duplica entre los 85 dB y los 88 dB, por tanto, se reduce a la mitad el tiempo en el que se debería escuchar música a ese nivel. Hay que concienciarse de que una ligera subida del volumen supone que el tiempo durante el cual se puede escuchar música debe reducirse para evitar que se produzca un daño auditivo.

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