sábado, 1 de diciembre de 2012

COLOCAN POR PRIMERA VEZ UN IMPLANTE AUDITIVO CON ANESTESIA LOCAL

COLOCAN POR PRIMERA VEZ UN IMPLANTE AUDITIVO CON ANESTESIA LOCAL Especialistas del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra han colocado por primera vez en el mundo un implante auditivo de conducción ósea con anestesia local. Se trata de una intervención quirúrgica indicada para implantar un dispositivo específico para subsanar lesiones del oído externo y medio. El implante, denominadosBonebridge, a diferencia de otros dispositivos de conducción ósea, presenta la particularidad de quedar totalmente oculto bajo la piel, sin ningún tipo de conexión percutánea que la atraviese. Así, el audioprocesador externo del implante queda sujeto mediante imanes y envía la información sonora a la parte implantada en el interior, utilizando ondas de frecuencia modulada (FM), sin precisar el empleo de una conexión directa, como ocurre en el grupo de los implantes osteointegrados. El equipo ha realizado ya con éxito el procedimiento en seis pacientes, sin ningún tipo de complicaciones quirúrgicas. El procedimiento tiene una duración de entre 30 y 60 minutos y, posteriormente, no precisa ingreso hospitalario. El implante Bonebridge consta de dos componentes. El primero es un dispositivo subcutáneo (colocado bajo la piel) situado detrás de la oreja y el segundo, un procesador de audio externo encargado de captar las ondas sonoras. Estas señales se transmiten, a través de la piel, al implante interno que a su vez consigue conducirlas al hueso y, por medio de él, al oído interno del paciente. La importancia de la utilización de anestesia local en estas intervenciones, con el paciente totalmente consciente, estriba, en primer lugar, en una reducción de los riesgos que la anestesia general supone para el intervenido. Además, convierte la cirugía en un procedimiento de carácter ambulatorio, sin necesidad de ingreso hospitalario, lo que contribuye a disminuir los costes del procedimiento. Finalizada la intervención, es preciso esperar tres semanas para poder activar el implante, tiempo necesario para la cicatrización de la herida quirúrgica y la remisión del edema (hinchazón). En este procedimiento, la anestesia se infiltra en la región posterior de la oreja, emplazamiento donde quedará colocado el implante. En los cinco pacientes a quienes se les ha practicado esta intervención se han obtenido niveles de satisfacción. Tras esta operación, Enrique Arce (paciente) compara su experiencia en la mesa de quirófano totalmente consciente con la del tratamiento de un dentista. «No se siente ningún dolor porque te administran anestesia local. Pero sí se produce una sensación de molestia, semejante a la del torno de un dentista, aunque más intensa», describe. No obstante, afirma con rotundidad que «una vez pasada la experiencia, volvería a entrar de nuevo en el quirófano sin pensarlo». FUENTE: ABC

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