domingo, 7 de noviembre de 2010

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 4

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 4

6. Carácter
Mi hijo tiene frecuentes rabietas y accesos de cólera. ¿Es normal? ¿Cómo puedo impedirlo?
Es normal que todos los niños tengan rabietas, pero éstas, en los niños con problemas de audición, suelen ser más frecuentes y más acusadas debido a su dificultad de comunicación. Cuando no pueden expresar sus necesidades, recurren a la rabieta como medio de llamar la atención y expresar su enojo.
Lo mejor para que el niño no tenga una rabieta es intentar evitarla antes de que empiece, no poniéndole en situaciones límite o forzándole demasiado. Muchas veces somos los adultos los que provocamos los berrinches de los niños.
Una vez que empiece la rabieta, no le pegue ni le zarandee. Si hay más gente, llévese al niño a un lugar tranquilo y permanezca con él para que se sienta seguro. Deje que se desahogue y no se apure. No trate de razonar con él, porque sería inútil. No le haga concesiones porque si no, el niño le chantajeará con otras rabietas.
Su actitud de calma le ayudará a calmarse y el ver que usted no hace especial caso a su berrinche le hará tranquilizarse.
En cualquier caso, a medida que mejore la comunicación del niño con los demás, las rabietas serán menos frecuentes.

¿Por qué mi hijo no quiere dejar sus juguetes?
A casi todos los niños pequeños les cuesta mucho prestar sus juguetes, independientemente de que tengan un problema auditivo o no. Pueden ayudarle enseñándole de forma práctica lo que supone compartir. Por ejemplo, cuando van otros niños a jugar a su casa deben sacar aquellos juguetes que menos le gusten a su hijo ya que de esta forma le será más fácil prestarlos a sus amiguitos.
Mi hijo no quiere nunca irse a la cama. ¿Es que los niños sordos necesitan dormir menos?
No hay ninguna prueba de que los niños sordos necesiten dormir menos. Traten de relajar al niño antes de dormir, eviten los juegos activos a últimas horas de la tarde. Acuéstenle siempre a la misma hora y crearán una rutina que el niño sabrá que debe cumplir.
Permanezca un rato con su hijo al acostarle. Ese momento es el ideal para la comunicación afectiva con el niño. Es frecuente que los niños sordos sientan miedo a la oscuridad, ya que al quitarles sus audífonos o implante para dormir se sienten "aislados". Una simple lucecita les tranquilizará.

Mi hijo parece estar siempre ansioso. ¿Es esto normal?
La ansiedad es normal en los niños sordos y depende de muchos factores, el principal es su dificultad de comunicación: no sabe expresar sus deseos, no comprende lo que pasa, no sabe lo que se avecina, no entiendo lo que dicen, etc. Otras veces la ansiedad del niño es una respuesta a la ansiedad de sus padres.
Es evidente que la educación de un niño sordo requiere que el niño esté mucho tiempo con adultos. Ya que esto es inevitable, hay que intentar que el niño no se sienta abrumado, permitiéndole disfrutar de ratos de intimidad, de jugar solo y dejándole que adquiera su propia autonomía como cualquier otro niño.
¿Qué sucede cuando los hermanos se pelean? ¿Debo intervenir? ¿Debo decirles a los hermanos que tengan paciencia con su hermanito sordo?
Lo mejor es que los padres interfieran lo menos posible en las peleas de sus hijos. La cosa no es tan grave. Los niños pueden reconciliarse con la misma rapidez con que se enfadan.
Por supuesto que, de vez en cuando, será necesario intervenir, sobre todo cuando los hermanitos se enfaden con el niño sordo porque éste no hace lo que ellos piden, o cuando el niño sordo reacciona violentamente con ellos al no saber expresarse. En estos casos, el adulto deberá actuar con discreción, sin regañarles, enterándose de la causa de la pelea y tratando de que el niño sordo comprenda lo que quieren sus hermanos, o explicando a sus hermanos lo que quiere su hermano. Procure no tomar partido por ninguno de ellos.

¿Cómo combatir la frustración del niño y su falta de comprensión?
No es fácil, pero hay que intentarlo. Deben esforzarse en comprender los deseos del niño con imaginación e intuición. Es importante que el niño se sienta comprendido para que no se sienta frustrado.
Es buena idea enseñarle objetos, fotografías o hacerle dibujos, hasta dar con lo que quiere el niño.
7. Integración
¿Qué posibilidades de integración tiene mi hijo sordo?
Ahora bien, para que la integración escolar tenga éxito, hace falta:

Realizar una evaluación global a su hijo para desarrollar un programa especial para él y,
la colaboración de todos los profesionales que intervienen en la educación de su hijo.
¿Cómo será su integración en la vida diaria?
Si el niño aprende desde muy pequeño a vivir con los demás, teniendo su lugar dentro de la familia y en el mundo de los oyente, superará los problemas de cada edad a medida que aparezcan.
Si aprende a vivir con su problema, y es aceptado por la familia y por él mismo, el niño evolucionará positivamente, feliz de vivir con los demás.
¿Podrá practicar deportes? ¿Cuáles?
La práctica de todos los deportes es siempre muy recomendable. El niño deficiente auditivo deberá cuidar sus audífonos, quitándoselos a la hora de nadar o de practicar deportes violentos.

¿Puede bailar un niño sordo?
Los niños deficientes auditivos pueden y deben bailar. A través del baile aprenden a seguir el ritmo que es algo de gran importancia para su lenguaje.
Cuando hablamos, no lo hacemos de forma continua y monótona, sino que los hacemos con un cierto ritmo y entonación. El niño sordo debe aprender este ritmo. La música y el baile le ayudarán a conseguirlo. Además bailar es una experiencia divertida para todos los niños y no tenemos por qué privarles de ella.
¿Puede un niño sordo apreciar la música?
Desde luego que sí. Aunque depende de las oportunidades que se le den para oír música con frecuencia y de hacerle participar en ella. Lo que mejor perciben los niños sordos es el ritmo de la música. Por lo tanto, desde que son pequeños debemos proporcionarles experiencias musicales.

Creo que el juego en grupo es demasiado difícil para mi hijo sordo. ¿Qué debo hacer?
Jugar en grupo puede ser duro para su hijo, pero tiene que aprender a relacionarse con otros niños sin tener privilegios especiales. No olvide que los niños sordos son muy observadores y buenos imitadores. Su hijo aprenderá las reglas del juego siempre que se las expliquen. También puede ayudarle jugando con él en casa a las mismas cosas que jugará con sus amigos.
El principal objetivo de llevarle a un jardín de infancia es precisamente darle la oportunidad de relacionarse con niños oyentes

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