viernes, 19 de septiembre de 2014

UNA BAILAORA SORDA PRODUCE ESPECTÁCULOS DE FLAMENCO

Ha conseguido crear una compañía de flamenco todo lo estable que se puede en las circunstancias actuales y sin ayudas públicas. María de los Ángeles Narváez Anguita, de 38 años, es bailaora y empresaria. Nada extraordinario si no fuera porque es sorda desde los seis años. Su caso ha sido ejemplo de superación en jornadas internacionales la última, en Suecia y llevado a la pantalla en el documental Silencio de Remedios Malvárez, premio a la mejor idea original en el certamen Cine de Mujer de Granada y seleccionado en los festivales internacionales KO &digital (Barcelona) y Contracorriente (Bogotá, Colombia). Se exhibirá en la próxima Bienal de Flamenco de Sevilla, una de las citas internacionales más importantes. A María de los Ángeles Narváez, nacida en Aarau (Suiza) de padres españoles y residente en Sevilla, la han bautizado artísticamente sus vecinos y seguidores como La Niña de los Cupones porque por las mañanas trabaja para la ONCE. Pero su pasión y su profesión es el baile. Lo supo siempre y no ha permitido que nada le impida desarrollarlo. Paco Palacios la admitió como alumna de su academia cuando era niña. En 1990, empieza en la prestigiosa escuela Matilde Coral y finaliza la carrera de danza española en el Conservatorio de Sevilla nueve años después. Es la primera sorda graduada en esta disciplina en España. Completa su formación con una docena de profesionales, baila para artistas de primer nivel y decide crear su propia compañía para incorporar algo singular: flamenco con lengua de signos, una forma de expresión con la que ha producido 30 decibelios, En el aire y Sorda. Con estos espectáculos ha actuado en la Bienal de Flamenco de Sevilla, en el Teatro de Versalles, en Le Grand Parquet de París y en el Festival de Mont Marsans. Su fuerza no pasó inadvertida para Remedios Malvárez, que conoció a la bailaora mientras hacía un reportaje fotográfico. Me pareció sorprendente cómo superó la discapacidad para convertirla en arte. Y su profesionalidad. Es una excelente bailaora, de primer nivel, recuerda la productora audiovisual. La primera dificultad que tuvieron que superar antes del rodaje fue la propia reticencia de María de los Ángeles Narváez al documental, ya que se resiste a que su sordera pese más que su carrera como flamenca. Finalmente aceptó porque el planteamiento del documental es muy artístico. Todo se ha financiado sin ayudas públicas. El documental arranca con un poema escrito por la propia bailaora y que interpreta con su voz y la lengua de signos. También se titula Silencio y en él cuenta cómo le llega la música, cómo la baila y cómo intenta reflejar esa magia. Y se reserva un verso para repetirlo alto y claro: El silencio no me hará callar. Fuente: ccaa.elpais.com

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