domingo, 7 de noviembre de 2010

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 4

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 4

6. Carácter
Mi hijo tiene frecuentes rabietas y accesos de cólera. ¿Es normal? ¿Cómo puedo impedirlo?
Es normal que todos los niños tengan rabietas, pero éstas, en los niños con problemas de audición, suelen ser más frecuentes y más acusadas debido a su dificultad de comunicación. Cuando no pueden expresar sus necesidades, recurren a la rabieta como medio de llamar la atención y expresar su enojo.
Lo mejor para que el niño no tenga una rabieta es intentar evitarla antes de que empiece, no poniéndole en situaciones límite o forzándole demasiado. Muchas veces somos los adultos los que provocamos los berrinches de los niños.
Una vez que empiece la rabieta, no le pegue ni le zarandee. Si hay más gente, llévese al niño a un lugar tranquilo y permanezca con él para que se sienta seguro. Deje que se desahogue y no se apure. No trate de razonar con él, porque sería inútil. No le haga concesiones porque si no, el niño le chantajeará con otras rabietas.
Su actitud de calma le ayudará a calmarse y el ver que usted no hace especial caso a su berrinche le hará tranquilizarse.
En cualquier caso, a medida que mejore la comunicación del niño con los demás, las rabietas serán menos frecuentes.

¿Por qué mi hijo no quiere dejar sus juguetes?
A casi todos los niños pequeños les cuesta mucho prestar sus juguetes, independientemente de que tengan un problema auditivo o no. Pueden ayudarle enseñándole de forma práctica lo que supone compartir. Por ejemplo, cuando van otros niños a jugar a su casa deben sacar aquellos juguetes que menos le gusten a su hijo ya que de esta forma le será más fácil prestarlos a sus amiguitos.
Mi hijo no quiere nunca irse a la cama. ¿Es que los niños sordos necesitan dormir menos?
No hay ninguna prueba de que los niños sordos necesiten dormir menos. Traten de relajar al niño antes de dormir, eviten los juegos activos a últimas horas de la tarde. Acuéstenle siempre a la misma hora y crearán una rutina que el niño sabrá que debe cumplir.
Permanezca un rato con su hijo al acostarle. Ese momento es el ideal para la comunicación afectiva con el niño. Es frecuente que los niños sordos sientan miedo a la oscuridad, ya que al quitarles sus audífonos o implante para dormir se sienten "aislados". Una simple lucecita les tranquilizará.

Mi hijo parece estar siempre ansioso. ¿Es esto normal?
La ansiedad es normal en los niños sordos y depende de muchos factores, el principal es su dificultad de comunicación: no sabe expresar sus deseos, no comprende lo que pasa, no sabe lo que se avecina, no entiendo lo que dicen, etc. Otras veces la ansiedad del niño es una respuesta a la ansiedad de sus padres.
Es evidente que la educación de un niño sordo requiere que el niño esté mucho tiempo con adultos. Ya que esto es inevitable, hay que intentar que el niño no se sienta abrumado, permitiéndole disfrutar de ratos de intimidad, de jugar solo y dejándole que adquiera su propia autonomía como cualquier otro niño.
¿Qué sucede cuando los hermanos se pelean? ¿Debo intervenir? ¿Debo decirles a los hermanos que tengan paciencia con su hermanito sordo?
Lo mejor es que los padres interfieran lo menos posible en las peleas de sus hijos. La cosa no es tan grave. Los niños pueden reconciliarse con la misma rapidez con que se enfadan.
Por supuesto que, de vez en cuando, será necesario intervenir, sobre todo cuando los hermanitos se enfaden con el niño sordo porque éste no hace lo que ellos piden, o cuando el niño sordo reacciona violentamente con ellos al no saber expresarse. En estos casos, el adulto deberá actuar con discreción, sin regañarles, enterándose de la causa de la pelea y tratando de que el niño sordo comprenda lo que quieren sus hermanos, o explicando a sus hermanos lo que quiere su hermano. Procure no tomar partido por ninguno de ellos.

¿Cómo combatir la frustración del niño y su falta de comprensión?
No es fácil, pero hay que intentarlo. Deben esforzarse en comprender los deseos del niño con imaginación e intuición. Es importante que el niño se sienta comprendido para que no se sienta frustrado.
Es buena idea enseñarle objetos, fotografías o hacerle dibujos, hasta dar con lo que quiere el niño.
7. Integración
¿Qué posibilidades de integración tiene mi hijo sordo?
Ahora bien, para que la integración escolar tenga éxito, hace falta:

Realizar una evaluación global a su hijo para desarrollar un programa especial para él y,
la colaboración de todos los profesionales que intervienen en la educación de su hijo.
¿Cómo será su integración en la vida diaria?
Si el niño aprende desde muy pequeño a vivir con los demás, teniendo su lugar dentro de la familia y en el mundo de los oyente, superará los problemas de cada edad a medida que aparezcan.
Si aprende a vivir con su problema, y es aceptado por la familia y por él mismo, el niño evolucionará positivamente, feliz de vivir con los demás.
¿Podrá practicar deportes? ¿Cuáles?
La práctica de todos los deportes es siempre muy recomendable. El niño deficiente auditivo deberá cuidar sus audífonos, quitándoselos a la hora de nadar o de practicar deportes violentos.

¿Puede bailar un niño sordo?
Los niños deficientes auditivos pueden y deben bailar. A través del baile aprenden a seguir el ritmo que es algo de gran importancia para su lenguaje.
Cuando hablamos, no lo hacemos de forma continua y monótona, sino que los hacemos con un cierto ritmo y entonación. El niño sordo debe aprender este ritmo. La música y el baile le ayudarán a conseguirlo. Además bailar es una experiencia divertida para todos los niños y no tenemos por qué privarles de ella.
¿Puede un niño sordo apreciar la música?
Desde luego que sí. Aunque depende de las oportunidades que se le den para oír música con frecuencia y de hacerle participar en ella. Lo que mejor perciben los niños sordos es el ritmo de la música. Por lo tanto, desde que son pequeños debemos proporcionarles experiencias musicales.

Creo que el juego en grupo es demasiado difícil para mi hijo sordo. ¿Qué debo hacer?
Jugar en grupo puede ser duro para su hijo, pero tiene que aprender a relacionarse con otros niños sin tener privilegios especiales. No olvide que los niños sordos son muy observadores y buenos imitadores. Su hijo aprenderá las reglas del juego siempre que se las expliquen. También puede ayudarle jugando con él en casa a las mismas cosas que jugará con sus amigos.
El principal objetivo de llevarle a un jardín de infancia es precisamente darle la oportunidad de relacionarse con niños oyentes

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 3

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES 3
4. Problemas sociales
¿Aceptarán los otros niños a mi hijo sordo?
Lo más importante es que usted acepte la sordera de su hijo y le trate normalmente. Este es el mejor factor para que otras personas le traten con normalidad.
No sobreproteja a su hijo, anímele a jugar con otros niños. Déjele ir a jugar a casa de sus amiguitos e invite a éstos a su casa. Piense que la comunicación adulto-niño es más difícil que la comunicación niño-niño: ellos se entienden bien hasta sin palabras.

Me molesta la actitud que adopta la gente con mi hijo. Le miman y le hacen concesiones porque es sordo. ¿Cómo puedo cambiarla?
Lo más importante es su actitud, ya que es la que la gente imitará cuando esté con su hijo.
En cualquier caso, no deben consentir que le traten como a un niño diferente. Deben imponer su criterio con amabilidad, pero con firmeza. Poco a poco, la gente que le rodea cambiará.
¿Cómo puedo explicar a la gente que mi hija oye a través sus aparatos? La gente se pone detrás de ella y grita y, cuando la niña se vuelve dicen "me ha oído, no es sorda".
Explíqueles que su hija tiene un cierto resto auditivo que, con la ayuda de los audífonos, se amplifica hasta llegar a captar ciertos sonidos. Pero captar ciertos sonidos no es lo mismo que tener una audición normal. Si lo cree oportuno, enséñeles lo que ocurre si se desconectan los audífonos de la niña.

Algunas personas desaprueban y critican la disciplina que le impongo a mi hijo, y esto me duele.
Usted debe pensar en el futuro y preparar a su hijo para que se adapte perfectamente a la sociedad y para que sea aceptado por ella. Su hijo debe estar tan bien educado como cualquier otro niño. Además, no olvide que nadie conoce las necesidades de su hijo mejor que usted. Por lo tanto, no se deje influenciar por las críticas.

5. Educación
En casa hablamos además del castellano otro idioma. ¿Es esto perjudicial para nuestro hijo sordo?
Al niño sordo le cuesta un gran esfuerzo aprender a hablar, por ello es necesario que le hablen siempre en el mismo idioma. Pónganse de acuerdo y decidan qué idioma va a hablar en casa; pidan a sus familiares y amigos que lo utilicen siempre que estén en presencia del niño. Cuando el niño sea mayor y haya interiorizado su lengua materna podrá comenzar el aprendizaje de otro idioma.

¿Cuándo hablará?
Podemos afirmar que cualquier niño deficiente auditivo, precozmente diagnosticado y con amplificación y rehabilitación temprana puede llegar a hablar, si no existe ningún otro problema asociado. Ahora bien, lo que no se puede precisar es cuándo empezará, ni cuál va a ser la calidad de su voz.
¿Cuánto tiempo durará la reeducación?
No hay reglas fijas, ya que cada niño es un mundo diferente. Pero, en general, puede decirse que los primeros años serán los de trabajo más intenso para conseguir un nivel de lenguaje y comprensión que permitan su integración en el mundo de los oyentes. Con el tiempo, el ritmo de trabajo bajará, aunque siempre necesitará apoyo.

¿Es necesario llevar al niño a un jardín de infancia? ¿A qué edad?
A partir de los dos años y medio es aconsejable llevar al niño al jardín de infancia, ya que se beneficiará de la relación con otros niños.

¿Cómo saber lo que es protección y sobreprotección?
Hay que distinguir entre lo que es evitar un peligro y lo que es impedirle que haga por sí solo aquellas cosas para las que ya está capacitado. A veces esto último puede suponer una pérdida de tiempo o más trabajo para los padres, pero es la única manera de hacer a sus hijos responsables e independientes.
¿Se le debe castigar?
Hay que exigir al niño deficiente auditivo lo mismo que a cualquier otro niño, sin olvidarse de las dificultades derivadas de su pérdida auditiva.
En todo hogar deben existir unas normas de convivencia que toda la familia debe cumplir. Por lo tanto no teman castigar a su hijo cuando no respete estas normas.

¿Qué estudios podrá realizar?
En principio, el niño podrá realizar cualquier estudio para el que intelectualmente esté capacitado, dependiendo del grado de pérdida auditiva y de cómo se haya realizado su educación durante los primeros años de su vida.

¿Cómo podemos prepararle para que entienda que vamos a ir de compras, al dentista, a ver a alguien, etc.?
En estos casos son muy útiles las ilustraciones y fotografías. Por ejemplo, pueden tener un cuaderno donde dibujarán o pegarán ilustraciones y fotos sobre tiendas, zoo, familiares, amigos, etc. Antes de salir, enseñen al niño el cuaderno con las ilustraciones de lo que van a hacer y explíquenselo. Cuando vuelvan a casa, vean nuevamente el cuaderno y comenten lo que han hecho. Esto ayudará al niño a retener las situaciones y las nuevas palabras en su memoria.

¿Es conveniente que vea la televisión?
Ésta es una cuestión que preocupa hoy en día a todos los padres. Sabemos que abusar de la televisión no es bueno. Por otra parte, la televisión es un instrumento de enseñanza, si se sabe utilizar. Cuando los niños ven la TV acompañados de un adulto con el que comentan y al que preguntan lo que no entienden, la TV les proporcionará nuevas experiencias y, sobre todo, enriquecerá su vocabulario.

¿Cómo debemos hablar al niño?
Al niño deficiente auditivo se le debe hablar utilizando frases cortas y sencillas, resaltando la palabra que se considera más importante en la frase o la que se le quiere enseñar.
Es importante hablarle con una buena entonación, lo que facilitará su comprensión y servirá de modelo para su propio lenguaje. Eviten los gestos que distraigan la atención del niño y hablen en un tono de voz normal, sin gritar.

¿Debemos corregirle cuando habla?
Es normal que todos los niños, sordos o no, en las primeras etapas de su lenguaje hablen incorrectamente. Poco a poco se debe ir corrigiendo su pronunciación y su forma "telegráfica" de hablar, mencionando la forma correcta de decirlo, por ejemplo:

Niño: "Perro ladra"
Adulto: Sí, el perro ladra.
Niño: "Aba".
Adulto: ¿Quieres agua?

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3. Familia

¿Debo tratar a mi hijo sordo de diferente manera que a mis otros hijos?
Es difícil no hacer distinciones entre ellos, sobre todo al principio, cuando el niño sordo necesita mucha más atención que los otros niños. Pero, aparte de la dedicación específica que den al niño, todo lo demás debe ser igual; la disciplina debe ser la misma para todos los hermanos, los horarios de comida y de sueño, etc. Si lo hacen así, sus hijos oyentes se sentirán queridos por igual y partícipes del problema de su hermano.
¿Debe la madre renunciar a su actividad profesional?
Está claro que la madre debe dedicar muchas horas a su hijo sordo, y que de esta dedicación, hecha con amor y entrega dependerá en gran parte del futuro del niño. Es importantísima la colaboración familiar.
Sin embargo, no creemos necesario que la madre renuncie a su actividad profesional. Con interés se puede combinar todo y es preferible una madre contenta que dedique unas horas a su hijo, que una madre malhumorada porque tiene que estar todo el día con el niño. Además, la madre no es el único miembro que debe atender y ayudar al niño. El padre también tiene que colaborar y turnarse con la madre en el trabajo con él. También recomendamos hacer participar en esta tarea a los demás miembros de la familia.
¿Cómo debo explicar a mis familiares y amigos que mi hijo es deficiente auditivo?
Debe mentalizar gradualmente a sus amigos y familiares acerca de lo que significa una pérdida auditiva y sus consecuencias.
No hagan de ello un problema grave; contesten a sus preguntas de forma sencilla, sin dramatizar. Explíquenles cómo pueden colaborar en su labor, denles ciertas pautas sobre cómo deben hablar con el niño.
Lo más importante es que ellos traten a su hijo como a cualquier otro niño, y esto lo harán si se lo ven hacer a ustedes.
Procuren que el niño no se dé cuenta de que están hablando de él porque, aunque quizás no les entienda, las miradas de sus amigos al hablarles del problema de su hijo, pueden hacerle sentirse raro y distinto.
Creemos que no volveremos a ser una familia normal. ¿Es correcta esta sensación?
Cuando unos padres conocen por primera vez la deficiencia de uno de sus hijos, todos los esquemas familiares se vienen abajo.
El descubrimiento del problemas y sus consecuencias, el no saber dónde acudir, unido a la tensión emocional del momento, crean un ambiente familiar anómalo y de gran desconcierto. Lo primero que deben hacer es serenarse, para poder tomar las decisiones oportunas siguiendo la línea del sentido común.
Infórmese bien sobre el problema acudiendo a especialistas: otorrinolaringólogo, audiólogo y pedagogo. Acepten el problema y comiencen a trabajar con el niño.
Traten a su hijo como a un niño de audición normal. Uno de los factores más importantes para el éxito de su hijo será el sentirse respaldado por el cariño familiar. Disfruten con su hijo sordo igual que disfrutan con sus otros hijos.
Llegará un momento en que olvidarán que su hijo tiene un problema. En ese momento, el ritmo familiar volverá a la normalidad. No olviden nunca que familias sin problemas aparentes tienen también sus pequeños dramas que alteran la vida familiar. Y… ¡recuerden que muchos niños oyentes también se sienten aislados!
¿Por qué nos ha ocurrido esto?
Muchos padres se hacen esta pregunta, y piensan que la vida les ha tratado injustamente. Desechen cualquier sentimiento de culpabilidad. Acepten a su hijo como es, y piensen en cómo ayudarle desde el primer momento, ya que ayudando a su hijo, se ayudarán a ustedes mismos. Es posible que al cabo del tiempo encuentre una respuesta positiva a esta pregunta, viendo cómo sus vidas se han enriquecido.

Si mi hijo es sordo, ¿para qué hablarle?
Esta reacción es perfectamente natural, sobre todo si se le ha diagnosticado una sordera profunda. Pero debe saber que al hablarle a través de sus audífonos o implante coclear, su hijo empezará a desarrollar la capacidad que tiene de acceder al lenguaje.
No tengo familia cerca y no sé con quién dejar al niño cuando tenga que salir.
Usted puede y debe dejar a su hijo de vez en cuando y salir a distraerse. Siga con su hijo sordo las mismas pautas que con cualquier otro hijo. Busque una persona que merezca su confianza y explíquele lo que considere más oportuno. Procure planear sus salidas con antelación, para que pueda ir siempre la misma persona a cuidarle.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES

PREGUNTAS Y RESPUESTAS MÁS COMUNES
1. Problemas médicos
¿Por qué es sordo mi hijo?
Más del 50 % de las sorderas infantiles son de origen desconocido. En muchos casos las causas se deben a factores genéticos o hereditarios. Otras veces a problemas de infecciones durante el embarazo (por ejemplo, rubeola) o a complicaciones durante el parto. También a medicamentos que lesionan los componentes sensoriales y nerviosos del oído interno.

¿Hay algún medicamento que no deba tomar mi hijo?
Su hijo no debe tomar ciertos medicamentos llamados ototóxicos, ya que pueden agravar su pérdida auditiva. Estos medicamentos son:

Estreptomicina
Kanamicina
Gentamicina
Neomicina
Salicilatos (aspirina)
Quinina
Ácido Etacrínico
Aceite Quenopodio
Viomicina
Tobramicina
Paranomicina
Vancomicina
Minciclina
Colistina
Polimixina
Dibekacina
Amicacina
¿Se pueden tener otros hijos? ¿Cuáles son los riesgos?
Evidentemente, no existirá ninguna contraindicación si la sordera del niño es consecuencia de una causa conocida y no hereditaria.
Si se desconoce el origen de la sordera y, con más razón, si hay sordos en la familia, es recomendable que acudan a un especialista en genética para que les aconseje.
¿Se puede curar la sordera?
Si la sordera es conductiva, las repercusiones suelen ser transitorias y recuperables con tratamiento médico o quirúrgico.
Si la sordera es neurosensorial, hoy por hoy, es irreversible, ya que no existe ningún tratamiento capaz de curarla.
La única forma de paliar la sordera neurosensorial consiste en la adaptación temprana de audífonos o de un implante coclear y en la educación auditiva y del lenguaje.
Mi hijo tiene una sordera neurosensorial y tiene catarros frecuentes. ¿Puede esto afectar a su resto auditivo?
Deben tener especial cuidado con la audición de su hijo. Cuando el niño padezca cualquier infección, acudan inmediatamente al especialista, a fin de evitar procesos que afecten a su audición, especialmente si son procesos de garganta, nariz u oídos.

¿Qué hacer si mi hijo se queja de dolor de oídos?
Es probable que este dolor sea debido a una otitis media, que no es más que una inflamación del oído medio. Consulte inmediatamente a su pediatra o a su otorrinolaringólogo.
Mi primer hijo es sordo. Desconozco cuáles son las etapas del desarrollo de un niño con audición normal. ¿Qué puedo hacer?
Existe una amplia bibliografía sobre el tema. Además de su pediatra, que puede asesorarle en las diferentes etapas del desarrollo del niño, hable con personas que tengan niños de la edad del suyo y siempre encontrará orientaciones válidas, ya que la evolución física de su hijo será igual a la de cualquier otro niño.
2. Audífonos
Si mi hijo es sordo, ¿qué beneficios puede obtener de un audífono?
Dependerá del grado de su pérdida auditiva. En general, todos los niños sordos pueden beneficiarse del uso de audífonos. Algunos niños sólo serán capaces de oír ruidos muy fuertes pero, aún así, los audífonos le ayudarán enormemente a relacionarse y mejorarán la calidad de su voz y el ritmo de su lenguaje. Otros niños serán capaces de reconocer sonidos vocálicos, mientras que otros serán capaces de reconocer palabras y frases.
Hay que aclarar que el audífono por sí solo no hará nada si no va acompañado de una buena estimulación auditiva y que ésta debe comenzarse cuanto antes.

Mi hijo lleva audífonos desde hace un tiempo y no veo ningún cambio. ¿Es que no le sirven para nada?
Los audífonos no son como las gafas que producen un resultado inmediato, sino que su hijo tiene que aprender a interpretar lo que oye con los audífonospuestos. Este es un proceso lento, que requiere una estimulación adecuada y mucha paciencia.
¿Es importante que use los audífonos todo el tiempo?
Es importantísimo que los use todo el tiempo para que sus oídos reciban constantemente información auditiva, ya que cualquier momento es válido para hacer entrenamiento auditivo. Solamente se le deben quitar los audífonos a la hora del baño y de dormir.
¿Por qué mi hijo no quiere llevar puestos sus audífonos?
Al principio muchos niños se niegan a usar sus prótesis auditivas. La razón puede consistir en que el audífono no esté bien adaptado a las necesidades auditivas de su hijo, pero si usted está seguro de que el molde encaja perfectamente en el oído del niño y no le hace daño, de que el audífono está bien adaptado y de que el volumen es correcto, no se preocupe. La mayoría de los niños, pasado este período inicial, se dan cuenta de la utilidad del aparato.
Póngale los audífonos en un momento tranquilo, cuando no hay ruidos en casa y mientras se los pone, hable y distraiga la atención del niño hacia otra cosa.
Juegue con el niño y llame su atención hacia los sonidos que se producen durante el juego. Haga que escuchar sea algo agradable para su hijo y muy pronto lo primero que el niño pedirá por la mañana serán sus audífonos.
Es necesario hablar en voz alta al niño?
No. Use una voz normal, ni muy alta ni muy baja. Si usted habla muy alto distorsionará el sonido y los patrones del lenguaje.

¿Cuál es el mejor audífono?
El mejor audífono para su hijo es el que el audiólogo elija para él. Una vez evaluada su audición, el audiólogo escogerá el modelo y marca de aparato que mejor satisfaga las necesidades auditivas de su hijo, y lo calibrará expresamente para él.
¿Dónde debo acudir para adaptarle los audífonos?
Debe acudir a un profesional especializado en evaluar la audición y que además tenga experiencia con niños. Las asociaciones de padres pueden proporcionar nombres y direcciones de profesionales que ejerzan en su zona.

¿Pueden los audífonos dañar la audición del niño?
Un audífono bien adaptado nunca puede dañar la audición. Lo que sí puede dañarla es el elevar el volumen del audífono a un nivel mayor del aconsejado por el audiólogo. Si el niño rechaza el audífono, es una indicación de que algo va mal. Acudan al audiólogo para que revise los aparatos.

¿Por qué pitan los audífonos?
Por dos razones: porque el aparato está estropeado o porque el molde no encaja perfectamente en el oído.
En este último caso, el sonido se escapa a través del espacio que queda entre el molde y la oreja, siendo reamplificado por el micrófono del audífono, produciendo el pitido, por lo que conviene hacer nuevos moldes que ajusten bien. En los niños pequeños, debido a su rápido crecimiento es aconsejable revisar los moldes siempre que se produzca el pitido.

El apoyo emocional

El apoyo emocional
El trabajo emocional con los padres de niños sordos es una tarea muy delicada y compleja que requiere por parte de los profesionales una formación variada: conocimiento del desarrollo infantil y especialmente del niño sordo, conocimiento del funcionamiento individual y del sistema familiar…

Es importante ser capaces de tranquilizar a los padres respecto a su papel y saber transmitirles la sensación de que no van a estar solos. No hay que olvidar que el estado emocional en el que aquéllos se encuentren va a influir directamente en la mayor o menor eficacia de las interacciones con sus hijos sordos.

Las reacciones psicológicas de los padres ante la constatación de que su hijo es sordo siguen una serie de etapas bastante comunes. Conocer estas etapas puede ayudar a determinar el tipo de intervención más adecuada en cada momento. Luterman (1985) describe las siguientes:
1. Choque emocional.
2. Reconocimiento (aflicción activa).
3. Negación (retirada defensiva).
4. Admisión o negación.
5. Acción constructiva o adaptación.

Es preciso que el asesor sea un elemento facilitados de este proceso de crisis-reacción, adoptando un papel de escucha en vez de convertirse únicamente en un suministrador de información.
La necesidad de recibir apoyo emocional está estrechamente ligada a la necesidad de información. Con una información adecuada y convenientemente dosificada los padres pueden asimilar mejor su situación, disipar algunas de sus dudas e inquietudes y manejar mejor sus propios sentimientos. Pero también es cierto que su situación emocional y las actitudes que manifiestan pueden dificultar la asimilación de la información que se les proporciona, impidiendo su necesario análisis.

Se apuntan algunas de las orientaciones que actualmente, tanto en nuestro país como fuera, se están llevando a cabo en relación a las necesidades de información y apoyo emocional que manifiestan las familias con hijos sordos.
Grupos de padres

Los beneficios que las familias obtienen cuando trabajan conjuntamente unas con otras han provocado una extensión de este recurso. Trabajar con un grupo de padres puede ser más útil que hacerlo con una familia individualmente, siempre que aseguremos de verdad que así cubrimos las necesidades de todas las familias.
La gran ventaja es que los padres pueden ayudarse unos a otros. Las familias con hijos sordos valoran el apoyo recibido por otros padres que comparten los mismos problemas que ellos, y les ayuda mucho comprobar que otros han encontrado soluciones a sus dudas, miedos o problemas.
Los objetivos de estos grupos de trabajo son:

Promover el conocimiento y la comprensión de los sentimientos que produce a los padres el hecho de tener un hijo o hija con pérdida auditiva reducir la ansiedad.
Hacer a los padres más conscientes de los sentimientos de su hijo sordo y de los sentimientos de los demás miembros de la familia.
Ampliar sus habilidades para educar a su hijo o hija sordos: adquirir conocimientos y técnicas relacionadas con su capacidad de observar, de comprender los cambios de conducta de sus hijos, etc.

NECESIDAD DE INFORMACIÓN Y DE APOYO EMOCIONAL

NECESIDAD DE INFORMACIÓN Y DE APOYO EMOCIONAL
La información
Es habitual que padres y madres oyentes no cuenten con informaciones claras y directas acerca de lo que supone la sordera ni sobre cómo actuar ante ella, especialmente en las primeras edades. En general, su conocimiento no va más allá del recuerdo de algún conocido sordo con el que apenas llegaron a relacionarse o de algún personaje de película. Como es lógico suponer, esta información de base no servirá precisamente para tranquilizarlos. Por ello necesitarán una información más estructurada y completa.
Es importante, en este sentido, huir de los programas estandarizados. Resulta mucho más eficaz ir proporcionando la información a los padres de manera personalizada y a medida que ellos la vayan demandando. No todos sienten las mismas necesidades ni manifiestan las mismas preocupaciones. Algunos vienen ya con un bagaje de conocimientos acerca de la sordera, pero necesitan ayuda para poder asimilarla, reflexionar sobre ella, discutir algunos aspectos y compartir e intercambiar opiniones.
La información que se da a los padres incluye, entre otros, los siguientes aspectos:

Cómo interpretar los datos médicos y audiológicos, qué conclusiones se pueden extraer de estos datos y qué actuaciones deben o pueden llevar a cabo (solicitar nuevos datos, determinar el tipo de adaptación protésica, incidir en un mejor aprovechamiento de los restos auditivos, etc.).
Cómo es el desarrollo socio-afectivo y comunicativo del niño y la niña oyentes. Este conocimiento será una referencia válida para abordar las implicaciones de la sordera en el desarrollo socio-afectivo y comunicativo de su hijo o hija sordos.
Cuáles son las orientaciones educativas más adecuadas para las posibilidades de sus hijos sordos que se pueden encontrar en el entorno en el que se desenvuelven: dónde podrán estudiar, qué recursos necesitarán, etc.
Cuáles son las posibilidades futuras del niño sordo en el mundo laboral y social.
Cómo abordar un plan conjunto de actuación entre las familias y los profesionales y, también, entre los propios padres. No hay que olvidar que la posibilidad de intercambiar y compartir información con otros padres permite profundizar en algunos temas y es un recurso inestimable para dar respuesta a la necesidad de apoyo emocional.
Dado que la principal dificultad con la que las familias se enfrentan desde el primer momento es la planteada por el aspecto comunicativo-lingüístico, es aquí donde van a necesitar una información más detallada y completa.

Como se ha venido defendiendo a lo largo del documento, la información sobre aspectos comunicativos y lingüísticos será conveniente que cubra tanto las estrategias comunicativas visuales más adecuadas como los distintos códigos que pueden emplear y la adecuación de cada uno de ellos a las necesidades de sus hijos y a sus propias posibilidades.

Los ojos también oyen

Los ojos también oyen
Para una persona con deficiencia de audición usar audífonos es imprescindible. Pero además, puede ser una ayuda complementaria aprender a leer en los labios para que una conversación sea satisfactoria.
Observar los movimientos de los labios, la mímica facial y el lenguaje corporal puede ayudar a una persona con problemas auditivos a entender lo que se está diciendo. Por supuesto, escuchar con ambos oídos y ambos ojos al mismo tiempo no se consigue de forma natural, se requiere de esfuerzo y energía.

Es aconsejable aprender a leer en los labios en grupos y entornos de apoyo. Por tanto, es una buena idea comprobar si existen cursos de lectura de labios cerca de donde usted vive. Si no existen, sería de gran ayudar buscar apoyo en su familia y sus amigos cuando intente aprender a leer en los labios con cintas de video.

El proceso de aprendizaje nunca termina. Las caras y los dialectos varían, pero cuanto más aprenda mayor confianza tendrá y mejor será su capacidad para comunicarse con el resto del mundo.

Para aprender a leer en los labios se necesita tiempo, paciencia y comprensión, pero al final merecerá la pena. Por tanto, pida siempre a su interlocutor que le mire directamente a la cara, que mantenga una posición adecuada para leer los labios y que hable con claridad.


Consejos


Consejos

A continuación encontrará algunos consejos útiles para aprender a leer en los labios:


Sitúese de forma que pueda ver con claridad la cara de su interlocutor.


Siéntase cómodo e intente estar relajado.


Intente recordar el tono del habla y el modo de articulación de diferentes palabras. Usando su memoria podrá aprender a reconocer los sonidos que ya no puede oír.

Preste atención a los movimientos de la boca, la lengua y la mandíbula del hablante. Pídale que repita o utilice otras palabras cuando no pueda comprender una frase.


Preste atención a las expresiones faciales de su interlocutor. Puede obtener información sobre el tema y el estado de ánimo de la persona a través de sus expresiones faciales.


Fíjese en los gestos del hablante, como por ejemplo, asentir con la cabeza, señalar con la mano o mirar a otras direcciones.


Intente descubrir el tema de la conversación lo antes posible. Es más fácil comprender las palabras cuando se conoce el contexto.



Recuerde que leer en los labios es una combinación de ver, escuchar y sentir. Es completamente natural que se canse con facilidad. Deje que sus ojos descansen durante unos momentos y reanude la conversación.

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